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«Muchos pacientes desconocen que mantener nuestros propios dientes aporta años a nuestra vida»

La caries y las enfermedades periodontales constituyen los principales problemas bucodentales de la población española. Una dieta inadecuada y, sobre todo, los malos hábitos influyen en unos índices de salud bucal bastante bajos, especialmente, en comparación con los países de nuestro entorno.

¿Cuáles son las principales enfermedades orales que padece la población?
—Las principales enfermedades en relación a su prevalencia continúan siendo la caries y las enfermedades periodontales, con una incidencia que afecta casi de forma universal a la población.

De hecho, un 98,1% de los adultos jóvenes españoles (35-44 años) han sufrido una lesión de caries durante su vida y un 50,6% tienen alguna lesión de caries pendiente de tratar en su boca.

En relación a sus encías, un 85,2% de los adultos jóvenes españoles tienen problemas. Es decir, no tienen una encía sana. Un 12,5% mejorarán únicamente con una mejor higiene oral, pero el 72,7% deben visitar a su dentista para conseguir restablecer su salud gingival (para una profilaxis o para un tratamiento periodontal más complejo). Las encías han pasado a ser un problema cada vez más importante, ya que los españoles conservan sus dientes más años –gracias a la disminución de la caries dental y de la mejora en el acceso al dentista– y los problemas periodontales provocan una mayor pérdida de dientes que en el pasado.

Como mensaje positivo, comentar que las lesiones de caries han disminuido de forma espectacular entre los escolares españoles. En el año 2010, cada escolar español de 12 años tiene una media de un diente permanente afectado por caries (CAOD=1,1) mientras el mismo dato de 1984 cuadriplicaba esa cifra (CAOD=4,2). Además, un 55% de los escolares de 12 años no ha sufrido ninguna lesión de caries en su dentición permanente. Más de la mitad no han padecido ni una sola caries.

¿Está creciendo alguna de ellas significativamente en los últimos años? ¿A qué se debe este crecimiento?
—El tipo de lesión que más ha aumentado es el causado por el efecto de los ácidos de la dieta, es decir, las lesiones erosivas. Estas lesiones son diferentes a las lesiones de caries ya que afectan directamente a la superficie por efecto de ácidos potentes, mientras la caries actúa en la subsuperficie por efectos de ácidos débiles.

Una bebida ácida (zumo de frutas o bebida refrescante) provocará la desmineralización de la capa más superficial del diente y un cierto reblandecimiento por su contacto.

Algunas bebidas energéticas tienen un efecto erosivo y éste efecto es aún mayor que el de los zumos de fruta debido a que son muy ácidas y sus componentes enlentecen la neutralización natural que promueve la saliva.

Si nos cepillamos los dientes antes de que la saliva recupere esta finísima capa desmineralizada lo que haremos será eliminarla completamente e impediremos que pueda llegar a remineralizarse de nuevo. En estos casos sería más conveniente aportar flúor mediante enjuagues. En algunos casos, la hipersensibilidad dentinaria puede provenir también de una lesión erosiva.

Este efecto erosivo también se produce por el contacto con ácidos gástricos en caso de vómito (ya sea por causas fisiológicas como el embarazo o provocado –en casos de bulimia–). En estos casos se recomienda esperar unos 10-15 minutos para que la saliva neutralice el ácido y después ya podremos lavarnos los dientes.

¿Cuáles son los principios básicos y los elementos esenciales para una correcta salud bucodental?
—El instrumento básico continúa siendo el cepillo junto a una pasta dental fluorada. Se requiere una frecuencia mínima de dos veces al día y un tiempo de entre dos y tres minutos. Actualmente los cepillos eléctricos son capaces de mejorar los resultados de nuestro cepillado manual.

Podemos mejorar los efectos con un enjuague que aporte flúor o con agentes antisépticos para el control de placa y de la inflamación gingival. Incluso podemos encontrar enjuagues que combinen ambos: flúor y antisépticos.

El uso de cepillos interproximales también cuenta con evidencia científica a favor de su uso para mejorar el estado de la encía en áreas interproximales.

¿En qué medida influyen la alimentación y los hábitos en la salud bucodental de la población?
—Los hábitos influyen cada vez más. De hecho, los hábitos higiénicos contrarrestan los efectos nocivos de la dieta. Hemos experimentado una reducción importantísima en la cantidad de lesiones de caries mientras aumentaba el consumo de azúcares en España.

Esto es debido a la mejora en los hábitos higiénicos. Entre insistir a nuestros pacientes entre modificar sus hábitos dietéticos y modificar sus hábitos higiénicos, la segunda opción es siempre la de elección.

Atención especial a los efectos del hábito tabáquico sobre la salud oral: aumentando la pérdida de soporte ósea, la pérdida de dientes, aumentando el riesgo de caries o el riesgo de padecer un cáncer oral. Como profesionales sanitarios, la cesación tabáquica debe ser una labor con el objetivo de mejorar la salud de nuestros pacientes.

