El Dr. Andrés Blanco ha sido nombrado recientemente presidente de la Sociedad Española de Medicina Oral (SEMO), un cargo que afronta con ganas de trabajar para levantar la Sociedad y la Medicina Oral en España.
– Dr. Blanco, recientemente ha asumido la presidencia de la SEMO. ¿Cómo afronta este nuevo reto al frente de la organización? ¿Qué le supone, a nivel personal y profesional, este nombramiento?
Desde la Asamblea de mayo de este año 2023 celebrada durante el Congreso de la
Sociedad Española de Medicina Oral soy presidente de esta Sociedad. En primer lugar, quiero decir que he sido reticente para asumir este cargo, entre otras cosas porque pienso que debería ser una persona más joven y tan preparada o más que yo. Sin embargo, también es cierto que el reto necesita de implicación, responsabilidad y fuerza para afrontar las necesidades de SEMO, que actualmente son muchas. Lo afronto con ganas de trabajar para levantar la Sociedad y la Medicina Oral en España y espero estar a la altura para conseguirlo.
Tanto a nivel personal y familiar como profesional va a suponer horas de trabajo, esfuerzo y dedicación que tendré que restar de otras actividades. Se supone que tiene que haber tiempo para todo, o por lo menos hay que sacarlo. Espero que mi familia y mis compañeros lo entiendan.
– ¿Quiénes le acompañarán en la nueva Junta Directiva? ¿Le ha dado algún consejo su antecesora, la Dra. Rocío Cerero?
Tengo la suerte de formar parte de una Junta Directiva magnífica. Destacaría su disponibilidad desde un principio y ganas de trabajar. Como vicepresidentes están el Prof. Abel García García, catedrático de Cirugía de la USC, y el Prof. Ángel Martínez-Sahuquillo Márquez, profesor titular de Medicina Oral de la Universidad de Sevilla; como secretaria, Alba Pérez González de la USC; como tesorera, la Prof. Eva Mª Otero Rey de la USC; y como vocales, los profesores Irene Lafuente Ibáñez de Mendoza de la Universidad del País Vasco, Beatriz González Navarro de la Universidad de Barcelona, Leticia Mª Bagán Debon de la Universidad de Valencia, Rosa Mª López-Pintor Muñoz de la Universidad Complutense de Madrid, Francisco José Gómez García de la Universidad de Murcia y María Martín García de la USC. Todos son personas del ámbito universitario ya que, desgraciadamente, la actividad de la Medicina Oral sigue siendo así.
Uno de los objetivos de esta Junta Directiva es extender la actividad a otros ámbitos como la Odontología de atención primaria, la actividad asistencial odontológica diaria y a otros ámbitos sanitarios.
La Dra. Rocío Cerero Lapiedra ha desarrollado una actividad fenomenal como presidenta de la SEMO en estos últimos años y la felicito por ello. Ha sido un ejemplo para todos nosotros, teniendo en cuenta la situación precaria que ha tenido como ha sido el tiempo de pandemia, que nos servirá como referencia para el buen funcionamiento de la Sociedad. Más que consejos, lo que me ha transmitido es su ejemplo y mucho ánimo. Sé que puedo contar con ella para las muchas dudas que vayan surgiendo.
“Considero necesario que se divulgue la Medicina Oral y que aumenten los cursos de formación tanto desde el Consejo como de los diferentes colegios”
– Su vinculación con la SEMO viene de años atrás. ¿Cuál diría que han sido los cambios más significativos que ha experimentado la Sociedad con el paso del tiempo?
Tuve ocasión de estar presente en el acto de constitución de la Sociedad, por lo que me considero socio fundador y he estado presente durante todos estos años en diferentes actividades de SEMO, incluso formando parte de algunas juntas directivas. Desde sus primeros pasos, ha ido evolucionando y creciendo tanto en número de socios como actividades y relaciones institucionales nacionales e internacionales.
