“El mercado europeo está saturado de sistemas de adhesivos y composites de resina y el odontólogo medio se sentiría completamente abrumado si quisiera probarlos todos”.
Sistemas de tres botellas, sistemas de dos botellas, sistemas de una botella y todo con diferentes mecanismos adhesivos: ¿quién podría familiarizarse con todos ellos? Como profesionales normales, no tenemos tiempo para trabajar de forma intensiva con lo que es en realidad un asunto difícil, de modo que en la práctica cada día nos encontramos con nuevos problemas que hemos de solventar.
Nosotros, usuarios estándar, no podemos en última instancia valorar si un cierto sistema adhesivo funciona clínicamente. Hemos de confiar en quienes cuyo trabajo diario consiste en llevar a cabo pruebas de los materiales.
La búsqueda de un posible sistema infalible
Casi todos los sistemas en el mercado actual funcionan más o menos bien. ¿De qué hablamos en realidad? ¿Cuán grande debe ser la fuerza adhesiva de un sistema para estar seguro de un sellado a largo plazo? ¿Son suficientes 28 Mpa o son más necesarios 34 Mpa? En realidad, nadie ha podido responderme a esta pregunta hasta ahora.
Parece mucho más importante para mí que los sistemas sean aplicados correctamente y que sean de un manejo lo más sencillo posible para nosotros los clínicos. No obstante, es aquí precisamente donde el problema reside. Los clásicos sistemas de adhesivos en varios pasos son sistemas cuyo trabajo conocemos por completo, pero que son muy complejos y propensos a error.
¿Qué podría convencer a un usuario como yo para abandonar un sistema que haya utilizado con éxito durante más de veinte años? La respuesta es muy sencilla. El sistema de adhesivo utilizado debe ser menos sensible a la técnica y funcionar al menos igual.
Consideremos primero los sistemas clásicos de tres botellas con la técnica de grabado y aclarado. Estos presentan cinco puntos débiles:
1. Riesgo de confundir las botellas.
2. Sobregrabado de la dentina.
3. Insuficiente aclarado de la cavidad.
4. Sobresecado de la dentina.
5. Muy sensible a la humedad.
Trabajar con tales sistemas require mucho instinto, asistencia perfecta y un dique de goma. Los sistemas de autograbado en una sola botella han eliminado estas debilidades en su mayoría, pero cada sistema sigue teniendo factores de error en los que hay que tener cuidado.
Un nuevo sistema desde Japón con buenas evidencias clínicas.
Hemos estado usando en obturaciones el adhesivo de autograbado de séptima generación GC G-Bond, sistema de una botella, durante seis meses. De fabricación japonesa, el producto ha sido extensamente analizado y testado en Japón. Ha sido usado exitosamente millones de veces.
Desafortunadamente, es habitual que el mercado alemán se muestre desinteresado ante los resultados de investigación japoneses. Naturalmente, este producto ha sido analizado mientras tanto por conocidos científicos alemanes (doctor U. Plunk) y suizos (profesor Krejci). Los valores del adhesivo determinados tras su uso correcto, particularmente en la dentina, resultan excelentes.
Al parecer, los japoneses han logrado alcanzar una unión química entre el adhesivo y la dentina con una absoluta nueva filosofía de adhesión y, al mismo tiempo, han proporcionado una adhesión suficiente al esmalte. Una descripción del complejo químico podría sobrepasar al receptor de este artículo, pero puede obtenerla del fabricante de cada adhesivo directamente.
El sistema es increíblemente fácil de usar, lo que supone una gran ventaja comparado con la lista de requerimientos en los sistemas clásicos. Para mí lo más importante no es el tiempo ahorrado, sino la determinante reducción en fuentes de error.