¿Cuál es el nivel de la salud oral de la población española en comparación con otros países del entorno? ¿Cuál sería el espejo en el que reflejarse?
—A nivel europeo, los datos de España muestran una tendencia a la mejora en hábito de cepillado, pero siempre ocupan los lugares más bajos respecto a los países de nuestro entorno. Los países a compararse en materia de prevención en el ámbito de la salud oral siempre han sido Holanda y los países escandinavos, como Suecia y Dinamarca.

Un reciente estudio de la OCU demuestra que la higiene oral y los hábitos de los españoles son francamente mejorables. Un 38 por 100 de los encuestados en el estudio no llega a realizar 2 cepillados diarios y un 39 por 100 nunca utiliza seda dental. ¿Qué es necesario para mejorar estos datos?
—Una política muy seria y real de acciones de promoción del cepillado dental en la etapa preescolar y escolar. Durante años se ha promovido la realización de enjuagues pero no el cepillado dental. Es un proyecto complejo ya que cuenta muchas veces con la reticencia del profesorado y los monitores escolares que ven el cepillado como una carga laboral más, a diferencia de lo que ocurre con el lavado de manos que se considera un hábito higiénico imprescindible de primer orden. ¿Cómo es posible que algunos centros escolares prohiban cepillarse los dientes a sus alumnos?
Los datos de caries en preescolares muestran que a la edad de cuatro años, más de una cuarta parte de los preescolares españoles ya ha padecido caries (26,2%).

Los profesionales de la salud oral tenemos por misión resolver todas las dudas de nuestros pacientes y es bueno aprovechar la visita anual de revisión para solventar cualquier duda y ofrecer sugerencias a nuestros pacientes para obtener un cuidado dental excelente.

Pensando en las generaciones futuras, ¿qué papel ocupa la familia en la salud bucodental?
—Un papel primordial en el establecimiento de los hábitos saludables sin ninguna duda. Cepillarse los dientes, evitar el uso de tabaco, consumir alcohol solo de forma moderada o tener una dieta rica en fruta y verdura y de bajo contenido en grasas y azúcares son hábitos que se consiguen con la rutina familiar diaria. Los hijos de padres con hábitos nocivos tienen una mayor predisposición a seguir el mismo modelo erróneo de cuidado de la salud.

¿Y qué papel tiene la Administración? ¿Debería asumir más funciones o aplicar más iniciativas en este ámbito?
—La Administración debe velar para que los hijos de padres con unos hábitos de salud incorrectos puedan conocer los patrones correctos para promover el autocuidado. Los programas dirigidos a embarazadas para intentar promover unos conocimientos y hábitos correctos son también muy válidos como inversión de futuro.

Probablemente, el futuro nos deparará cada vez menos campañas de promoción de la salud oral específicas. La salud oral debe de integrarse junto a otros problemas de salud para vehiculizar su mensaje.

Cepillarse los dientes debe formar parte de nuestro autocuidado. Comer fruta, verdura y pocos azúcares debe formar parte de nuestra dieta correcta para no engordar, ni padecer diabetes.

El Libro Blanco de la Salud Bucodental en España 2010 del Consejo General de Dentistas revela que la mitad de los españoles no ha ido al dentista en el último año o que el 85 por 100 de los padres no haya llevado a sus hijos al dentista. ¿El miedo a acudir al dentista o la crisis económica son factores que están detrás de estas malas estadísticas?
—Es fascinante leer estos datos en plena implementación del Plan de Salud Bucodental en España. Mientras la gran mayoría de comunidades autónomas relata porcentajes de escolares incluídos en su plan por encima del 60% es curiosa que la media en España esté en un 15%. O el libro blanco contiene unos errores de gran calado o la mayoría de comunidades autónomas está ofreciendo cifras totalmente falsas y los varios millones de euros invertidos en este Plan en los últimos años no han obtenido los objetivos planteados. Creo que se debería ahondar en el debate acerca de este dato, especialmente desde el principal organismo del sector dental en España: el Consejo General de Dentistas.

¿Cómo creen que están influyendo estos factores?
—La crisis seguro que afecta reduciendo la inversión en servicios dentales y postponiendo tratamientos para épocas mejores pero hemos de pensar que tampoco tenemos unos porcentajes de visita anual al dentista muy altos en nuestro país ¿A qué edad sería recomendable la primera visita al dentista? Los odontopediatras americanos recomiendan la primera visita antes del año de edad. Tal vez no sería tan exigente, pero sí que creo que alrededor de los dos años sería bueno iniciar el contacto con el dentista para que este momento fuera un buen recuerdo y no una situación de urgencia con la necesidad de alguna intervención.

¿Tiene la población la percepción de que una mala salud bucal puede tener graves consecuencias en la salud general?
—No, no tiene la población esta percepción. De hecho relacionan algún hábito nocivo como el tabaco con la evolución de algún problema de salud como la caries antes que pensar que una boca en mal estado va a tener efectos en el resto del organismo.

Mientras en los Estados Unidos los consumidores utilizan enjuagues antisépticos para que su salud oral no sea puerta de entrada de problemas generales para su salud, aquí aún no se utilizan esos mensajes porque la cultura de la población en materia de salud oral no alcanza aún esos niveles. Miles de diabéticos desconocen que un mal estado periodontal afecta a un correcto control de su glicemia. Muchos pacientes desconocen que mantener nuestros propios dientes aporta años a nuestra vida.

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