En septiembre de 2024, la Escuela de Odontología y Medicina Avanzada (EOMA) abrió sus puertas con un objetivo claro: ofrecer programas que superen la realidad actual que se apoya en la teoría y tenga un enfoque centrado en la práctica. Esta filosofía de trabajo busca llenar, según sus fundadores, Norberto Casáñez y Rubén Fernández, «el vacío de formación práctica que hoy existe dentro de la educación tradicional de las ciencias de la salud y muy especialmente en Odontología».
EOMA busca superar el paradigma académico existente a través de una innovadora metodología de enseñanza basada en el método del caso, la mejor tecnología y un espacio de más de 1.200 metros cuadrados dedicado a la formación práctica. Esta escuela nace como un centro único con formación integral que tiene la práctica clínica y de laboratorio como base de trabajo complementada con la formación teórica.
Hablamos con los fundadores de EOMA, Norberto Casáñez, con casi 25 años de dedicación a la Odontología como técnico dental, y Rubén Fernández, licenciado en ciencias económicas y MBA por el IE, quienes nos cuentan más sobre el origen de esta propuesta educativa y su filosofía.
—¿Cómo nació la idea de crear EOMA y cuál fue el motor detrás de este proyecto educativo?
—Norberto Casáñez: La idea surgió al identificar una clara necesidad en el sector de la Odontología: una formación que fuera un reflejo de la realidad clínica y, por tanto, tuviera una metodología eminentemente práctica. Sabemos que la Odontología es una disciplina altamente técnica que requiere habilidades que no se pueden aprender solo desde la teoría. Por eso, EOMA tiene como base la práctica clínica. Los profesionales que se formen en EOMA podrán aplicar los conocimientos adquiridos en clínica, con casos reales y todo dentro de nuestras instalaciones.
—Rubén Fernández: Lo que nos ha impulsado a emprender este proyecto es poner nuestro granito de arena para mejorar la realidad odontológica actual. Dentro de la Odontología estamos inmersos en una clara revolución digital y el ámbito académico tiene que ser partícipe activo de este cambio de paradigma. Detrás del ámbito de la salud odontológica hay miles de profesionales y futuros profesionales que necesitan programas que estén adaptados a lo que necesita la industria. Nosotros entendemos que estas necesidades sólo pueden ser cubiertas divulgando desde la práctica. Esa es la vocación de EOMA: trabajar el método del caso y basándose en la práctica ayudar a crecer como profesionales a nuestros alumnos.
—Es cierto que se necesita acercar la realidad clínica al profesional odontológico. ¿Cómo integran esa realidad clínica en sus programas y en qué se diferencia EOMA de la oferta formativa actual?
—NC: Consideramos que la mejor forma de llegar a ese objetivo es integrar la innovación en nuestra metodología formativa. Hablamos de innovación tanto en términos de tecnología como de enfoque pedagógico. En las instalaciones de EOMA ponemos a disposición de nuestros alumnos tecnología de última generación como simuladores, laboratorios y unidades clínicas avanzadas. Así, los profesionales que confíen en EOMA pueden formarse con herramientas y tecnología de vanguardia. Además, hemos creado un Consejo Educativo dirigido por Juan Manuel Vadillo sobre el que recae la responsabilidad de diseñar los programas formativos. Este Consejo Educativo está formado en su totalidad por profesionales en activo que son referentes en cada una de las áreas de especialidad odontológica. De esta manera nos aseguramos de estar en constante contacto con los avances científicos y tecnológicos y que nuestros programas estén siempre actualizados a la realidad clínica.
—RF: Queremos que nuestros alumnos sean parte activa de la actividad de EOMA. Por esa razón, apostamos por un modelo educativo activo y participativo. En EOMA creamos un ambiente propicio en el que nuestros estudiantes aprendan de forma activa brindándoles la oportunidad de involucrarse en el desarrollo de nuevas soluciones y ayudando a tener visión lateral. De esta manera, adquieren tanto habilidades técnicas como capacidades críticas y creativas que les permitan adaptarse al apasionante futuro que tiene la disciplina odontológica.
