Hablamos con el presidente del Consejo General de Dentistas de España, el Dr. Óscar Castro Reino, y con otros referentes del panorama odontológico nacional para repasar los principales aspectos de la formación odontológica actual y las características esenciales que debe reunir una formación de postgrado de calidad.
¿En qué punto está la formación odontológica en España?
Actualmente existe una amplia oferta formativa, tanto pregraduada con 23 facultades de Odontología (12 públicas y 11 privadas) como postgraduada y continua. En las facultades de Odontología hay cerca de 10.000 estudiantes de los cuales se gradúan al año unos 1.800. Es muy importante que la formación en pregrado abarque adecuadamente los aspectos de formación clínica para que los estudiantes, al finalizar sus estudios de grado,
sean capaces de enfrentarse al ejercicio profesional con unos niveles de atención adecuados. Con relación a la oferta postgraduada, el listado de opciones es sumamente amplio y diverso.
Incluye másteres universitarios y diplomas, pero también una formación denominada “especializada”. En la actualidad, España no reconoce ninguna especialidad en Odontología y, por lo tanto, no deberían utilizarse denominaciones que puedan llevar a confusión. Desde el Consejo General de Dentistas estamos trabajando para que se aprueben las especialidades en Odontología, lo que nos equipararía a los dentistas europeos y nos permitiría ofrecer a los pacientes una calidad asistencial aún mejor que la actual.
¿Cuáles son las necesidades en la formación de grado y continuada?
Probablemente, la masificación a la que asistimos en la formación de grado en muchas universidades esté impidiendo poder proporcionar toda la formación que sería deseable. Es muy importante que los estudios de grado contemplen nuevos aspectos asistenciales (es el caso de la venopunción, por ejemplo); se vaya adecuando a la nueva legislación sobre uso de amalgama y, en definitiva, sean capaces de proporcionar una suficiente formación que permita al joven dentista afrontar los retos iniciales sin necesidad de tener que completar necesariamente esa formación con unos estudios de postgrado.
En cuanto a la formación continuada, en algunos países de la UE está contemplada como obligatoria. En nuestro país, hasta ahora, se la viene considerando como voluntaria y representa una obligación permanente de autoexigencia al objeto de ir actualizando los conocimientos y las técnicas. Desde el Consejo General de Dentistas y la Fundación Dental Española se ofrece cada año una oferta muy amplia, formando por ejercicio a cerca de 2.000 profesionales.
¿Qué consejos daría a los futuros dentistas en el plano formativo?
Que no se obsesionen por los títulos y sí por adquirir conocimientos y destreza para solucionar los problemas de la clínica diaria, seleccionando a fondo el postgrado que les ofrezca el máximo rendimiento y las mejores garantías.
El objetivo final del aprendizaje es la salud de nuestros pacientes y la solución de sus problemas, por lo que les recomiendo que cultiven la empatía con estos. Les irá mejor en la profesión y tendrán más satisfacciones.
¿Cómo debe evolucionar la formación en Odontología?
Una mejor formación en Odontología debe pasar por un perfeccionamiento de todos los niveles en los que el dentista se va formando. Es clave que su formación pregraduada esté
adecuada a las necesidades de la Odontología del siglo XXI y que sepan cómo ir adaptándose a los cambios.
Esta formación básica puede completarse con estudios de postgrado. En este sentido, recomendamos informarse adecuadamente de la amplia oferta existente para poder seleccionar la opción que mejor se adapte a las necesidades de cada uno. Finalmente, la formación continua debe ser contemplada como una obligación ética profesional. Es la mejor manera de proporcionar a nuestros pacientes una Odontología ética y de calidad.
ES CLAVE ADQUIRIR DESTREZA PARA SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS DE LA CLÍNICA DIARIA Y CULTIVAR LA EMPATÍA CON LOS PACIENTES
La voz de la experiencia: recomendaciones de los más veteranos
Sobre las características esenciales que debe reunir la formación postgraduada o la “receta mágica” para sacar el máximo aprovechamiento de la misma nos hablan algunos veteranos del sector. Tiempo, esfuerzo, ética y pasión son algunos ingredientes que marcan el camino hacia una carrera exitosa.
No todo vale. La formación de postgrado debe cumplir una serie de requisitos para conseguir su objetivo de capacitación, especialización o reciclaje. Y, en este sentido, los profesionales con experiencia lo tienen claro. “Cuando un alumno acude a un curso de este tipo aporta una aptitud, un potencial personal individual que se tiene o no en diverso grado y que no se puede variar”, asegura el Dr. Juan López- Quiles, director del Máster en Cirugía Bucal e Implantología de la Universidad Complutense de Madrid.
«No obstante –apunta–, el curso sí debe ser capaz de desarrollar al alumno en otros tres valores:
- Actitud. El querer. Estimulando la voluntad del alumno para aprender y conseguir sus metas.
- Conocimiento. El saber. Que el alumno obtenga una información integrada para que sea profunda y correctamente asimilada personalmente por él mismo.
- Y destreza. El hacer. El curso debe facilitar el entrenamiento funcional, mental y manual, para que sea capaz de ser operativo al máximo en los objetivos propuestos y desarrollar la habilidad, que significa la excelencia en la destreza. Por todo ello, la competencia que el alumno consiga será la suma de su aptitud y del desarrollo que haya conseguido en la actitud, el conocimiento y la destreza”.
