La Universidad de Nueva York se ha convertido en pionera en integrar a Yomi, el primer sistema robótico aprobado por la FDA para la colocación de implantes dentales, en la formación de sus estudiantes de Odontología. Como explica Huzefa Talib, profesor clínico asociado y subdirector del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial, la llegada de esta tecnología responde a una apuesta por adaptar la enseñanza a una generación cada vez más tecnológica. Pese a los retos técnicos y regulatorios, Yomi ya está revolucionando la manera de aprender y practicar la Implantología, y promete cambiar el futuro de la Odontología también en Europa.
-¿Cómo llegó Yomi a la Universidad de Nueva York y qué motivó su incorporación en la formación en Implantología?
-Nuestro Decano de Asuntos Clínicos vio esta tecnología en una reunión y pensó que sería una opción fantástica para incorporarla a nuestro portafolio de enseñanza, considerando que la generación actual de estudiantes es muy afín a la tecnología. Esto llevó a una serie de discusiones y demostraciones tras las cuales adquirimos dos unidades de Yomi y las destinamos principalmente para el uso de los estudiantes de Odontología de pregrado.
-¿Cuáles fueron los principales desafíos para implementarlo en un entorno académico?
-Aunque no fue demasiado exigente en términos de instalación, proteger los datos de los pacientes es un pilar fundamental para el Departamento de TI de un centro académico. Logramos crear una red Wi-Fi segura que no se comunica con dispositivos convencionales y firmamos un Acuerdo de Asociación Comercial con el fabricante para prevenir violaciones de HIPAA, conforme a la ley, entre otros desafíos técnicos. Pero el más singular fue la capacidad de adquirir archivos CBCT e importarlos al software de planificación de Yomi, lo que requirió métodos ingeniosos para establecer un flujo de trabajo, algo que conseguimos exitosamente.
-¿Cómo reaccionaron los estudiantes y profesionales ante la introducción de esta tecnología?
-Los estudiantes están absolutamente asombrados por lo avanzada que es la robótica y muestran mucho interés en adoptarla. Los profesionales experimentados, en cambio, fueron un poco reacios al principio, pero han comenzado a ver los beneficios de esta tecnología emergente y poco a poco se están sumando.
-Desde su incorporación en NYU, ¿cómo ha evolucionado el uso de Yomi en la formación dental?
Es un proceso dinámico… estamos aprendiendo nuevas formas en que esto puede cambiar la mentalidad sobre el panorama de la Implantología en los próximos años. Hemos desarrollado un nuevo plan de estudios llamado “Conceptos avanzados de Implantología”, en coordinación entre las disciplinas de Cirugía Oral, Prótesis y Periodoncia, que abarca todos los aspectos de la formación en implantes para estudiantes de pregrado, incluyendo el uso de robótica.
-¿Se ha convertido en una herramienta estándar en la educación en Implantología o sigue siendo complementaria?
Sigue siendo una herramienta complementaria, ya que es necesario entender los principios básicos de la Implantología para poder utilizar un dispositivo avanzado como un robot.

-¿Qué mejoras o avances ha experimentado Yomi desde sus primeras versiones?
Como sucede con toda tecnología, ha habido varias modificaciones en el sistema desde su creación, evolucionando continuamente en base a la retroalimentación de los clínicos. Las actualizaciones de hardware y software han hecho que el proceso sea más eficiente, al igual que la introducción de férulas óseas, lo que ha expandido su uso a la Implantología de arco completo en pacientes desdentados, algo que antes no era posible.
-En Estados Unidos, Yomi ya cuenta con aprobación de la FDA, pero aún no se ha introducido en Europa. Desde su experiencia, ¿cómo cree que su llegada al mercado europeo podría impactar?
Existen preocupaciones regulatorias válidas sobre la exportación de tecnología patentada, pero dicho esto, su llegada al mercado europeo revolucionaría el panorama de los implantes, que actualmente está guiado principalmente por tomografía computarizada, con una tasa de adopción significativa.
-¿Cómo ha cambiado Yomi la forma en que los dentistas colocan implantes? ¿Qué ventajas ofrece en términos de precisión y seguridad?
Debido al movimiento restringido de un brazo robótico basado en un algoritmo matemático, la precisión es la ventaja clave, logrando una gran concentricidad en el momento de la osteotomía, lo que resulta en una mayor estabilidad primaria y facilita los protocolos de carga inmediata. Otra ventaja es que, dado que la planificación y ejecución ocurren en tiempo real, si el clínico no está satisfecho con la posición o la angulación, puede corregirla de inmediato, a diferencia de la cirugía guiada, donde sería necesario imprimir una nueva guía en 3D, lo que provoca retrasos.
-¿Se está explorando su aplicación en otras áreas de la Odontología más allá de la implantología?
-Hay bastante investigación en curso en áreas más allá de la Implantología, y podríamos ver algo nuevo en el futuro próximo. Actualmente se están explorando activamente aplicaciones en Endodoncia y Prótesis fija (coronas y puentes).
-En España y Europa, muchos profesionales aún no han trabajado con robótica en Implantología. ¿Cómo cree que será la curva de aprendizaje para quienes la adopten en el futuro?
-La curva de aprendizaje es definitivamente pronunciada, pero como con toda nueva tecnología, hay usuarios pioneros para quienes es lo suficientemente intuitiva como para incorporarla con una formación mínima.
-¿Cree que en el futuro la robótica se convertirá en un estándar en la práctica dental, o continuará siendo una herramienta para casos específicos?
-Realmente depende del clínico y del escenario de uso. Hay profesionales en Estados Unidos que realizan procedimientos de implantes exclusivamente con robótica, y otros que la utilizan solo para casos específicos. Creo que realmente es una cuestión de preferencia personal.
-Mirando hacia Europa, ¿qué barreras o desafíos prevé para la certificación y adopción de esta tecnología?
-Las preocupaciones éticas están a la vanguardia, pero con la aprobación de la FDA en EE. UU., las cosas definitivamente están avanzando en la dirección correcta también para la Unión Europea.
-Si pudiera hacer una recomendación a las universidades y clínicas europeas que estén considerando incorporar Yomi en el futuro, ¿cuál sería?
-Diría que abracen la tecnología e incorporen Yomi como una herramienta educativa, más que simplemente como un medio para tratar pacientes.