Acaba de estrenar su tercer mandato consecutivo al frente del Colegio Profesional de Higienistas Dentales de la Comunidad de Madrid, pero Sol Archanco conserva la misma ilusión y ganas del principio. En esta entrevista hablamos con ella del presente y el futuro de la profesión, así como de la salud bucodental de la población española.
¿Cómo afronta el nuevo mandato del Colegio Profesional de Higienistas Dentales de la Comunidad de Madrid?
—Con la misma motivación e ilusión que hace ocho años cuando accedí por primera vez al cargo y actualmente con la ventaja de tener una estructura de trabajo más consolidada que en esa primera legislatura.
¿Cuál ha sido el balance de la legislatura anterior?
—Estimo que podemos hablar de un balance positivo, donde el número de colegiados ha aumentado año tras año, y donde el Colegio se ha preocupado por dotar a los colegiados del mayor número de servicios, como es el asesoramiento jurídico integral, el mantenimiento de una póliza de responsabilidad civil, la suscripción de un seguro de vida, la bolsa de trabajo y todo esto sin coste adicional para el colegiado, la planificación de cursos de formación continua acreditados por la Agencia Laín Entralgo, etc. No obstante, a pesar de estar satisfechos de los resultados de estos últimos cuatro años, la nueva Junta de Gobierno mantiene el reto de mejorar los resultados obtenidos y proporcionar mejoras en la profesión de higienista dental, sin aumentar el importe de las cuotas.
¿Qué avances más importantes se han producido en la profesión?
—Un avance importante es que nuestro colectivo es demandado por la industria y las sociedades científicas para aunar sinergias.
Esto conduce a que, por ejemplo, en la formación, industria y sociedades científicas realicen un filtro en el que a los cursos organizados por éstas, sólo puedan acceder higienistas y, en la mayoría, vayan avalados por el propio Colegio. Esto redunda en una garantía de calidad y seriedad para todos: higienistas, sociedades e industria. En este aspecto, destacar las buenas relaciones con la industria y las sociedades y nuestro ánimo de seguir trabajando conjuntamente.
A nivel, de colegiación, son cada vez más numerosos los higienistas que no se les facilita trabajo ni en la sanidad privada ni pública si no están debidamente colegiados. Esto es por el mayor conocimiento del empleador de la necesidad de que ese higienista esté cubierto por su propia póliza de responsabilidad civil y la garantía de tener un profesional debidamente cualificado.
¿Con cuántos colegiados cuenta actualmente?
—Con cerca de 700 colegiados y esperamos que la cifra se siga incrementando año tras año, a medida que los nuevos profesionales vayan descubriendo la importancia de pertenecer a un Colegio que dedica todos sus esfuerzos a dotarse de servicios dirigidos a los colegiados.
¿Qué retos se presentan en la nueva legislatura? ¿Cuáles son los objetivos de cara a los cuatro próximos años?
—Uno de los principales retos es la lucha contra el intrusismo, como suele ocurrir en la mayoría de los Colegios Profesionales, pero necesitamos la colaboración de la Administración Pública y del dentista o empresario para que no contrate a personal no cualificado para desarrollar competencias de higienistas. Para ello es importante el discurso del Consejo General de Dentistas y del propio Colegio de Madrid de Dentistas. No obstante, el Colegio interpondrá aquellas acciones judiciales y administrativas que estime convenientes con el fin de ordenar nuestra profesión. Por otra parte, señalar que desde el nacimiento del Colegio uno de los objetivos fundamentales ha sido la puesta en marcha e implementación de las nuevas tecnologías en todas aquellas facetas en las que el Colegio está presente, objetivo que pretendemos afianzar durante los próximos cuatro años con la puesta en marcha de nuevos servicios en los que las herramientas tecnológicas son las protagonistas, facilitando así la interactuación entre el colegiado y el Colegio y entre el ciudadano y el Colegio.
¿Cuáles son las inquietudes de los colegiados?
—Las inquietudes del higienista dental son diversas, pero fundamentalmente se centran en aspectos de regular y ordenar la profesión, esto es, acabar con el intrusismo profesional, tanto por el bien de la profesión como por dar un servicio adecuado al ciudadano. También es importante reseñar su interés por la formación continua y mejorar la calidad de las prestaciones profesionales.
¿Cómo se intenta combatir el intrusismo?
—El Colegio dedica a este problema un esfuerzo adicional, acciones judiciales, denuncias ante la Consejería de Sanidad, campañas informativas, etc. porque es una situación que perjudica al sector y a la sociedad. También se realizan campañas informativas para que aquellos profesionales higienistas dentales que ejercen la profesión cumplan con el mandato establecido en la Ley y procedan a su colegiación para evitar situaciones desiguales en el ejercicio de la profesión. Esta es una circunstancia sobre la que se están adoptando medidas con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Asimismo, periódicamente «recuerdo» a los dentistas su obligación de cumplir la Ley y no fomentar el intrusismo.
Según los datos de la Comunidad de Madrid, entre los ciclos con mayor inserción laboral en la región figura Higiene Bucodental (índices del 87%). ¿Está salvando bien la profesión la crisis?
—El dato así lo revela, siempre hemos estimado que la profesión de higienista dental era una profesión joven y de futuro, y, actualmente, en momentos que los que el empleo es precario, sigue existiendo un índice de empleo muy alto.
No obstante, el Colegio también cuenta con una bolsa de trabajo que ayuda a aquellos colegiados que se han quedado sin trabajo, y existen proyectos de cara a esta legislatura que se vincularán a la ayuda de los colegiados en caso de desempleo.
Los estudios muestran que los hábitos de higiene bucodental de la población española no son demasiado buenos. ¿Qué cree que es necesario para mejorarlos?
—Es cierto que seguimos a la cola de Europa pero desde mi perspectiva de la clínica privada que es donde desarrollo mi trabajo, puedo percibir un cambio en la actitud del paciente respecto al dentista y al cuidado de su boca. Hay una mayor cercanía entre nosotros y el paciente y, éste, inmerso en el estado del bienestar en el que vivimos, va comprendiendo que la boca forma parte de su cuerpo y no sólo de manera estética, y cada vez demanda más información. El paciente, está deseoso de saber, mejorar y aprender así que sólo debemos tener paciencia y dedicarnos a explicarles lo que deben y necesitan saber, transmitirles información para que ellos sean capaces de transmitir correctamente esa información a su familia, amigos, etc. Es necesario reeducar en hábitos de higiene y conseguir esto es más difícil que educar a aquellos que no tienen hábitos anteriores. Es más fácil enseñar a un niño que reeducar en técnicas correctas de cepillado a un adulto.
¿Qué consejos daría para mejorar la higiene dental?
—Que se establezcan bien las prioridades: saber cepillarse correctamente los dientes y disponer de un cepillo de dientes adecuado.
Por supuesto, visitar al dentista una vez al año. Siguiendo estos consejos básicos, van a ahorrar en problemas dentales y gastos de salud dental.
¿Qué riesgos conlleva tener una mala higiene dental?
—La evidencia científica nos demuestra la asociación, por ejemplo, entre la enfermedad periodontal y enfermedades como la diabetes, partos prematuros o cardiacos. Es nuestra obligación informar al paciente de los riesgos que esto conlleva sin alarmismos pero con rigurosidad. Esto es tarea de todos aquellos que conformamos el equipo dental con el apoyo de las Sociedades científicas y los laboratorios.