Le hemos pedido al presidente del Colegio Oficial de Protésicos Dentales de Cataluña, José M.ª Fonollosa Pla, que nos hable del convenio firmado a mediados de 2007 con el Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de España, un acuerdo pionero que se justifica “porque ambas profesiones se necesitan y deben actuar conjuntamente, cada uno en su ámbito de competencias, en aras de conseguir, sobre todo pensando en el paciente, unas prótesis de calidad”. Entre dos segmentos profesionales que colaboran estrechamente a diario, es fundamental, razona José M.ª Fonollosa, la existencia de “un marco normativo, aceptado y promovido por sus representantes, que regule esta relación”.
El máximo representante de los protésicos catalanes nos expresa, en esta entrevista, su satisfacción por un documento que considera como muy beneficioso para la profesión y para cuya firma contó con el respaldo de los colegiados.
Pregunta. El pasado mes de julio, el Colegio de Protésicos Dentales de Cataluña firmó un acuerdo con el Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos para la regulación de las relaciones entre dentistas y protésicos. ¿Cuáles fueron las razones fundamentales que les llevaron a ello? ¿Qué objetivos perseguía el Colegio?
Respuesta. En primer lugar quiero agradecer encarecidamente a Gaceta Dental que haya publicado este convenio ya que el Consejo General de Protésicos Dentales no lo ha hecho en su revista, impidiendo que sea conocido por la mayoría de profesionales de España. El actual Comité Ejecutivo del Consejo de Protésicos, se ha limitado a criticarlo y a tratar de ridiculizarlo, mediante una editorial firmada por un miembro de la llamada “Comisión de Defensa Profesional” en la que no escatima ni insultos, ni mentiras de las que, evidentemente, tendrá que responder en los tribunales. Igualmente, en la editorial del número 154 —mes de marzo— de la revista del Consejo de Protésicos Dentales, firmado por su presidenta M.ª Eugenia Campoo, se refiere a este convenio de la siguiente manera: “Ya va siendo hora de erradicar las alianzas contra natura (llámese [sic] los convenios suscritos por dirigentes del Colegio Catalán con el Consejo General de Odontólogos, a espaldas de sus colegiados) que pretendan regular nuestro trabajo y el mercado de la prótesis al margen de la ley”. No tengo intención de extenderme demasiado pero le diré que la presidenta del Consejo de Protésicos Dentales se equivoca al afirmar que dicho convenio haya sido firmado a espaldas de nuestros colegiados. En nuestro colegio las decisiones se toman democráticamente y de acuerdo a la ley. Por ejemplo, para esta entrevista cuento con el respaldo previo de la Junta que yo presido. No deja de ser extraño que hablen reiteradamente de un convenio que no se han atrevido a publicar. ¿No será que están seguros de que sería del agrado de la amplia mayoría de los protésicos dentales de este país? Si hablan de ilegalidades del mismo, ustedes, miembros del Comité Ejecutivo, que son tan aficionados a presentar querellas criminales, por supuesto con el dinero de todos los protésicos dentales de España, como las que recientemente han interpuesto a las Juntas Directivas de los colegios de Galicia y Cantabria —dividiendo de forma irreparable a nuestro colectivo—, atrévanse a interponerlas contra nosotros. Tanto mi Junta directiva como yo mismo les esperamos. Estamos cansados de personajes que con un currículum tan pobre a sus espaldas, que nadie conocía en nuestro mundo profesional, insulten reiteradamente a los auténticos protésicos dentales por su forma de ejercer honrada y lícitamente la profesión. Atrévanse a defender sus argumentos, si de verdad los tienen, ante las autoridades sanitarias y judiciales y acabaremos con su farsa y su demagogia.
Dicho esto y contestando a su pregunta, he de decirle que nos sentimos francamente orgullosos de haber llegado, finalmente, a la firma de este convenio porque entendemos que se trata de un documento altamente beneficioso para nuestra profesión y para los profesionales que la ejercen que son, en definitiva, a quienes nos debemos. Así nos lo han expresado nuestros colegiados que, con su opinión, nos han dado el respaldo necesario para firmarlo. Este Convenio agrupa en un solo documento, de manera clara y estructurada, todas aquellas competencias y atribuciones que, a través de los años, las Administraciones nos han ido otorgando mediante distintas leyes, decretos y algunas sentencias del Tribunal Supremo, que son las que crean jurisprudencia y que, en ocasiones, son de difícil acceso para cualquier profesional.
