Las redes sociales han transformado la manera en la que las personas se presentan ante los demás. La exposición constante a imágenes idealizadas y la búsqueda de una apariencia favorecedora pueden influir en la autoimagen y en la seguridad personal. Elementos como los filtros, las poses ensayadas y los estándares estéticos han convertido el rostro en una herramienta más de construcción de la identidad digital, incluso en gestos tan cotidianos como sonreír.
Esta influencia se refleja en los hábitos de expresión de muchas personas. Un reciente estudio de Sanitas Dental, titulado La salud bucodental en la era digital: ¿dónde buscamos información y qué nos preocupa?, revela que más de la mitad de los españoles (56,1%) adopta siempre la misma expresión facial para salir mejor en las fotos, mientras que un 34,9% evita mostrar los dientes porque no se sienten cómodos con su aspecto.
“Estos datos muestran cómo las plataformas digitales han alterado la forma en la que las personas se expresan y perciben su imagen. La exposición repetida a modelos de belleza predefinidos y poco realistas genera una presión psicológica que lleva a muchos a adoptar una apariencia rígida, que consideran más aceptable o atractiva. Este comportamiento responde a un proceso de autoevaluación constante, en el que la validación externa juega un papel clave”, explica Virginia del Palacio, psicóloga de Blua de Sanitas.
La inseguridad sobre el aspecto dental puede afectar la autoestima y, en consecuencia, a la salud mental. Ocultar la expresión natural del rostro no solo influye en la percepción que los demás tienen de nosotros, sino que también puede disminuir la confianza en uno mismo y afectar nuestra autoimagen, es decir, la manera en la que nos percibimos a nosotros mismos, lo que, a largo plazo, impacta en nuestro bienestar emocional. Mostrar una actitud abierta y relajada es clave en la comunicación no verbal y en las relaciones personales, por lo que sentirse incómodo con la propia imagen puede derivar en el rechazo de situaciones sociales, menor expresión de emociones y una sensación persistente de inseguridad.
“La salud bucodental es un componente esencial del bienestar general. Un buen estado de la boca no solo previene enfermedades, sino que también influye directamente en la calidad de vida, la autopercepción y la forma en que nos relacionamos con nuestro entorno”, añade, por su parte, Michelle Pawly, odontóloga del departamento Asistencial, Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental.
Ante esta situación, los especialistas de Sanitas recomiendan diversas estrategias para mejorar la relación con la imagen personal y recuperar la seguridad al sonreír:
- Fomentar el bienestar emocional: incorporar en la rutina diaria prácticas que fortalezcan la autoestima y la confianza, como la autoafirmación frente al espejo o técnicas de relajación, puede contribuir a una visión más positiva de uno mismo.
- Mantener una rutina de salud bucodental: establecer una correcta higiene dental diaria y acudir a revisiones periódicas con el dentista es esencial para preservar la salud oral, lo que, a su vez, refuerza la seguridad al mostrarse ante los demás. Es recomendable que un odontólogo personalice nuestra rutina de higiene bucal, validando la técnica de cepillado más adecuada y los elementos más apropiados para el cuidado de nuestra dentadura.
- Considerar tratamientos odontológicos personalizados: consultar con un especialista para explorar opciones como ortodoncia, carillas dentales o blanqueamientos puede ser una excelente forma de mejorar el aspecto de la dentadura y aumentar la satisfacción con la propia imagen.
- Evitar comparaciones en redes sociales: ser consciente de que muchas imágenes en plataformas digitales están retocadas o filtradas puede ayudar a reducir la presión estética y fomentar una autoimagen más realista y saludable.
- Cuidar la alimentación: mantener una dieta equilibrada, baja en azúcares y rica en nutrientes, contribuye al buen estado de dientes y encías y refuerza el efecto positivo de los hábitos de higiene oral.
“Nuestra forma de expresarnos a través del rostro es parte de nuestra identidad y tiene un impacto directo en cómo nos sentimos y nos mostramos al mundo. Cuidar la salud bucodental no es solo una cuestión médica, sino también emocional y social”, concluye la odontóloga de Sanitas Dental.