—EOMA tiene un enfoque claro de comunidad. ¿Qué papel juega la comunidad dentro de la escuela y cómo contribuye al crecimiento de la institución?
—NC: En realidad, EOMA quiere ser una comunidad en la que colaboran expertos, profesionales y estudiantes. Creemos que la educación es una experiencia bidireccional. Es un proceso colaborativo en la que los participantes de la comunidad comparten conocimientos, experiencias y perspectivas. Este intercambio continuo de ideas y mejores prácticas contribuye a crear un ambiente dinámico, en el que todos los integrantes impactan de forma positiva en el crecimiento de la escuela y, aunque suene ambicioso, en el progreso de la vocación médica.
—RF: Queremos que todos los que se formen en EOMA contribuyan con sus propias perspectivas para ser parte activa de la innovación. Queremos que nuestra comunidad sea un espacio de constante aprendizaje y desarrollo. Estoy seguro de que cada miembro tiene algo valioso que aportar para fortalecer nuestros objetivos y filosofía. De esta manera, nos queremos convertir en el punto de encuentro de profesionales odontológicos que miren al futuro con la visión de ser agentes del cambio.
«Los profesionales que se formen en EOMA podrán aplicar los conocimientos adquiridos en clínica, con casos reales y todo dentro de nuestras instalaciones»
norberto casáñez
—Ahora que nos hablan de la comunidad. ¿Qué puede aportar EOMA a la situación actual del entorno odontológico?
—NC: Nosotros creemos que, dentro de esta profesión que es fundamentalmente vocacional, la colaboración es la mejor forma de progresar. Creemos que nos debemos alejar de modelos en los que nos comportamos como silos con interacción tangencial y basarnos en que toda la cadena de valor participe. En ese sentido, uno de los pilares fundamentales de EOMA es su Consejo Educativo que. como hemos señalado. está formado por los máximos exponentes de cada una de las especialidades odontológicas. Así, EOMA nace desde la colaboración multidisciplinar y pretende exportar esta filosofía hacia fuera.
—RF: Creemos en que el ámbito académico debe ser mucho más colaborativo con el ámbito privado. Por esa razón, nuestra ambición es que la colaboración debe ampliarse también a las instituciones privadas, marcas, laboratorios y un largo etcétera que tienen mucho que aportar. Creemos que estamos viviendo un momento apasionante y España tiene a todos los niveles el potencial de convertirse en un referente mundial en la Odontología. Queremos que EOMA sea uno de esos catalizadores que impulsen la colaboración para enfrentarnos a este futuro.
—Sabemos que parte de la filosofía de EOMA se inspira en sus experiencias profesionales y académicas. ¿Cómo aplican esos enfoques a las Ciencias de la Salud y, en particular, a la Odontología?
—NC: A lo largo de mis casi 25 años de experiencia en el campo de la Odontología, he tenido el privilegio de aprender de mi padre, quien ha dedicado más de 60 años a esta profesión. Esta rica experiencia me ha permitido ser testigo de una evolución profunda en nuestra disciplina, impulsada especialmente por la digitalización. La incorporación de nuevas tecnologías ha transformado la manera en que abordamos el tratamiento y la atención al paciente.
Hoy en día, la satisfacción del paciente ya no depende exclusivamente de una atención clínica correcta. El paciente del 2025 está plenamente informado y valora, cada vez más, las experiencias que vive a lo largo de su proceso de tratamiento. En este contexto, la competencia en el ámbito odontológico es cada vez mayor, y la capacidad de ofrecer una experiencia integral que abarque tanto la parte clínica como la vivencia emocional del paciente será el factor diferenciador definitivo.