Pero quizás la principal virtud de este convenio es que también regula muchos aspectos que afectan a la práctica diaria de nuestros profesionales y que, si bien para nosotros parecen muy lógicos y razonables, no quedan reflejados de manera explícita en ninguna normativa legal, lo que hace muy complicado su cumplimiento. En definitiva, atiende a las necesidades concretas y a los problemas reales que presenta el ejercicio de nuestra profesión e incide directamente en nuestras relaciones diarias con los dentistas.
Cualquiera que conozca nuestro día a día en el laboratorio, sabe lo difícil que resulta que los dentistas acepten algunas cuestiones contempladas en este convenio, por lo tanto es muy importante que su máximo organismo, el Consejo General de Odontólogos y Estomatólogos, en representación de todos sus colegiados, ya las haya aceptado con la firma de este convenio. En este sentido, también es de justicia agradecer la actitud dialogante de su presidente así como su voluntad de llegar a acuerdos.
Siendo importantes las razones ya aducidas, quizás el principal objetivo que hemos perseguido al firmar este convenio haya sido dar un paso hacia delante y demostrar que ambas profesiones pueden llegar a acuerdos, ya que entendemos que es bueno para todos que así sea. Creemos, sinceramente, que ha merecido la pena el esfuerzo y las horas de trabajo dedicadas, para poder llegar a la firma del primer convenio entre dentistas y protésicos.
P. ¿Por qué son importantes este tipo de pactos entre ambas profesiones?
R. Porque ambas profesiones se necesitan y deben actuar conjuntamente, cada uno en su ámbito de competencias, en aras de conseguir, sobre todo pensando en el paciente, unas prótesis de calidad. Cada día miles de profesionales, dentistas y protésicos dentales establecen relaciones, hablan, discuten, plantean problemas, colaboran entre sí, en definitiva, conviven. No es bueno para nadie que no exista una vía de diálogo entre sus dirigentes. Entendemos, pues, que es muy importante que exista un marco normativo, aceptado y promovido por sus representantes, que regule esta relación.
P. Imaginamos que la firma de este acuerdo requiere una negociación entre ambos sectores. ¿En qué aspectos se han dado coincidencias entre la postura del Consejo General de Dentistas y la del Colegio de Protésicos de Cataluña y en cuáles difieren? O, dicho de otra manera, ¿en qué han tenido que ceder tanto unos como otros?
R. Este Convenio es fruto de la negociación entre el Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de España y distintos Colegios y Asociaciones de protésicos dentales. Por lo tanto en la elaboración del redactado final no sólo ha participado el Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos y el Colegio de Cataluña, sino que también lo han hecho otros representantes de Colegios y Asociaciones de protésicos dentales. Y, sinceramente, le diré que todos hemos aportado cosas muy interesantes que han enriquecido el documento. Obviamente el texto final no puede contentar al cien por cien ni a los dentistas ni a los protésicos dentales ya que si fuera así no estaríamos hablando de una negociación, de un acuerdo, estaríamos hablando de una imposición de una parte sobre la otra. Si alguien acude a una negociación con la premisa de “o todo o nada” nunca llegará a un acuerdo. Seguramente cada uno de los representantes de los protésicos dentales y de los dentistas tendríamos un redactado ideal y así lo hemos defendido durante la negociación. Ahora bien, ambas partes, entendíamos también que era bueno que se llegara a un acuerdo ya que con esta voluntad se empezó a negociar. No podemos olvidar que, por distintas causas, jamás se había llegado a un acuerdo entre ambos colectivos.
En cuanto a las coincidencias y diferencias podemos decir que, finalmente, todos los que hemos participado hemos coincidido, salvo pequeños matices, en todos los puntos. Quizás las mayores discrepancias se han dado en el redactado referido a la facturación que, como se puede leer en el convenio, contempla tanto la facturación directa al paciente como a la clínica dental o al dentista. No hay que olvidar que esta última situación, además de ser legal es la practicada por la inmensa mayoría de laboratorios. Dicho esto, nosotros defenderemos y promocionaremos la información al paciente sobre su derecho a poder pagar directamente al protésico dental, porque entendemos que es positivo tanto para él como para nuestra profesión. Dado que un número considerable de clínicas dentales, lamentablemente, están buscando tarifas bajísimas, y como suponemos que creen que esta manera de actuar es correcta, con toda seguridad no les importará a las mismas que el paciente conozca los honorarios de ambos profesionales.
