Carlos San Juan, un valenciano de 78 años, ha salido del anonimato hace algunas semanas al alzar la voz contra las barreras con las que se encuentra la gente mayor ante la creciente digitalización del sector bancario. Bajo el lema «Soy mayor, no idiota», este médico jubilado ha impulsado un movimiento que reclama una mejor atención de la banca a los mayores, sector que, desde hace ya algunos años, está recortando sus servicios presenciales, en favor de la atención a distancia y menos personalizada. Algo a lo que están acostumbradas las generaciones que han nacido entre cables y enchufes, pero una tortura para quienes han jugado al balón o saltado a la comba en la calle. En mi casa, en Segovia, tengo otros dos «Carlos» que, de forma recurrente, me lanzan SOS ante la imposibilidad de realizar gestiones que impliquen usar o hablar con una «máquina».
Y hablamos de la banca, pero, esta brecha digital está complicando la vida a nuestros séniors también en la sanidad. Menos del 10% de los mayores de 75 años concierta una cita con el médico a través de internet o una ‘app’. Una realidad también denunciada por el Foro Español de Pacientes (FEP), organización que ha remitido una carta al Ministerio de Sanidad, denunciando que «las personas mayores han perdido la forma de acceso a la sanidad que utilizaban habitualmente; el teléfono en virtud de la cita por aplicación móvil o web; la calidad de comunicación con su profesional sanitario, al pasar de las citas presenciales a la telemedicina; y su acceso a la información ha quedado limitado al reducirse la entrega de información en papel y estar toda la información en Internet».
En medio de este empacho digital sale a escena Mark Zuckerberg, creador de Facebook, y anuncia el «Metaverso», un espacio que augura experiencias inmersivas y multisensoriales con el uso aplicado de dispositivos y desarrollos tecnológicos en internet. De hecho, en este nuevo mundo digital, ya hay gente comprando casas y, no os lo perdáis, ya ha aparecido también el movimiento okupa… ¡Lo que nos faltaba!
Sinceramente, no me veo capaz de explicar a mis padres esto del Metaverso, y aunque pido, reclamo y firmo que no dejemos abandonados a nuestros mayores ante la creciente digitalización, es innegable que es el presente irrefrenable que vivimos. Buena parte de los contenidos de este número de Gaceta Dental están relacionados con la transformación digital, especialmente, con los beneficios que las nuevas herramientas aportan al trabajo de los profesionales de la Odontología y a sus pacientes y que podrán verse en Expodental 2022. De todos ellos, y al hilo de estas líneas, me quedo con el reportaje firmado por mi compañera Sonsoles García sobre padres e hijos dentistas, donde se pone de relieve cómo actualmente los perfiles de los jóvenes odontólogos, con amplios conocimientos en tecnologías, se complementan con la dilatada experiencia profesional de sus padres. Así, la Dra. Margarita López-Areal comparte con nosotros cómo es trabajar, codo con codo, con su hijo Jaime en su clínica de Bilbao: «La visión de la profesión es diferente entre ambos. Él me escucha, sobre todo, cuando hablo con los pacientes y les explico todo el tratamiento, y yo le escucho a él especialmente cuando habla de las nuevas tecnologías, porque en eso él está muy preparado. Nos escuchamos y aprendemos el uno del otro». En definitiva, tándems perfectos, un modelo que se repite en muchas clínicas dentales de toda nuestra geografía para alegría nuestra, sus pacientes.