Destacaría tres hechos: en primer lugar, la aparición de la revista de Medicina Oral, órgano de expresión de la Sociedad que, gracias al esfuerzo del Prof. José Vicente Bagán Sebastián, la ha colocado como la única revista nacional incluida en el JCR y que ha dado visibilidad a los trabajos y actividad investigadora de los socios; en segundo lugar, la organización ininterrumpida de los congresos de la Sociedad, muchos de ellos en colaboración con la Academia Iberoamericana de Patología y Medicina Bucal de alto nivel científico; y, en tercer lugar, el ascenso de algunos socios en el campo de la Medicina Oral, que actualmente son referentes mundiales en el diagnóstico y tratamiento de patologías y cáncer oral, de los que estamos muy orgullosos.
– Uno de los objetivos de la SEMO es dar visibilidad a la Sociedad tanto dentro de la profesión odontológica como en otras profesiones sanitarias afines. Usted, como presidente, ¿cuáles son los retos y metas que se marca de cara a esta legislatura a corto y largo plazo?
Recientemente he tenido ocasión de acudir a la sede del Consejo General de Dentistas de España y hablar con su presidente, el Dr. Óscar Castro, donde además de presentarnos como nueva Junta Directiva, le expuse nuestras inquietudes y deseos para los próximos años. Considero necesario que se divulgue la Medicina Oral y que aumenten los cursos de formación tanto desde el Consejo como de los diferentes colegios. Creo que, actualmente, solo se habla de Implantología, Ortodoncia y Estética, y nos hemos olvidado del enfermo, de su situación sistémica médica y farmacológica, de que en la boca hay algo más que dientes y encía, como es la mucosa oral y anejos; esto nos preocupa de forma importante.
Tengamos la actividad odontológica que tengamos, debemos actuar como lo que somos: los médicos de la boca. Vamos a hacer hincapié en dos puntos primordiales: el diagnóstico precoz del cáncer oral y la relación de la boca con la patología sistémica; algo en lo que los dentistas jugamos un papel fundamental. Por supuesto, sin olvidarnos de toda la patología específica de la cavidad oral. Estoy convencido de que esto es una clara labor de SEMO y debe ser promovida por la Sociedad.
Otra labor que vamos a impulsar es la creación de plazas de Odontología en centros sanitarios, tanto hospitales como geriátricos. Considero que los estomatólogos y los odontólogos estamos perfectamente capacitados para poder atender los problemas de la patología oral en estos centros y manejo de los pacientes con afectación bucal que acuden a los diferentes servicios de Cardiología, Oncología, Hematología, etc. También vamos a impulsar las relaciones de la SEMO con otras asociaciones sanitarias nacionales e internacionales. Tenemos mucho que decir y participar en actividades conjuntas.
Y, por último, dar visibilidad de la Sociedad en la profesión odontológica. Tenemos que acercarnos más a los dentistas de la calle y a los que trabajan en atención primaria, sobre todo a los jóvenes e inculcarles la Medicina Oral en su labor asistencial. Creo que son retos y metas suficientes y conseguibles a medio y largo plazo.
– Hace unos años, la Sociedad puso en marcha la creación de SEMO joven. ¿Cómo ha evolucionado esta iniciativa desde entonces? ¿Sigue costando llegar a los estudiantes y profesionales noveles?
La SEMO joven surgió por la necesidad de acercar la Medicina Oral a los más jóvenes y estimular la participación de éstos en las actividades de SEMO. Desde entonces, se ha incluido en todos los congresos que la Sociedad organiza, una mesa específica con el título de SEMO Joven y en la que estudiantes de grado y postgrado y profesionales de 3 años o menos de actividad asistencial, pueden presentar sus trabajos, casos clínicos e investigación.
Asimismo, se ha instaurado un premio que SEMO concede anualmente al mejor TFG en temas de Medicina Oral. En los últimos años, esta actividad la han coordinado los profesores Pilar Gándara y Javier Alberdi con un resultado exitoso.