Personalmente creo que, en realidad, ninguna de ambas partes ha tenido que ceder más de lo debido. Como he dicho antes, se ha decidido dar un paso hacia delante, y lo que se ha pretendido es establecer un convenio basado en la lógica de la realidad cotidiana y en la legislación vigente. Muchos de nuestros colegiados nos decían que este convenio no se firmaría jamás ya que entendían que era beneficioso para los protésicos dentales. Por nuestra parte, reiterando que algún texto lo hubiésemos redactado de otra manera, podemos afirmar con toda rotundidad que no solamente no hemos cedido en ninguna de nuestras competencias, competencias reales, las que están escritas en leyes y decretos o en sentencias del tribunal supremo, sino que, además, han quedado consolidadas y reconocidas de manera clara tanto éstas como también otros aspectos de los que no hay una normativa legal explícita.
P. Sin embargo, han pasado ya varios meses y, que sepamos, no ha habido otros colegios regionales que se adscribieran o que llegaran a convenios similares con el colectivo de dentistas. ¿A qué lo atribuye?
R. Como he comentado, en la elaboración de este Convenio han participado muchos colegios y asociaciones que están valorando la conveniencia de firmarlo o no. En algunos casos tratarán de incorporar algún matiz que consideran importante y en otros están a la espera de que lo apruebe su Asamblea. No obstante me consta que al menos el Colegio de Cantabria también lo ha firmado.
Lo que sí podemos afirmar es que los profesionales que lo conocen les parece, en líneas generales, un documento positivo para la profesión ya que, sobre todo, atiende a las cuestiones reales de la práctica diaria de los laboratorios. ¿No le parece a usted que si realmente fuera legalmente vulnerable, aquellos sectores que les ha molestado su firma ya hubiesen presentado informes rigurosos al respecto?
Nosotros creemos que los dirigentes de los colegios deben estar al servicio de sus colegiados y de la profesión que representan y, por lo tanto, están obligados a conseguir mejoras para ellos. En la firma de este Convenio ha pesado más la importancia de los acuerdos para nuestra profesión que las críticas, que ya esperábamos, del Comité Ejecutivo del Consejo General de Protésicos Dentales, quienes, hablando claro, y a juzgar por sus declaraciones, poco les preocupan los problemas del ejercicio diario de nuestra profesión en el laboratorio. Muy al contrario, siguen obcecados en reclamar unas competencias, que la ley nunca nos ha otorgado y de manera demagógica, se dirigen a nuestro colectivo como salvadores, anunciando hipotéticos logros y “avances” que, en realidad, ni se han llevado a la práctica nunca ni, a buen seguro, supondrían la solución de los problemas de nuestra profesión.
P. Algunos profesionales se preguntarán por qué razón un colegio regional, como el Colegio Oficial de Protésicos Dentales de Cataluña, establece un acercamiento el Consejo General de Dentistas y no lo hace el Consejo General de Protésicos Dentales. ¿Han hablado de este tema? ¿Cuál es la postura del Consejo?
R. Es una pregunta muy oportuna y que le contesto con mucho gusto. Mire, la firma de este convenio es perfectamente legal, pero es evidente que si nuestro Consejo hubiese sido capaz de llegar a determinados acuerdos positivos para la profesión, no tendríamos que haberlo firmado nosotros. Y es que, nosotros, desde el primer momento, hemos defendido la necesidad de que exista un Consejo General de Colegios de Protésicos Dentales. Por este motivo quizás sea el momento de recordar que fue el Colegio de Cataluña junto al Colegio de Protésicos Dentales de Cantabria, quienes solicitamos la creación del Consejo General de Colegios de Protésicos Dentales. Colaboramos muy activamente en el seguimiento de los trámites de creación, por cierto, nada fáciles, hasta su publicación en el BOE en marzo de 2001. Lo hicimos porque creíamos, sinceramente, que era muy importante para los protésicos dentales de España disponer de un instrumento, con la categoría de un Consejo General, que permitiera agrupar a toda la profesión y, de esta manera, poder participar de todas las opiniones y de una línea de actuación cohesionada que atendiera a las necesidades y los problemas reales del sector. Y le diré que en un primer momento así se hacía. Por lo tanto, no cabe ninguna duda sobre nuestra voluntad integradora y sobre nuestro papel en la creación del Consejo General de Protésicos Dentales.
Con el Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos, lo que hemos hecho es mantener una línea de diálogo abierta, como es lo lógico que sea, junto a otros colegios y asociaciones de protésicos dentales, y negociar un documento que entendemos que es positivo para la profesión. También lo hubiésemos mantenido con el Consejo General de Protésicos Dentales, si el actual Comité Ejecutivo admitiera planteamientos distintos a los suyos sobre las cuestiones que afectan a nuestra profesión. Pero, desgraciadamente, el contacto con dicho Comité se limita al de las dos preceptivas asambleas anuales en las que prácticamente se despachan cuestiones administrativas y poco más.
