La fluorosis es una anomalía que se produce por una excesiva exposición al flúor durante la etapa de formación del esmalte (es decir, desde la etapa de feto hasta, aproximadamente, los 8 años de edad).
Y es que el flúor, en condiciones normales, aumenta la mineralización del esmalte y protege contra la caries, lo cual es positivo para nuestra salud bucodental. Pero, si hay un exceso, interferirá en la formación del mismo, provocando dos efectos: un cambio estructural, ya que lo hace más poroso y, además, cambios en la coloración.
De hecho, la fluorosis se manifiesta en una hipoplasia o hipomaduración de los tejidos del diente, lo que tiene como consecuencia que en la superficie del esmalte podamos ver unas características manchas blancas o amarillentas.
Síntomas
Para saber si existe fluorosis, debes fijarte en el color y estructura de los dientes, ya que, dependiendo de la exposición que haya tenido el niño al flúor, la fluorosis será más o menos grave, y presentará alguno de estos estados:
- Solo hay manchas de color blanquecino o amarillento en la superficie del esmalte.
- El color es pardo o marrón, incluso hay grietas o estrías en el esmalte dental.
- En los casos donde está muy avanzada, aparecen incluso una especie de hoyos o fosetas, que hacen parecer que el diente está corroído.
Además, hay que prestar atención porque la exposición crónica a un exceso de flúor tiene unos efectos tóxicos para el organismo, afectando a los sistemas óseos, digestivo, reproductivo, urinario, inmunológico, endocrino y sistema nervioso central.
¿Cómo prevenir la fluorosis dental?
Hay dos maneras en las que el flúor puede llegar por exceso hasta el niño, que son las que debemos conocer para prevenir que esto suceda.
Por un lado, a través del agua corriente del grifo. Sobre todo cuando con ese agua se preparan los biberones. Por lo que habría que ver qué concentración de flúor tiene (lo normal es que tengan unos niveles de flúor de 0,3-1mg/L). Y tener en cuenta que, en total, se considera un exceso de ingesta de flúor cuando se ingieren más de 1,5mg/L de flúor diario, tanto en embarazadas como en el niño mientras está desarrollando los dientes.
La otra fuente de flúor son las pastas de dientes. Lo recomendable es usar pastas de dientes especiales para niños, que suelen moverse entre estos rangos de concentración:
- Un niño de menos de 3 años: pastas dentífricas con 1.000 ppm de flúor y aplicando solo una cantidad del tamaño de un grano de arroz para cada cepillado.
- Entre los tres años y los 8, aunque ya se pueden usar pastas con concentraciones más altas en función de la necesidad y tendencia a caries del niño, la cantidad aconsejable es la del tamaño de un guisante.
Tratamiento
Lo primero, y antes de nada, es la prevención, como ya hemos mencionado. Pero en caso de haber desarrollado ya la fluorosis -que si bien se da en los niños, al ser sobre los dientes definitivos se manifiesta también en el adulto- lo fundamental es que tengamos una buena higiene oral para prevenir la caries (ya que la porosidad del esmalte favorece su aparición).
Y si además existen manchas, hay dos opciones de tratamiento:
- Se puede realizar un blanqueamiento dental profesional. Teniendo en cuenta que es posible que haya que repetirlo periódicamente si siguen apareciendo cambios en el color del esmalte dental.
- Una segunda opción es poner carillas dentales o coronas de porcelana o circonio, dependiendo de la gravedad del caso.