En uno de los descansos del Dentsply Sirona World Madrid, celebrado el pasado mes de septiembre, charlamos con uno de los ponentes de esta destacada cita científica, el Dr. Sergio García Bellosta, especialista en Periodoncia, Implantología y Estética, sobre el impacto de la digitalización en la práctica clínica odontológica.
—¿Cómo ha cambiado la digitalización su práctica clínica?
—Ha sido un cambio radical, sobre todo, en cuanto a la planificación que hacemos de los casos. Antes de la aparición del escáner se podían hacer muchas cosas, pero era más complicado conectar los diferentes tratamientos y los doctores que intervienen en los mismos. La digitalización ha cambiado la forma de comunicarte con los pacientes, con el técnico, con los compañeros y la forma de planear los casos.
—¿Diría que es mejor dentista gracias a la digitalización?
—Yo creo que sí, porque podemos darles a los pacientes tratamientos más personalizados y precisos. También podemos hacerlo más rápido y eso no significa que perdamos calidad. No obstante, hay que hacer un uso racional de la tecnología, porque solo está justificado usarla si aporta algo, en beneficio del paciente, que debe ser el objetivo final de cualquier avance terapéutico.
—¿A qué disciplina cree que ha aportado más la digitalización?
—Creo que en todas las áreas, como hemos visto en este congreso. Digitalizar a un paciente nos permite monitorizar, por ejemplo, los movimientos y desgastes de los dientes con el paso de los años. La ortodoncia con alineadores transparentes es, fundamentalmente, ortodoncia digital. En Implantología, como presenté en mi ponencia, la cirugía guiada nos permite ser más precisos y menos invasivos. Y, por supuesto, en prostodoncia ya somos mucho más ágiles, eficientes y consistentes en los resultados.
—Y los pacientes que van a consulta, ¿demandan esta tecnología?
—Si hablamos de porcentaje, yo diría que no es un porcentaje alto. No obstante, creo que en los últimos cinco años se ha generalizado mucho el uso de lo digital en las clínicas y no solo de un escáner, sino de digitalizar el proceso completo de trabajo, disponer de fresadoras, de impresoras… y, eso, los pacientes lo saben. Es sorprendente cuando ellos mismos te piden si pueden ver el escaneado de su boca o si se les puede hacer un mock-up , por ejemplo.
—¿Cree que el principal freno a la digitalización está en la inversión o en la formación?
—Yo no creo que el problema esté en la inversión. La alta competencia que hay en el sector favorece que los precios bajen. La formación sí puede serlo en el sentido de que hay tratamientos que el dentista ha aprendido a hacer de una determinada manera durante 15 años, y es comprensible que genere dudas hacer de repente un cambio tan significativo en sus protocolos. Con la cirugía guiada nos ha pasado. Por esto es muy importante realizar investigación clínica de calidad sobre la digitalización, y también ofrecer programas formativos de alto nivel.
—Estamos en el Dentsply Sirona World Madrid 2023, donde usted ha impartido una de las conferencias. ¿Qué ofrece esta compañía a nivel digital al profesional de la Odontología?
—Dentsply Sirona tiene toda la tecnología que permite un flujo de trabajo digital completo: desde el diagnóstico y la planificación, al tratamiento, a la producción de la restauración final, etc. De este modo, se enlazan todos los pasos del tratamiento para ponérselo más fácil al dentista. En digital y, sobre todo para debutar, es fundamental el soporte de la empresa que te ayuda a entrar en ese camino. Y el hecho que Dentsply Sirona ofrezca un flujo digital completo ayuda en este sentido.
—¿Cómo cree que será la Odontología en los próximos años?
—Es difícil de imaginar porque el desarrollo tecnológico en salud es cada vez más rápido y, seguramente, en 5 años podríamos acertar lo que podría pasar, pero en 10 no. La realidad virtual, la realidad aumentada o la inteligencia artificial están en una fase muy preliminar en Odontología, pero todo indica que nos van a ayudar mucho. Una IA bien orquestada, en el diagnóstico especialmente, va a ser una importante herramienta. También en los tratamientos personalizados. El cambio en la Medicina en general y en la Odontología en particular va a ser brutal.
«Hay que hacer un uso racional de la tecnología, porque solo está justificado usarla si aporta algo en beneficio del paciente»
—¿Y va por delante el desarrollo de la industria a las necesidades de los profesionales?
—Al final, cuando hay un negocio detrás, hay mucha fuerza metida en la misma dirección y se avanza más rápido. Pero es el profesional el que tiene que tener su ética profesional para saber cuándo es útil la tecnología y cuándo no. Tecnología por tecnología no tiene sentido, eso no va en beneficio del paciente. Y este, como profesionales, es siempre nuestra máxima prioridad. La industria ya trabaja con las universidades de la mano. Formatos como las cátedras universidad-empresa son clave para avanzar en investigación y contar con la evidencia científica que avale las aplicaciones y avances que vayan surgiendo en Odontología.