Actualmente, muy a pesar nuestro, resulta muy difícil hablar con el Comité Ejecutivo del Consejo de Protésicos. Desgraciadamente, tampoco tiene un diálogo muy fluido con el resto de Colegios, ya que si analizamos la última Asamblea —órgano de representación colegial en el Consejo General— del mes de diciembre podemos observar que sólo asistieron ocho de los dieciocho Colegios y dos, por lo menos, se mostraron abiertamente muy críticos con la manera de actuar del actual Comité Ejecutivo. Tampoco hay que olvidar que el actual Comité Ejecutivo del Consejo General de Protésicos Dentales fue elegido por sólo seis Colegios, de los diecisiete existentes en esa fecha, en las últimas elecciones de septiembre de 2004 y que se rige, aún, por unos estatutos provisionales, y que dicho Comité ha sido incapaz, después de cuatro años, de conseguir que el Ministerio de Sanidad apruebe los estatutos definitivos que le obligarían a convocar unas elecciones.
Mire usted, nosotros, lógicamente pertenecemos al Consejo desde el primer día que se formó, pues bien, todavía no tenemos un documento oficial del Comité Ejecutivo donde se plasmen los objetivos hacia los que debe apuntar nuestra profesión. Si todavía no han sido capaces de definirse en este sentido difícilmente pueden llegar a ningún tipo de acuerdo profesional. Ahora bien, el punto de vista del actual Comité Ejecutivo del Consejo General de Protésicos Dentales sobre nuestra profesión, expresado a través de diversas declaraciones, algunas de ellas muy recientes, no encaja en un Convenio en el que el perfil profesional es el que la legislación vigente, única y exclusivamente contempla y que, además, coincide con el ejercicio que la inmensa mayoría de los protésicos dentales desarrolla en sus laboratorios.
P. Desde el momento de la firma, ¿han mantenido contactos con el Consejo General de Dentistas? ¿En qué puntos se ha avanzado?
R. Como ya he dicho antes nuestras relaciones son fluidas, que es lo que debe ser entre dos entidades como las nuestras. Por su parte el Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos lo ha divulgado y ha instado a su cumplimiento a todos los colegiados de España. Evidentemente, otra cosa es que se cumpla en el día a día de manera inmediata, y en esa labor estamos. Ciertamente tendríamos que preguntarnos si un documento de esta índole no se hubiese tenido que firmar mucho antes para que ahora ya estuviese plenamente consolidado en la práctica diaria.
P. Pasando a otro tema, el sector de la prótesis dental se está viendo perjudicado por un tema tan grave como la importación y subcontratación de prótesis a terceros países. ¿Qué es lo que, en su opinión, se puede hacer para solventar este problema, si es que se puede hacer algo?
R. Efectivamente, como usted dice, la importación y subcontratación de prótesis dentales desde terceros países es un asunto muy grave, que si bien aún no podemos valorar el grado de incidencia que ha tenido hasta ahora en nuestro sector, no cabe ninguna duda que ya ha ocasionado un evidente perjuicio a muchos laboratorios. No podemos olvidar que cada trabajo que sale de España representa una prótesis dental que deja de hacerse en nuestros laboratorios. Y esto afecta directamente a todos los profesionales, ya sean empresarios o colaboradores. Por lo tanto, para nosotros este tema ha sido prioritario y desde el primer momento hemos actuado de manera enérgica.
El Colegio de Cataluña, junto a otros Colegios y Asociaciones, mantuvo una reunión con la Subdirectora General de Productos Sanitarios, para exponerle cuál era la situación en nuestro sector con relación a este tema. Como consecuencia de esta reunión la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios publicó un documento donde se establece la normativa para la “Fabricación e importación de prótesis dentales, materias primas y productos intermedios”. Este documento era esencial para poder determinar la legalidad de las empresas que quieran realizar esta actividad. También le he de decir que nos comunicaron que no existe ninguna licencia de importación de prótesis dentales concedida.
El Colegio de Cataluña ya ha denunciado ante las autoridades sanitarias a dos empresas y neutralizado algunas nuevas iniciativas que habíamos detectado y no le quepa la menor duda que así seguiremos actuando. Nos consta que otros colegios actúan con la misma eficacia, como por ejemplo el Colegio de Madrid o el Colegio de Galicia, que están realizando una gran labor en este asunto tan dañino para nuestra profesión.
