La Odontología es una ciencia de la salud en la que han ocurrido grandes cambios. El tratamiento tradicional de las caries se limitaba a reparar el daño, ya fuera sustituyendo una parte del diente por un material, más o menos biológico, o sustituyendo la pieza si no había más alternativa que realizar la extracción. En las últimas décadas se han estudiado fármacos capaces de interactuar con las bacterias de la boca, se han desarrollado materiales muy útiles en prevención, la mentalidad de la población ha cambiado y se busca una mejor salud bucal.
Todo esto ha permitido que, actualmente, el tratamiento de la caries no se limite a reparar lesiones, sino que el objetivo es tratar la caries como enfermedad y, por tanto, evitar que se produzcan las lesiones.
La salud oral se puede cuidar desde un momento tan temprano como el período prenatal. A través de un correcto seguimiento, la futura madre puede, además de mejorar sus propios niveles de salud oral, adoptar una actitud de prevención y normas de higiene oral, no solo para ella misma sino también para el bebé, y desde momentos muy tempranos. El profesional debe realizar una exploración completa y todas las pruebas diagnósticas necesarias para determinar el riesgo de caries del paciente e indicar un protocolo adecuado para mejorar, o bien mantener, un buen nivel de salud oral. En las revisiones periódicas el protocolo se reajustará a las nuevas características del paciente, sean debidas a haber una mejoría por aplicación del protocolo indicado, a los cambios propios de la edad, desarrollo dentario y psicomotor, así como la utilización de terapia con aparatos en los casos en que esté indicado.
En este artículo abordaremos aspectos que se refieren a la madre gestante y a las inquietudes que esta puede tener y que el odontólogo se ve en la necesidad de orientar y/o contestar y proponer unos protocolos preventivos, según la edad y riesgo de caries.
¡Muy buen artículo!