Dentro de la campaña “12 meses, 12 oportunidades de cuidar la salud bucodental” la Fundación COEM dedica el mes de mayo a las bebidas energéticas y su impacto en la salud oral y en general.
Para abordar este tema la Dra. Leyre Prado Simón, odontóloga colaboradora Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM), analiza los principales puntos a tener en cuenta y qué consejos se puede dar a los pacientes para reducir el consumo de este tipo de bebidas.
“Desde su aparición en Europa y Asia en los años 60, la popularidad de las bebidas energéticas ha crecido exponencialmente. Actualmente, diversos países, incluyendo España, intentan implementar regulaciones sobre el etiquetado, distribución y venta de estas bebidas, que contienen altas dosis de cafeína”, explica la Dra. Leyre Prado Simón.
Asimismo, la doctora añade que “las campañas de marketing han jugado un papel crucial en la promoción de las bebidas energéticas, presentándolas como el impulso perfecto para mejorar el rendimiento físico y el bienestar general. Con ingredientes como la cafeína, la taurina, glucuronolactona, vitaminas, minerales, inositol, carnitina 1-5 y extractos herbales como el ginseng, estas bebidas prometen una inyección de vitalidad. Sin embargo, es importante que los consumidores sean conscientes de que, aunque un consumo ocasional en pequeñas cantidades puede ser inofensivo para los adultos sanos, aquellos con afecciones médicas específicas deben proceder con precaución”.
¿Quiénes las consumen más?
En general, el consumo de este tipo de bebidas está más extendido entre los hombres que entre las mujeres en todos los tramos de edad. El consumo de este tipo de bebidas decrece a medida que aumenta la edad, los jóvenes son uno de los grupos de población más expuestos al consumo de este tipo de bebidas. El estudio ESTUDES sobre uso de drogas en jóvenes muestra una tendencia creciente desde 2014 hasta 2023, pasando del 49,7% al 54,4% en hombres; y del 31,4% al 40,7% en mujeres.
Riesgos asociados con la cafeína
Muchos de los efectos adversos de las bebidas energéticas están relacionados con la intoxicación por cafeína. El consumo de más de 60 miligramos de cafeína en adolescentes de 11 a 17 años (unos 200 mililitros de bebida energética con 32 mg de cafeína/100ml) puede provocar alteraciones del sueño. A partir de 160 miligramos de cafeína (500 mililitros de una bebida energética con 32 mg de cafeína/100ml), puede provocar efectos adversos generales para la salud: efectos psicológicos y alteraciones comportamentales y trastornos cardiovasculares. Estos efectos se sumarían a los de otros alimentos que contengan cafeína: café, té, chocolate, guaraná, etcétera. Por estos motivos, la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) “no recomienda el consumo de estas bebidas por los adolescentes”.
Combinación con alcohol
Estudios recientes demuestran que el consumo de alcohol mezclado o en combinación con bebidas energéticas conduce a estados subjetivos alterados que, entre otros efectos, incluyen una disminución de la percepción de intoxicación etílica.
Caries
Las bebidas energéticas con azúcares (no Zero) pueden contribuir a exceder la ingesta diaria recomendada de azúcares simples (50 g al día, el equivalente a 10 terrones de azúcar, según la recomendación de la OMS). Una lata de 250 ml aporta entre 27,5 y 30 g y el envase de 500 ml entre 55 y 60 g (el equivalente a 11-12 terrones de azúcar). La frecuencia y la cantidad de exposición al azúcar en los alimentos y las bebidas azucaradas aumentan el riesgo de caries dental, además, el aumento en el consumo de bebidas azucaradas es uno de los principales factores que contribuyen a la epidemia de obesidad.
Erosión dental
Con un pH ácido de alrededor de 3, estas bebidas pueden causar erosión dental, un daño irreversible que compromete la salud oral. La acidez puede incluso afectar las restauraciones dentales, y la sensibilidad dental es un síntoma común de este daño.
Consejos
Para finalizar, la Dra. Leyre Prado Simón recomienda:
- Modera el consumo: busca opciones más saludables como agua o bebidas deportivas sin azúcar.
- Enjuágate con agua después: usa agua para neutralizar los ácidos y proteger tus dientes después de beberlas.
- Higiene oral: cepíllate con pasta fluorada y utiliza seda dental regularmente. Espera 30 minutos después de consumir bebidas energéticas antes de cepillarte.
- Visitas al dentista: acude a revisiones y limpiezas dentales de manera regular.
- Evita mezclarlas con alcohol: la OMS advierte sobre los riesgos para la salud de las bebidas energéticas, especialmente si se combinan con alcohol.
- Elige tamaños pequeños: si decides consumirlas, opta por las presentaciones de menor tamaño.
- Deportistas: las bebidas energéticas no son adecuadas para la rehidratación y no deben reemplazar al agua o bebidas isotónicas.
- Consulta a tu médico: es importante consultar con tu médico antes de consumir bebidas energéticas si estás tomando medicamentos regularmente.