Joan Subirats, ministro de Universidades, ha resaltado la importancia de esta formación a lo largo de la vida durante la clausura del acto de la Fundación CYD, donde se han presentado los resultados del Barómetro CYD sobre la calidad del sistema universitario.
El Barómetro CYD revela que el 81% de los españoles tiene una opinión general positiva sobre la universidad. Sin embargo, también señala áreas en las que los ciudadanos son críticos. El 70% considera que la enseñanza es muy teórica y poco práctica, y un 48% cree que la formación recibida se ajusta poco a las demandas del mercado laboral. Estos datos ponen de manifiesto la necesidad de una formación más práctica y orientada a las necesidades reales de la profesión.
Es interesante destacar que los jóvenes de 18 a 29 años son los que tienen una opinión menos favorable sobre la universidad. Un 69% de ellos tiene una opinión positiva, en comparación con el 86% de los mayores de 65 años. Esto sugiere la importancia de adaptar los métodos de enseñanza y los contenidos curriculares a las nuevas generaciones.
¿Hay ajuste real entre oferta y demanda laboral?
Uno de los desafíos más importantes es fomentar la empleabilidad de los universitarios. Aunque el 90% de los encuestados considera que la universidad debe priorizar la inserción laboral y el desarrollo profesional, el 48% cree que la formación universitaria no está relacionada con las demandas del mercado. Esto implica la necesidad de estrechar la brecha entre la formación académica y las habilidades requeridas por el mundo laboral.
En este sentido, es fundamental promover la colaboración entre la universidad y el sector empresarial. Rosauro Varo, presidente de Gat Inversiones y vicepresidente de Movistar Plus+, destaca la importancia de que ambas partes entiendan las necesidades y desafíos del otro. La universidad debe preparar a los estudiantes para los cambios rápidos que se producen en el mercado laboral y proporcionarles las herramientas necesarias para adaptarse.
La percepción de la universidad española en el ámbito internacional también es relevante. Según el Barómetro CYD, el 54% de los encuestados considera que la calidad de las universidades españolas está al mismo nivel que las europeas. Sin embargo, el 25% opina que aún hay margen de mejora en algunos aspectos. Esto subraya la importancia de seguir trabajando para fortalecer la reputación y el liderazgo internacional de nuestras instituciones académicas.