La idea de esta Junta Directiva es organizar anualmente una reunión para jóvenes coincidiendo con la asamblea ordinaria, donde incluyamos además de sus trabajos, temas puntuales de debate, de docencia e investigación. Podrán participar jóvenes nacionales e internacionales a quienes les guste la Medicina Oral y que puedan compartir ciencia y actividades atractivas para ellos.
Por otra parte, claro que sigue costando el acercamiento a los jóvenes. La Medicina Oral desde el punto de vista lucrativo es mucho menos interesante que otras actividades odontológicas. Pero hay que inculcarles que, además de tratar la patología de labios y cavidad oral, es fundamental para el mejor manejo del paciente tanto a nivel local como sistémico, independientemente de la dedicación odontológica que tengan y que puede salvar vidas haciendo diagnóstico precoz del cáncer oral.
– ¿Cree que la formación que se da en Medicina Oral dentro del grado de Odontología en la universidad es la adecuada?
Yo puedo responder por mi universidad, por lo que hacemos nosotros. Creo que la
formación que ofertamos es muy adecuada por sus contenidos y sus créditos. No puedo decir lo mismo de todos los otros centros, en primer lugar, por desconocimiento de todos ellos. Estamos realizando un estudio de la formación de Medicina Oral en grado y postgrado en las universidades españolas para poder conocer mejor cómo se imparte y poder impulsarla desde la Sociedad en aquellos sitios donde haya déficit. Sabemos que, en general, en las universidades públicas es mucho más adecuada que en universidades privadas, sobre todo aquellas de nueva creación donde hemos observado muchas carencias. Nosotros proponemos que la materia Medina Oral debe tener al menos 12 créditos y debe ser anual o bisemestral.
“Confío en que la Medicina Oral sea un pilar en la atención odontológica futura y que la actuación del odontólogo sea siempre como el médico de la boca“
– Y en la actualidad, ¿en qué momento se encuentra la Medicina Oral? ¿Cómo definiría la evolución que ha tenido la disciplina a lo largo de los años?
Considero que estamos atravesando malos momentos para Medicina Oral. Se ha perdido el interés por esta disciplina en contrapunto con otras como Implantología, Ortodoncia o Estética, que son mucho más lucrativas. Están desapareciendo profesores de primera línea y el recambio no siempre está asegurado, lo que ha llevado a la pérdida de horas y créditos en grado y a la disminución de cursos de postgrado. La publicidad que vemos en los medios solo habla de aspectos mercantilistas y no se habla de salud y del cuidado del enfermo. Todo esto va en contra de lo que es la Medicina Oral y, por supuesto, de una Odontología de calidad.
Como contrapunto, he de decir que en España contamos con centros de Medicina Oral punteros internacionalmente en investigación y de diagnóstico y tratamiento de patologías bucales, y también con profesionales de altísimo nivel. Sirva como ejemplo que al profesor Miguel Ángel González Moles se le ha concedido la IADR el premio al mejor investigador en Medicina Oral y con el Prof. José Manuel Aguirre y José Vicente Bagán Sebastián, entre otros, forman parte de comités expertos internacionales en patología y cáncer oral.
La evolución que ha tenido la disciplina es la adecuada y ha ido cambiando, adaptándose a las necesidades de los ciudadanos, a la aparición de nuevas patologías y a los avances tecnológicos.
– Y, pensando en el futuro, ¿qué queda por hacer? ¿Cómo visualiza el campo de la Medicina Oral de aquí a unos años?
Queda mucho por hacer: instaurar la disciplina de Medicina Oral en todas las universidades públicas y privadas de España para asegurar su formación en grado y postgrado; acercar esta actividad a los más jóvenes y también a atención primaria; impulsar la creación de plazas en centros hospitalarios y geriátricos para odontólogos; aumentar el número de socios; impulsar relaciones con otras sociedades odontológicas y médicas; y acercarnos a las empresas para poder conseguir apoyo suficiente para realizar toda esta tarea.
Confío en que la Medicina Oral sea un pilar en la atención odontológica futura y que la actuación del odontólogo sea siempre como el médico de la boca.