Uso clínico del adhesivo en combinación
con composite estético
1. Preparación de la cavidad de acuerdo con el criterio habitual. Es importante grabar los márgenes de esmalte no preparados, puesto que los sistemas de autograbado con sus débiles ácidos no están preparados para crear una retentiva capa en márgenes de esmalte sin acondicionar. El SonicPrep System (Kavo, Biberach) puede ser de ayuda en el área proximal. Se limpia la cavidad, se desinfecta y seca cuidadosamente (Figuras 1-4).
2. Brevemente, agitar la botella con fuerza antes de usar para distribuir cualquier silicato sin disolver. Cierre la botella inmediatamente después de su uso. El cuello de la botella, por su delgadez, facilita una buena dispensación del adhesivo (Figuras 5 y 6).
3. Cubrir la cavidad con una fina capa de adhesivo de séptima generación. Ésta no debe ser inundada con el producto. El material no debe friccionarse en la dentina. Dejar trabajar durante diez segundos.
4. Secar seguidamente la cavidad con aire a presión hasta que no existan movimientos evidentes de líquido. La cavidad ahora tiene un brillo mate. El fabricante recomienda secar el material durante 10 segundos aplicando aire. Aquí es necesario tener cuidado, puesto que algunas cavidades pueden requerir más tiempo hasta que todo movimiento de líquido desaparezca. Los golpes de aire eliminan el agua y la acetona. Esos residuos reducen de modo espectacular la fuerza adhesiva según el profesor Krejci. Entonces se fotopolimeriza durante diez o más segundos (Figuras 7-9).
El resto del procedimiento clínico es realizado de la manera habitual.
En nuestro caso hemos usado GC Gradia Direct como material de obturaciones, caracterizado por una excelente adaptación a los márgenes de la obturación y una impresionante translucidez. Adicionalmente, la selección del color es muy simple gracias a un excelente sistema de colores. Se obtiene un muy buen resultado en el 90% de los casos con combinaciones de dos o tres colores.
Como puede observarse, el uso de los nuevos adhesivos de séptima generación es muy simple en comparación con los sistemas clásicos. Aún excediendo las instrucciones del fabricante en lo que respecta a fotopolimerización y secado, realmente no se pueden cometer errores.
La adhesión de los componentes es también más sencilla con estos sistemas. Sin embargo, hay que recordar que unos márgenes de esmalte sin preparar deben ser grabados con ácido para alcanzar una buena adhesión al esmalte. Por otra parte, estos adhesivos en general son relativamente insensibles a la humedad, por lo que no es necesario trabajar siempre con un dique de goma. Esto no significa que la saliva o la sangre deban estar presentes en la cavidad. Incluso las grandes reconstrucciones adhesivas son sencillas de realizar con este sistema.
Conclusión
Hemos estado utilizando estos nuevos adhesivos (G-Bond en nuestro caso) en mi consulta durante más de seis meses. No hemos tenido un solo caso en este tiempo de sensibilidad postoperatoria u otro tipo de problemas. Si bien, para nosotros estos sistemas tienen una desventaja. La eliminación de las matrices de metálicas es algo problemática, puesto que los residuos del secado se adhieren en grado sumo a la pieza dental y resultan muy difíciles de quitar.
Si realmente quiere conocer cómo funcionan estos nuevos adhesivos de autograbado, debería intentar retirar una obturación que haya realizado con alguno de ellos. Esta es la mejor forma para demostrar si la unión del adhesivo es realmente buena o no. He hecho esto muchas veces y no he tenido éxito ni una sola vez ni siquiera intentando retirar la más pequeña parte del composite de la parte inferior de las cavidades sin usar una fresa de diamante.
En principio, se aconseja precaución con respecto a nuevos sistemas de adhesivos, porque existe una presión constante como consecuencia de la llegada de nuevos productos al mercado de los que no siempre se obtiene lo que prometen. Las cifras publicadas por conocidos científicos, mi propia experiencia y el verdaderamente simple manejo del sistema, hace de los adhesivos de autograbado de séptima generación una alternativa realmente interesante que usted debería probar al menos una vez.