Todos sabemos lo que es llegar a una cita médica o similar y tener que esperar. Si ya de por sí, puede ser un fastidio, en el caso de una clínica dental, que a mucha gente le puede crear cierta inquietud debido a su miedo al dentista, es aún más una situación a evitar.
Por eso, te damos dos motivos para que saques rendimiento a ese muchas veces inevitable tiempo que los pacientes han de pasar en la sala de espera:
- Distraerles
- Y usarla para acciones de marketing
Ten una sala de espera cómoda y relajante
Una sala de espera aséptica, que parece la antesala de un quirófano, no va a ayudar. Hay muchas maneras de hacerla más agradable y que esto se refleje tanto en el ánimo de tus pacientes como en que hablen bien de tu clínica.
Para ello, es importante tener una decoración adecuada, lo que incluye elegir los mejores colores para la clínica. Aunque no lo parezca, los pacientes escuchan el hilo musical, por lo que debes elegir música de ambiente relajante. Y por supuesto, no debemos descuidar uno de los aspectos más importantes, unos asientos cómodos donde los pacientes puedan esperar.
No descuides a los pacientes que esperan
El personal siempre debe de ser amable
Además de la entrada a la clínica, otro factor importante en la primera impresión es la atención al paciente. Tanto en el recibimiento como en responder a cualquiera de las preguntas que puedan surgir por parte de la persona que espera.
Se le debe mantener informado
Si la hora de la cita se va a retrasar por algún motivo, es recomendable informar al paciente antes de que sea ella o él mismo quienes pregunten, molestos por no saber qué está pasando.
También se puede aprovechar este tiempo, sabiendo con antelación qué tratamiento va a recibir, para facilitarle información sobre qué hacer a posteriori (darle por ejemplo algún folleto informativo), o buscar una cita para la revisión, en caso de que esta sea necesaria. Así se podrá marchar nada más terminar.
Cómo hacer más amena la espera: wait marketing
Antes era muy común tener revistas a disposición de los pacientes, para que se entretuvieran mientras llegaba el momento de entrar al gabinete del dentista. Esto se puede seguir haciendo, claro, pero cada vez más, es común usar este tiempo de espera para hacer marketing “puro y duro”. Porque una buena atención al paciente es muy importante para el boca a boca. Pero en los consejos que te vamos a dar a continuación es donde puedes sacar más partido.
Es lo que se ha definido como “Wait Marketing” o “Marketing de Espera”, a través del cual, en las salas de espera se sitúan pantalla de televisión en las que se emite contenido propio referente a la clínica, con el objetivo no solo de entretener, sino también para informar al cliente y de promoción. A continuación se enumeran algunos ejemplos.
Resalta las cualidades del equipo de la clínica
Cada persona del equipo de la clínica dental tiene un papel. Incluso los pacientes que ya conocen a su dentista o hayan pasado por alguno de los especialistas, pueden descubrir datos interesantes sobre ellos. Y por supuesto, también los que llegan por primera vez.
Sus nombres, estudios, especialidades, desde cuando trabajan en la clínica, etc, son algunos de los datos que puedes ofrecer, junto con una foto de cada persona del equipo.
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Incluso si estas mismas recomendaciones se dan posteriormente de manera individual, incluso si están plasmadas en folletos que están a su alcance en la propia sala de espera. Al contarlas de manera audiovisual, pueden tener más efecto.
Presenta las instalaciones
No solo las que se ven, también aquellas a las que el paciente no tiene acceso, pero son fundamentales para el buen funcionamiento de la clínica dental. Sobre todo, el objetivo aquí es transmitir seguridad, que todo funciona perfectamente, que se cuida hasta el último detalle.
Tratamientos que se realizan en la clínica dental
Este es un buen momento para explicar al paciente la amplia gama de tratamientos a la que tiene acceso en la clínica, e incluso explicar brevemente en qué consiste cada uno, en qué casos están indicados, etc.
Una buena idea puede ser el uso de vídeos 3D, donde todo se explica paso a paso pero con imágenes amables, que no muestran sangre ni nada que pueda asustar o impresionar al paciente. Imágenes de antes y después de los tratamientos, sobre todo los estéticos, también pueden funcionar muy bien.
