La población española reconoce el papel fundamental de la consulta dental en la prevención de enfermedades sistémicas y la promoción de la salud. Y es que la consulta dental ha dejado de ser sólo un centro especializado en la atención de los problemas de salud bucal, pasando a convertirse en un centro de prevención de las enfermedades bucodentales y generales, así como en un colaborador necesario y pujante en la promoción de hábitos de vida saludable.
La Sociedad Española de Periodoncia y la Fundación SEPA, junto con numerosas sociedades científico-médicas, llevan años impulsando y divulgando esta importante contribución a la salud pública, un hecho que ahora corroboran los propios ciudadanos. Ahora, una amplia encuesta poblacional, derivada del proyecto conjunto entre SEPA y la iniciativa de Key-Stone ‘OmniVision Salus’, ofrece una visión panorámica sobre los comportamientos de los españoles ante la salud oral y pone de relieve el creciente rol que se le otorga a las clínicas dentales en labores de prevención e impulso de la salud bucal y general.
Promoción de la salud y hábitos de vida saludables
Más de 3.000 ciudadanos han participado en esta investigación, seleccionados de manera aleatoria en todo el territorio nacional (con representación de todas las CCAA, y participación equilibrada en cuanto a rango de edad, sexo, nivel de estudios y renta). Se observa que más de la mitad de los entrevistados (un 58%) valora positivamente la posibilidad de que el equipo profesional de la clínica dental pueda ayudar a mejorar hábitos saludables, así como a promover la salud bucal y general.
Esto, a juicio del presidente de SEPA, el Dr. José Nart, tiene muchas lecturas positivas, sobre todo porque contrasta con la visión clásica que se tenía de la consulta dental y la salud oral “No sólo comprobamos cómo la población considera que el equipo de salud bucal puede ayudar a adoptar hábitos de vida más saludables y mejorar su alimentación e, incluso, dejar de fumar, sino que también se le concede un protagonismo sobresaliente en la prevención de enfermedades sistémicas”, afirma.
Por su parte, la Dra. Nuria Vallcorba, periodoncista y expresidenta de SEPA, destaca que “esta encuesta evidencia que el dentista tiene un rol crucial en la prevención de enfermedades y promoción de la salud general”; de hecho, subraya, “ha pasado de tener un papel puramente mecanicista de tratamientos orales restauradores a formar parte de un equipo que trabaja para la salud general conectado con profesionales de la salud de otras disciplinas: va más allá de la cavidad oral”.
Se considera que la clínica dental puede ser un espacio adecuado para favorecer la detección precoz de patologías sistémicas, como la diabetes y la hipertensión arterial. En concreto, el 52% de los encuestados considera deseable que la clínica dental pueda realizar actividades de prevención para detectar el riesgo de padecer diabetes, un apoyo que aumenta con la edad (pasa del 40% entre los jóvenes de 20 a 24 años al 60% entre quienes tienen entre 55 y 64 años). Mayores ingresos económicos, la visita frecuente a la clínica dental y/o padecer periodontitis o gingivitis son factores que se asocian con un mayor respaldo. Similares tendencias se aprecian en cuanto al papel que puede desempeñar el equipo bucal en la realización de actividades de prevención para detectar el riesgo de padecer hipertensión arterial (el 51% de los encuestados valora positivamente esta posibilidad).
Y también se confirma un respaldo mayoritario de la población a la labor que puede realizar el equipo odontológico a la hora de prevenir el tabaquismo o dejar de fumar. El 58% se declaran a favor de la prevención del tabaquismo desde la clínica dental.
En relación con la alimentación, el 54% de la muestra considera que la clínica dental puede ser un espacio para mejorar la dieta, la nutrición o la alimentación.
Prevención y detección de enfermedades
En general, más de un tercio de los encuestados (un 36%) reconoce a la clínica dental como un espacio de prevención. En este caso, la edad y el nivel de estudios influye: los más jóvenes y los encuestados con mayor nivel educativo son los que asignan más frecuentemente un rol preventivo a la clínica dental.
Como resume el presidente de SEPA, “entre las actividades de prevención que el equipo de salud puede llevar a cabo, la que obtiene la puntuación más alta es incorporar hábitos de vida saludables”. Y, añade el Dr. Nart, “dejar de fumar es la actividad de prevención seleccionada por la mayoría de los encuestados como la más deseable”.
Pujante interés por la salud oral
Un resultado consistente en esta investigación es el interés generalizado que despierta el cuidado de la salud oral. El 66% de la población adulta encuestada declara acudir al dentista al menos una vez al año; entre ellos, el 18% acude cada seis meses.
Un factor que influye en la frecuencia de visita es la escolarización: a medida que aumenta el nivel educativo, crece también el porcentaje de quienes visitan al dentista al menos una vez al año. También influyen los ingresos mensuales: a más ingresos, aumenta la frecuencia de visitas anuales. Entre los 55 y 64 años, la frecuencia de visita al dentista supera la media, alcanzando el 72%; sin embargo, en el grupo de mayores de 75 años, este porcentaje desciende significativamente.
En el 58% de los casos, los encuestados mencionan la limpieza dental como el tratamiento odontológico más realizado, le siguen las obturaciones o reconstrucciones dentales, y las extracciones dentales. La edad es un factor determinante en los tratamientos realizados: la limpieza o higiene oral es más frecuente en personas de mediana edad, mientras que entre los jóvenes predominan las consultas de control y la colocación de prótesis es mencionada con mayor frecuencia entre la población de 55-64 años. El nivel educativo también influye significativamente en los tratamientos realizados: las personas con un bajo nivel de escolarización tienden a recurrir principalmente a tratamientos de primera necesidad, como las extracciones dentales.
Margen de mejora
“Un dato preocupante que se desprende de esta encuesta es que aún es muy elevado el grado de desconocimiento social que existe sobre las enfermedades de las encías”, advierte el presidente de SEPA. Tan sólo el 55% de los encuestados afirma conocer las enfermedades gingivales. La enfermedad gingival mencionada con mayor frecuencia es la gingivitis (en el 65% de los casos) y la periodontitis (24%). La edad, el género, el nivel educativo, la frecuencia de visitas al dentista y el tipo de clínica dental influyen en el conocimiento de al menos una enfermedad gingival.
Como lectura que se hace de los resultados de la encuesta de cara a los propios profesionales de la Odontología, la Dra. Nuria Vallcorba considera “esencial que los profesionales de la salud dental entendamos lo que el paciente espera de nosotros, para poder dar respuesta a sus necesidades y expectativas, y así aumentar día a día la confianza en nuestra profesionalidad”. En este sentido, la expresidenta de SEPA recalca la “importancia de la formación continuada de los profesionales”, poniendo en valor la aportación de SEPA en este ámbito, ofreciendo “recursos formativos que engloban la práctica clínica de excelencia, la formación para higienistas y la mejora en la capacidad y gestión asistencial”.
* Datos básicos de la encuesta
– La investigación se llevó a cabo con 3.036 ciudadanos seleccionados de manera aleatoria en todo el territorio nacional.
– La muestra se agrupó en comunidades autónomas y en algunos segmentos sociodemográficos para destacar los diferentes comportamientos.
– Se seleccionaron individuos mayores de 20 años.
– Las entrevistas se realizaron en línea (CAWI) y por teléfono (CATI), a través de una campaña llevada a cabo a finales de 2024.
– En la investigación actual, considerando un nivel de confianza del 95%, el error máximo (intervalo de confianza) es de +/- 1,8%