Esto de los Premios Gaceta Dental me trae de cabeza todos los años. Y ya van trece, queridos amigos. ¡Qué nervios! Porque esto no es solo cuestión de un día, de estar cuatro horas en un espacio y listo. Es labor de mucho tiempo y de mucha gente. Que si lanzamiento de convocatoria, que si patrocinadores, que si candidaturas, que si jurados, que si invitación a la gala, que si asistencia… Un montón de «que sis» y, llegado el momento -el día de la gala-, un montón de «y sis» que me tienen ocupada y preocupada una buena tanda de meses.
La meteorología, de la que tanto os hablaba el mes pasado en esta misma página, y también en la carta abierta de octubre de 2022 –me he ido a la hemeroteca a repasar «el rollo» que os contaba el año pasado–, centra buena parte de mis desvelos.
El año pasado arriesgamos y sacamos los bártulos al exterior, en el Palacio de los Duques de Pastrana. Este año, y ante el aviso amarillo por fuertes tormentas y vientos emitido por el 112, preferimos no aventurar y refugiarnos en el Teatro Goya, un espacio que ofrece un auditorio imponente y espacio suficiente para «celebrar la Odontología» como se merece. Porque de eso se trata, de sacar pecho y de reconocer la excelencia y el talento de los profesionales y organizaciones de nuestra Odontología.
Tengo que confesaros que no disfruto nada de la gran puesta en escena de los Premios Gaceta Dental. Lo saboreo más a posteriori, salvo -me vais a permitir-, por el dolor de pies que suele acompañarme las siguientes horas a la celebración del evento. Pero si hay una sensación y sentimiento que predomina sobre todos es el de agradecimiento: a patrocinadores y colaboradores, a candidatos, a jurados, a premiados, a autoridades, a presentes y ausentes, que querían venir, pero que, por una u otra razón, no pudieron; y, cómo no, al EQUIPO de Gaceta Dental y de Peldaño… En definitiva, a todos los que formamos parte de este gran sector que tanto nos/me arropa y que han contribuido a que estos 26 Premios GD nos hayan dejado un buen sabor de boca.
Y poco más que decir… Tan solo que: el próximo año ¡más y mejor!