El presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región, Víctor Zurita, destaca que la hipoplasia del esmalte, la sequedad bucal o las úlceras recurrentes pueden alertar de la presencia de esta enfermedad.
Con motivo del Día Nacional de la Enfermedad Celíaca, el presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región, Víctor Zurita, recuerda que el dentista puede desempeñar un papel esencial en la detección precoz de esta patología. En muchos casos, los signos de la celiaquía se manifiestan únicamente en la cavidad oral, lo que convierte al profesional odontológico en un agente clave para su diagnóstico y abordaje temprano.
Los efectos de esta enfermedad en la salud bucodental son diversos. Van desde la sequedad bucal -que, al reducir la producción de saliva, favorece la aparición de caries u otras patologías- hasta alteraciones en el esmalte dental, como manchas o decoloraciones permanentes. También pueden aparecer aftas o llagas de forma recurrente. En el caso de los niños, uno de los signos más frecuentes es el retraso en la erupción de los dientes definitivos.
Desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región, que abarca las provincias de Burgos, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora, se insiste en la importancia de un diagnóstico temprano. Este permite tratar la enfermedad en sus fases iniciales y prevenir complicaciones asociadas, como la diabetes tipo 1 o la gastritis atrófica. Según datos de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, se estima que un uno por ciento de la población padece celiaquía, y más del 75 por ciento de los casos permanece sin diagnosticar.
Signos orales más comunes
La manifestación bucodental más característica de la celiaquía es la hipoplasia del esmalte, que se traduce en un esmalte dental más débil y delgado, con mayor vulnerabilidad frente a las caries o traumatismos. Aunque no está presente en todos los pacientes celíacos, su aparición puede ser indicativa de la enfermedad.
La xerostomía o boca seca es otra consecuencia frecuente, y conlleva un aumento del riesgo de caries y enfermedades periodontales. Asimismo, la deficiente absorción de nutrientes esenciales -como el hierro, el ácido fólico o las vitaminas B5 y B12- puede provocar la aparición de úlceras dolorosas en lengua, paladar y mucosa bucal.
Otras manifestaciones menos comunes son la glositis atrófica (inflamación de la lengua), la glositis migratoria benigna (una placa blanquecina que se extiende por los bordes linguales), y las fisuras o lesiones en las comisuras labiales.
Recomendaciones para el cuidado oral del paciente celíaco
Las personas con celiaquía deben seguir una dieta estricta sin gluten y, además, reducir el consumo de alimentos ácidos o azucarados, ya que favorecen la erosión dental y la aparición de caries, tal y como aconsejan desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región.
Es fundamental mantener una rutina rigurosa de higiene bucodental: cepillado con pasta fluorada al menos dos veces al día -idealmente tras cada comida- durante dos minutos; limpieza interdental diaria con hilo dental o cepillos específicos; y, en caso necesario, el uso de un colutorio adaptado, siempre bajo prescripción profesional, que en ningún caso sustituye al cepillado.
Por último, las visitas periódicas al dentista son esenciales. Una vez diagnosticada la celiaquía, el odontólogo puede detectar precozmente cualquier afección oral derivada y contribuir activamente a mejorar la calidad de vida del paciente.