También he de decirle que hemos encontrado mucho apoyo en las autoridades sanitarias catalanas que no están dispuestas a tolerar la entrada de ninguna prótesis dental ilegal y, en este sentido así se lo han transmitido, mediante escrito oficial, a todos los laboratorios establecidos legalmente en nuestra comunidad.
Mire, le he decir que importar o subcontratar prótesis de terceros países es francamente difícil y, créame, lo sabemos muy bien porque hemos analizado toda la legislación al respecto en profundidad. Por ello, hay que perseguir esta actividad y ahí donde se detecte la mínima sombra de ilegalidad presentar la correspondiente denuncia. Nosotros pensamos que no se debe escatimar ningún esfuerzo ante estas actividades, en la mayoría de los casos llevadas a cabo por colegas nuestros, que de manera ingenua, no se dan cuenta que si tal actividad llegase a ser un buen negocio, lo que en realidad estarían haciendo es abrirle el mercado a unas empresas extranjeras que, en un futuro, tal como se ha demostrado en otros sectores, acabarían haciendo la actividad completa, dejando de lado a los que la habían iniciado, quedándose estos sin negocio y, por supuesto, sin prestigio profesional por el daño irreparable causado a nuestra profesión.
P. ¿Qué otros problemas afectan a la profesión y cómo lucha el Colegio Oficial de Protésicos Dentales de Cataluña para encontrarles solución?
R. Como usted muy bien apunta, sin duda hay otros problemas que afectan a nuestra profesión y todas nuestras fuerzas deben enfocarse en este sentido. Ahora bien, nuestros problemas no se solucionan interpretando la ley y sentencias de juzgados menores, según los deseos particulares del iluminado de turno y viendo nuevas competencias donde no las hay. ¿No le parece a usted que si estas competencias fueran tan evidentes y claras, como nos pretende vender el Comité Ejecutivo del Consejo de Protésicos, ya las tendríamos plenamente asumidas en la práctica diaria transcurridos justo ahora veintidós años desde la Ley de 1986?
Cuestiones que afectan directamente a nuestra profesión, como la formación de los futuros protésicos dentales, la repercusión de las nuevas tecnologías basadas en la informática con técnicas que en ocasiones obvian la figura del protésico dental, la necesidad de contar con unos buenos convenios colectivos, la posibilidad de establecer prestaciones de la Seguridad Social para las prótesis dentales o la de ser capaces de transmitir a la sociedad la importancia y la necesidad de contar con toda la información sobre su prótesis dental para garantizar su origen y su calidad, son temas que nos preocupan y, en la medida de nuestras posibilidades, le dedicamos el máximo esfuerzo.
Aunque, con toda sinceridad, y se lo digo porque así lo creo, llevando a la práctica diaria lo establecido en este convenio gran parte de nuestros problemas quedarían solucionados.
P. ¿Cree que muchas de estas dificultades podrían suavizarse si el colectivo de protésicos dentales se concienciara de la importancia de colegiarse y de asociarse para luchar todos unidos?
R. Colegiación, por su puesto, ya que además de ser obligatoria, permite cohesionar a nuestro colectivo y, en consecuencia, aunar fuerzas para dar respuesta a nuestras necesidades. Nadie se imagina que una profesión titulada y colegiada como la nuestra se pueda ejercer sin estar colegiado. En nuestra comunidad, quizás por tratarse de un Colegio ya muy veterano, la colegiación de los profesionales está bastante consolidada.
Dicho esto, creo que también se ha de hacer especial hincapié en que todos los laboratorios dispongan de la correspondiente Licencia Sanitaria de Funcionamiento, por cierto obligatoria para todos los fabricantes de productos sanitarios desde la aparición del Decreto 414/1996, de 1 de marzo, por el que se regulan los productos sanitarios. Yo le puedo hablar de nuestra comunidad y los que no disponen la licencia sanitaria son prácticamente una minoría. Además, en la página web de la Consejería de Salud de nuestra Comunidad, actualizada periódicamente, aparecen todos los laboratorios autorizados gracias a lo cual todos los profesionales de nuestro sector pueden acceder a esta información, lo que permite una mayor transparencia para todos.
Para finalizar quiero decirle que nos gustaría contar con un Consejo Profesional en el que todos nos pudiéramos sentir cómodos y luchar de manera conjunta por nuestra profesión, contando con la opinión de todos, absolutamente todos, los Colegios de Protésicos Dentales de España, tal como ocurría en un principio y que tan buenos resultados dio en su momento a la profesión.