En la última década, varios estudios han identificado el microbioma como un tipo de interfaz entre los humanos y el entorno que los rodea, lo que lo ha convertido en una valiosa fuente de información sobre la vida y la salud del huésped y fuente de respuesta para diversas preguntas en diferentes campos.
Una de las preguntas pendientes, precisamente con respecto a la evolución del microbioma humano, está relacionada con cómo la transición a la agricultura durante el Neolítico dio forma a la composición y biodiversidad del microbioma oral.
Sobre esta cuestión arroja luz un estudio publicado en la revista Nature, comparando a los cazadores-recolectores del Paleolítico con los agricultores del Neolítico y la Edad del Cobre que poblaron una misma área restringida en Italia; y abordando preguntas relacionadas con los efectos del cambio dietético neolítico en el microbioma oral, integrando información dietética, cultural y ambiental.
El estudio del sarro en los dientes fósiles
Para ello, los investigadores recolectaron 79 muestras del centro-sur de Italia considerando muestras de cazadores-recolectores del Paleolítico superior (PA), muestras de la Edad del Cobre (CA) posteriores al Neolítico, y cruzando todas las diferentes fases del Neolítico: Neolítico Temprano (EN), Neolítico Medio (MN), la parte final del Neolítico Medio (FMN) y Neolítico Superior (LN).
Integrando el análisis de los microbiomas orales del cálculo dental o sarro con la información dietética derivada de la identificación de restos vegetales incrustados en el mismo, combinando los registros botánicos con datos isotópicos y sus resultados, el equipo de investigación planteó la hipótesis de que las razones detrás de la alteración en la composición microbiana durante el Neolítico tardío podrían estar relacionadas con cambios en los componentes de la dieta (p. ej., cereales y plantas comestibles). Y que las poblaciones locales probablemente aplicaron estos cambios para hacer frente a condiciones climáticas más secas, lo que pudo haber influido en la disponibilidad de las plantas alimenticias consumidas.
Estas variaciones dietéticas, que afectaron la ingesta de carbohidratos, finalmente variaron la abundancia de especies orales y la composición microbiana de la placa dental.
Resultados
Las muestras del Paleolítico mostraron buenas condiciones de salud bucal y las de inicios y mitad del Neolítico presentaban una baja incidencia de periodontitis y caries. Sin embargo, los ecosistemas orales de las poblaciones del final del Neolítico y la Edad del Cobre sufrieron un peor estado de salud que los de sus ancestros recientes.
El estudio del sarro dental también ha permitido descubrir diferentes grupos que no habían sido detectados previamente en la literatura científica, caracterizados por perfiles microbianos orales específicos que siguen la evolución cronológica de las poblaciones.
Además, el análisis proporciona evidencia de la presencia de dos cambios principales que afectan la abundancia de varias especies de microbioma oral en las poblaciones investigadas:
- El primero está relacionado con la transición cultural asociada con la introducción del estilo de vida agrícola en la región estudiada, que impulsó una modificación inicial en la composición del microbioma conservando algunos aspectos de las muestras anteriores de cazadores-recolectores.
- El segundo se produjo durante el Neolítico tardío, y probablemente esté ligado a la progresiva adaptación de los agricultores a distintos elementos dietéticos.
Fuente: Quagliariello, A., Modi, A., Innocenti, G. et al. Ancient oral microbiomes support gradual Neolithic dietary shifts towards agriculture. Nat Commun 13 , 6927 (2022). https://doi.org/10.1038/s41467-022-34416-0