Y antes de elegir, el Dr. López-Quiles aporta un consejo básico para cualquier aspecto de la vida: “Un profundo estudio previo de su aptitud, de lo que uno quiere y de qué opciones hay para ello y, una vez elegido el camino, desarrollarlo con cariño, pasión, educación, ética y trabajo en equipo”.
el postgrado debe desarrollar en el alumno: actitud, conocimiento y destreza», dr. juan López-Quiles
La Dra. Rocío Cerero, presidenta de SEMO (Sociedad Española de Medicina Oral) y profesora universitaria, concentra en tres aspectos básicos las características de la formación postgraduda: “Estar bien estructurada. Debe tener un programa docente
detallado y que abarque todos los aspectos de la formación, tanto teóricos como prácticos; tener profesorado con reconocida experiencia clínica y capacidad docente y debe incluir
suficiente práctica y tutorización clínica”.
La Dra. Cerero recomienda a estudiantes y profesionales “dedicar todo el esfuerzo posible a obtener la mejor formación, no contentarse con menos. Es una inversión segura para
la futura vida profesional y es la única forma tener éxito en el futuro. No olvidemos la satisfacción personal que produce la excelencia en el trabajo que realizamos. A los estudiantes, les aconsejaría que se dieran tiempo para elegir la formación que más se adapte a sus gustos y capacidades”.
“Que esté basada en la evidencia científica, que tenga una gran carga de práctica clínica y que aporte visión de futuro” son los tres valores que ensalza en la formación postgraduda el Dr. Miguel Carasol, periodoncista y coordinador científico de los grupos de trabajo de SEPA (Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración), quien aporta también a los alumnos su consejo: “Ilusión por lo que se hace y mucho esfuerzo”.
Además de que la titulación esté acreditada por un centro universitario, el Dr. Juan Carlos Vara, responsable de EDE Formación, pone el foco en la carga práctica del programa. “No se puede entender la formación posgraduada en Odontología sin la práctica en pacientes. Una base teórica buena, de la mano de un profesorado de alto nivel, desde el punto de vista científico, clínico y humanista, y, al menos, un 50% de las horas lectivas con pacientes, son avales de calidad en un programa académico.
Asimismo, el trato personal y cercano al alumnado, con grupos reducidos, es fundamental para que funcione el proceso de enseñanza-aprendizaje”. A los alumnos que se embarquen en un postgrado, el Dr. Vara les aconseja “trabajar duro para exprimir al máximo la experiencia formativa y poder poner rápidamente los conocimientos adquiridos al servicio de los pacientes”.
La experiencia de los ponentes es uno de los valores que ensalza el Dr. Antonio Bowen, director del Máster en Implantología y Periodoncia de la Universidad Isabel I, de los cursos de postgrado. “En muchos casos no es la necesaria, ni por experiencia clínica, ni por el aval educativo, ni por la formación. Muchos casos son “cantos de cisne”, sin futuro ni proyección”, advierte.
Por otra parte, destaca el aval universitario como “una garantía de la calidad de la formación, además de certificar los créditos de la misma” y el componente clínico continuado y reglado del programa: “no solo sesiones intensivas de pseudo entrenamientos, sino una metodología continuada y estructurada, con tutores clínicos estables y en número suficiente”.
A la hora de elegir, “es clave tener claro que la especialización es fundamental y buscar el programa que más se ajuste a las expectativas de cada uno”, afirma el Dr. Bowen.
«NO SE PUEDE ENTENDER LA FORMACIÓN POSTGRADUADA EN ODONTOLOGÍA SIN LA PRÁCTICA EN PACIENTES», DR. JUAN CARLOS VARA
Y para los futuros técnicos e higienistas dentales…
“Como laboratorio siempre nos hemos tomado muy en serio la inclusión de los chavales en el mundo laboral”, asegura Maribel Aragoneses, directora de Aragoneses Centro Protésico Dental. “Tenemos todos los años varios estudiantes que realizan con nosotros las prácticas con las que finalizan su formación. Aquí intentamos encontrar lo que más les interesa y hablar con ellos para saber cómo se pueden desarrollar en el futuro de la Prótesis”.
Tres son los aspectos más valorados por los recién titulados cuando buscan potenciar su formación, asegura Maribel Aragoneses. “El primero, las salidas laborales que ofrezca. Que cuente con una bolsa de empleo o algún tipo de acuerdo con empresas para facilitar su inserción laboral.
El segundo, y muy importante, que se lleve a cabo con la última tecnología y los nuevos avances que tiene, de forma constante, el campo de la Prótesis y, por último, que además del ámbito teórico tenga un ámbito práctico bastante desarrollado para estar ejercitando a la vez que aprendiendo”. Y como consejo a los futuros técnicos, Aragoneses apunta: “La prótesis por mucho que se esté modernizando sigue siendo un trabajo artesanal en el que hay que practicar para perfeccionar y tener entre las manos lo que se va a hacer tanto en la cerámica, como en cualquier tipo de prótesis. Hay que manejarlas y hay que tocar para estar familiarizados con cada uno de los casos que luego puede haber en el mundo laboral”.
“Innovación, nuevas competencias, reciclaje y formación continua” son los aspectos clave de un programa de postgrado, a juicio de Lorena Vicent, profesora del Centro de formación Folguera Vicent de Valencia. La docente incide en que los alumnos deben “perfeccionar el desarrollo profesional con una formación más técnica y especializada, para mejorar o cambiar de puesto de trabajo, o incluso emprender un proyecto nuevo de empresa”.
Su compañera en el centro valenciano, y profesora de los ciclos formativos de Grado Superior en Higiene Bucodenta y Prótesis Dental, Sofía Folguera, pone el foco en “la especialización, la calidad y las nuevas tecnologías” como los puntos que no deben flojear en los programas formativos de postgrado. A la hora de aconsejar, recomienda la especialización en tecnologías, que supongan una mejora personal y puedan aportar un plus en el entorno laboral”.
«RECOMIENDO LA ESPECIALIZACIÓN EN TECNOLOGÍAS, TODO AQUELLO QUE PUEDA APORTAR UN PLUS EN EL ENTORNO LABORAL», sofía folguera