Nos encontramos también ante el reto de la incorporación de tecnologías emergentes, como la Inteligencia Artificial, lo que nos obliga a estar en constante preparación para enfrentar los cambios que se avecinan. EOMA surge precisamente de toda esta experiencia acumulada, con el firme propósito de ayudar a la comunidad odontológica a adaptarse a estos nuevos tiempos y a prepararse para los retos del futuro. Nuestra misión es apoyar a los profesionales en su formación continua y en la mejora de su práctica, con el fin de garantizar que puedan ofrecer no solo tratamientos de calidad, sino una experiencia global que cumpla con las expectativas del paciente en todos los aspectos.
—RF: En las miles de horas que Norberto y yo hemos hablado había una cuestión recurrente, las dificultad de encontrar profesionales con las aptitudes técnicas necesarias para ser operativos al día siguiente de empezar a trabajar. Y ahí venía también la pregunta: ¿no hay una institución que forme a profesionales en activo o recién licenciados como existe en otras disciplinas como la empresa? En mis diferentes vidas profesionales, el haber tenido la oportunidad de hacer un posgrado basado en la práctica me ha abierto puertas que sólo con la pura formación académica hubiera sido imposible. EOMA aspira a convertirse en esa institución a la que acude un profesional, un estudiante de último año, un empresario que desea progresar o una empresa que necesite formar en sus avances.
«Nos queremos convertir en el punto de encuentro de profesionales odontológicos que miren al futuro con la visión de ser agentes del cambio»
ruben fernández
—EOMA ha comenzado con la formación en Odontología. ¿Cuáles son los planes para el futuro y cómo planean expandirse a otras disciplinas médicas?
—NC: En primer lugar, estamos muy enfocados en consolidar nuestra propuesta educativa en Odontología. Hemos diseñado programas altamente especializados que brindan formación avanzada y práctica, algo que consideramos esencial. Sin embargo, nuestra visión a medio plazo es extender el enfoque de EOMA a otras disciplinas médicas. Queremos aplicar el mismo modelo de educación práctica, de innovación constante y de excelencia en áreas como la cirugía, la Medicina general, la rehabilitación y otras especialidades.
—RF: La expansión a otras disciplinas médicas es algo que estamos preparando con mucho cuidado. La idea es seguir ofreciendo programas altamente específicos que no solo se centren en la teoría, sino que también ofrezcan una experiencia de aprendizaje totalmente práctica. Queremos que los estudiantes que se especialicen en EOMA no solo sean expertos en su campo, sino que estén preparados para afrontar los desafíos del mundo real, con las herramientas más avanzadas y los enfoques más innovadores.
—¿Qué mensaje les gustaría transmitir a los profesionales que están considerando formar parte de la comunidad de EOMA?
—NC: Nuestro mensaje es claro: EOMA es el lugar donde la formación se adapta a la práctica real. Aquí, la teoría se integra de manera práctica, con el objetivo de preparar a los profesionales para que se enfrenten con confianza a los retos del ejercicio profesional. Los invitamos a unirse a nuestra comunidad, donde la innovación, el desarrollo y el aprendizaje continuo son el corazón de nuestra filosofía.
—RF: Sobre todo, los animamos a contribuir con su experiencia. En EOMA, cada profesional tiene algo valioso que aportar para fortalecer nuestra misión. Juntos, podemos construir una institución educativa que impulse la innovación y el progreso en la Medicina y la Odontología formando a los mejores profesionales con los mejores profesionales.
«EOMA ha llegado para transformar la educación en Odontología, poniendo la teoría al servicio de la práctica. Desde la base nace con un enfoque práctico, ya que sus programas son creados por profesionales que son perfectos conocedores de la realidad tanto clínica como académica. Este espíritu innovador y su fuerte compromiso con la formación aplicada están sentando las bases para convertirse en el referente de la educación avanzada en el ámbito sanitario. EOMA es, a la par, un lugar para aprender y una comunidad en constante evolución, donde la colaboración y la innovación son fundamentales para formar a los profesionales del futuro», concluyen los fundadores.