La agencia ha fijado el 31 de octubre como fecha límite para completar una revisión de seguridad y un período de comentarios públicos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha anunciado que está tomando medidas para retirar del mercado los medicamentos con flúor concentrado ingerido para niños. Y es que, tal y como explican desde la FDA, «a diferencia de la pasta dental con flúor o los enjuagues bucales con flúor, estos productos se tragan y son ingeridos por bebés y niños pequeños. Además, nunca han sido aprobados por la FDA. Se ha demostrado que el flúor ingerido altera el microbioma intestinal, lo cual es especialmente preocupante dado el desarrollo temprano del microbioma intestinal en la infancia. Otros estudios han sugerido una asociación entre el flúor y trastornos tiroideos, aumento de peso y posible disminución del coeficiente intelectual».
En este sentido, «la mejor manera de prevenir las caries en los niños es evitar el consumo excesivo de azúcar y mantener una buena higiene dental, no alterando su microbioma. Por la misma razón que el flúor puede eliminar las bacterias en los dientes, también puede eliminar las bacterias intestinales importantes para la salud infantil», ha detallado el Dr. Marty Makary, comisionado de la FDA.
«Estoy instruyendo a nuestro Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos para que evalúe la evidencia sobre los riesgos de la exposición sistémica al flúor en los medicamentos de prescripción con flúor ingeribles para niños regulados por la FDA, con el fin de informar mejor a los padres y a la comunidad médica sobre esta área emergente. En el caso de los niños, debemos priorizar la seguridad», ha añadido.
La agencia ha fijado el 31 de octubre como fecha límite para completar una revisión de seguridad y un período de comentarios públicos, y para tomar las medidas pertinentes con respecto a la retirada de estos productos del mercado. Junto con esta evaluación, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. planea difundir buenas prácticas de higiene dental en niños que sean viables, eficaces y no alteren la salud intestinal.