Dr. José Olmos Balaguer. Odontólogo. Ortodoncia exclusivamente / Dr. Vicente Olmos Balaguer. Doctor en Odontología. Ortodoncia exclusivamente / Ignacio Olmos Balaguer. Estudiante de Odontología / Dr. Vicente Olmos Izquierdo. Estomatólogo. Doctor en Medicina y Cirugía. Ortodoncia exclusivamente
Resumen
Se describe la importancia del mantenimiento del espacio cuando haya una pérdida de un diente temporal para que la oclusión de la dentición permanente sea correcta.
Resume
It shows the importance of the space manteining when there is a loss of a decidous tooth for the occlusion in the permanent dentition to be correct.
Palabras clave
Mantenedor de espacio. Recuperador de espacio.
Key words
Oclusión. Space manteiners. Space recovers. Occlusion.
Introducción
Parece evidente que siempre que se pierde un diente un año o más antes de la época normal de ser reemplazado por el permanente, debe colocarse un mantenedor de espacio.
Angle en 1909 (1) probablemente realizó el primer mantenedor de espacio.
Willett en 1931 (2) se ocupó de esta cuestión.
Fanning en 1962 (3) estudió el efecto de la extracción de los molares temporales en la formación y erupción de sus sucesores.
Norton, Wickwire y Gellin (4) en 1975 estudiaron el mantenimiento del espacio en la dentición mixta.
Wright y Kennedy (5) en 1978 describieron la metodología para tener un control del espacio en dentición temporal y mixta.
Artun y Mastrander (6) en 1983 describieron dos tipos distintos de mantenedores de espacio por el sistema de cementado directo.
Así pues vemos que este tema ha sido ampliamente estudiado, no sólo por los autores citados, y nosotros solamente pretendemos recordar y aportar nuestro punto de vista en esta cuestión.
Indicaciones del mantenedor de espacio
1. El diagnóstico e indicación del mantenedor de espacio nos lo proporciona la ortopantomografía (Figura 1) o la radiografía periapical.
Si falta poco para la erupción del permanente y casi no hay línea ósea por encima del permanente, éste es el mejor mantenedor de espacio.
Si la línea ósea por encima del permanente es considerable, se deberá colocar en la mayoría de los casos un recuperador de espacio.
2. En ocasiones, la pérdida de un diente o dientes anteriores (Figura 2) puede exigir un mantenedor de espacio por motivos estéticos.
3. Graber (7) describe los siguientes factores que deberán considerarse:
I. ¿Ha sido trastornado el equilibrio? Graber y otros autores afirman que cuando se pierde un incisivo superior o inferior el espacio no suele perderse (Figura 3), criterio que nosotros no compartimos.
II. En ocasiones la pérdida de un diente o dientes puede provocar la aparición de hábitos musculares anormales como:
• Mordedura de la lengua o el carrillo.
• Chupeteo de dedos (Figura 4).
III. ¿Podrá la acción de los planos inclinados de los dientes, evitar la migración de los dientes hacia el área desdentada? Como la morfología cuspídea está menos definida y el contacto oclusal en céntrica es sólo momentáneo, es imposible esperar que se conserve el espacio (Figura 5).
IV. ¿Qué ocurre después de la pérdida de un diente temporal con el diente permanente? La acción de un retenedor removible sobre los tejidos suele estimular la erupción prematura del diente permanente.
Otro fenómeno distinto es cuando extraemos un diente temporal con la intención de acelerar la erupción del diente permanente, pues en estos casos el alveolo del diente se llena con hueso y los tejidos supra alveolares forman una red fibrosa y el hueso no se reabsorbe rápidamente.
V. Si ya existe maloclusión, ¿afectará a esta la pérdida del diente? En ocasiones puede servir de alivio momentáneo al apiñamiento (Figura 6).
La pérdida del incisivo inferior en una maloclusión de Clase II puede aumentar la sobremordida.
La pérdida de un incisivo superior puede aumentar la mordida cruzada anterior.
Requisitos para los mantenedores de espacio
1. Mantener el espacio mesio-distal.
2. Evitar la sobre erupción del antagonista.
3. Lo más sencillos posibles y resistentes.
4. No producir fuerzas excesivas sobre los dientes en que se sujeta.
5. Ser fáciles de limpiar.
6. No impedir el crecimiento, la masticación, la deglución ni el habla.
Tipos
Fijo (Figuras 7 y 8)
El método más seguro para mantener un espacio es colocar un aparato cementado a los dientes vecinos. Debe de estimular la fisiología normal, es mejor un aparato con “rompe fuerzas” que pueda evitar fuertes cargas provenientes de los dientes de soporte y mantener una relación mesio-distal constante.
Para nosotros el mantenedor fijo de banda en el primer molar permanente y apoyo en el primer molar temporal no es lo más indicado, puesto que la tendencia a mesializarse del permanente normalmente es mayor que la resistencia que ofrece el temporal. En estos casos preferimos una barra soldada a las bandas de los molares permanentes y que contornee el resto de las piezas dentarias.
Removible (Figuras 9 y 10)
Para nosotros son los preferibles, pues se sostienen por la mucosa, produciendo menos daños a los dientes remanentes y estimulan la erupción del diente permanente, evitan la sobre-erupción del antagonista. Pueden ser funcionales en el verdadero sentido de la palabra y se pueden limpiar más fácilmente.
Por el contrario, tenemos la necesidad de colaboración del paciente, pueden llegar a alterar el habla y necesitan un cuidadoso diseño según cada caso.
La curación de las caries es un procedimiento ortodóncico preventivo, así como la corrección de hábitos orales anormales.
Recuperador de espacio
Mecanismo que empleamos para restablecer la dimensión original que ocupaba la pieza perdida. Disponemos de recuperadores fijos (Figura 11) y removible (Figura 12).
Conclusiones
Si debe colocarse un mantenedor de espacio, ¿qué clase debe usarse?
Creemos que es necesaria la colocación de un mantenedor de espacio cuando se produce la pérdida accidental de un diente temporal y el tiempo transcurrido es breve (aproximadamente unos 15 días) se deberá colocar un mantenedor de espacio para que la erupción del diente permanente sea correcta. Si el tiempo transcurrido supera al mes, nosotros creemos que lo indicado es colocar un recuperador de espacio.
BIBLIOGRAFÍA
1. Angle EH. Treatment of malocclusion of the teeth. 7ª Edt. Filadelfia, S. S. White Manufacturing Company, 1907.
2. Willett RC. Orthodontie Izard. Edit. Masson, 1950.
3. Fanning EA. Efect of extraction of deciduos molars on the formation and eruption of their successor. Angle Orthod. 1962; 32: 44-45.
4. Norton A, Wickwire NA , Gellin ME. Space management in the mixed dentition . J Dent Child 1975; 42: 112-118.
5. Wright GZ, Kennedy DB. Space control in the primary and mixed dentitions. Dent Clin North Am 1978; 22: 579-601.
6. Artun J, Mastrander PB. Clinical efficiency of two diferent types of direct bonded space maintainers. J Dent Child 1983; 50: 197-204.
7. Graber TM. Ortodoncia. Teoría y práctica. 1974. Edt. Interamericana. pp. 601-624.
8. Mayoral J, Mayoral G. Ortodoncia. Teoría y Práctica. Edit. Interamericana, 1974 pp. 601-624.
9. Moyers RE. Manual de Ortodoncia. Edit. Panamericana, 1992 pp. 359-379.
La revisión de artículos científicos son un apoyo para los que estudiamos postgrados en la diversas areas de la Odontología.