La articulación temporomandibular (ATM) es definida por el Colegio Oficial de Dentistas de Bizkaia (CODBI) como la articulación que relaciona la mandíbula con el cráneo. Se podría decir que la mandíbula «cuelga» y queda sujeta al resto de la cara por los músculos de la masticación.
De hecho, la ATM es la que permite que podamos abrir y cerrar la boca, además poder realizar con ella todos los movimientos necesarios para hablar o comer.
Tal como indica el Consejo de Dentistas en su revista, en realidad, se trata de dos articulaciones (derecha e izquierda), que funcionan sincrónicamente. Además de estructuras óseas, también intervienen numerosos músculos y ligamentos.
¿Qué es la disfunción mandibular?
El Colegio Oficial de Dentistas de Bizkaia explica que cuando no están colocados correctamente los dientes, el encaje de la arcada superior con la inferior no es correcto. Por lo tanto, la mandíbula se tiene que desviar para lograr un mejor ajuste entre las dos, lo que lleva a que se fuercen las articulaciones.
En palabras del Colegio de Odontólogos y estomatólogos de Alicante (COEA), la ATM es un sistema complejo de músculos, ligamentos, discos y huesos que actúa como una bisagra, responsable de mover la mandíbula inferior hacia delante, atrás y de lado a lado. Todos los problemas que impiden su trabajo normal, se agrupan bajo la denominación de alteración de ATM.
La alteración de la ATM o disfunción craneomandibular es en realidad un término acuñado por los médicos para describir una serie de síntomas y signos que aparecen cuando se altera la función normal del aparato masticatorio, ya que la persona que tiene desórdenes temporomandibulares sufre de dolores en esta articulación o en los músculos que la rodean.
De acuerdo a datos del Consejo General de Dentistas, en España, el porcentaje de personas que sufren desórdenes temporomandibulares es de un 8% en adultos jóvenes y llega hasta un 16% en mayores.
Causas de la disfunción de la ATM
A menudo, es imposible determinar la causa exacta de esa falta de alineación. Según el Consejo de Dentistas, los factores que influyen en las alteraciones de la articulación temporomandibular son de origen muy variado y habitualmente permite dividir los problemas de la ATM en dos grandes grupos:
Problemas funcionales de la ATM
Aquellos en los que no encontramos alteraciones objetivas en la articulación, a pesar de existir sintomatología. Suelen ser más leves y tratables.
Problemas orgánicos
Serían los originados por una alteración evidenciable en la articulación. Más complicados de tratar y causan daños mayores que los funcionales.
¿Cuáles son los síntomas de las alteraciones en la articulación temporomandibular?
Desde la revista del Consejo General de Dentistas comparten esta ilustración de todas las zonas de cara y cuello que se pueden ver afectadas por problemas en la ATM. Muchas veces la sintomatología pasa desapercibida al atribuirse a otras causas. En cualquier caso, los síntomas son relativamente frecuentes, habitualmente muy molestos y pueden llegar a producir importantes limitaciones en las funciones masticatoria y fonatoria.
En esta lista se recopilan los síntomas más frecuentes de acuerdo con el COBDI, el Consejo de Dentistas y el COEA:
- Dolor de oído, con sensación de presión y zumbidos.
- Dolor de mandíbula.
- Dolor de cuello, hombros o espalda.
- Dolor ocasionado por el bostezo, al abrir la boca ampliamente o masticar
- Pequeños ruidos o chasquidos articulares al abrir y cerrar la boca.
- Un cambio repentino en el modo en que los dientes superiores e inferiores encajan unos sobre otros.
- Dolores a la palpación.
- Dolores difusos que pueden llegar a ser molestias más o menos severas al masticar.
- Pérdida de movilidad normal de la boca a causa de las limitaciones variables a la apertura con desviación de la mandíbula. Muchas veces las mandíbulas se «traban», se cierran o se salen de lugar.
- Bloqueos completos de la articulación.
Puede provocar además una cefalea crónica, y el CODBI afirma que la sobrecarga muscular es la causante del 50% de los dolores de cabeza. Es decir, algunas jaquecas tienen su origen en una sobrecarga de los músculos tanto faciales como del cuello provenientes de diversos factores, entre ellos el estrés, la artritis o los chasquidos de mandíbula.
Tal como indica el COEA, el dentista deberá consultar la historia clínica y odontológica completa, realizar un examen clínico y tomar radiografías para poder realizar un diagnóstico correcto.
Tratamiento de los problemas de la ATM
La evolución de los problemas de la ATM es crónica y es necesario actuar para que no empeoren cada vez más. Sin embargo, tal como advierte el Consejo, la posibilidad de actuar sobre los problemas de la articulación temporomandibular es limitada y los resultados, en ocasiones, no son muy buenos.
Generalmente todos los tratamientos comienzan con el uso de una férula (o placa) de descarga, una especie de molde hecho a medida y que se coloca entre las arcadas dentarias como si fuera una funda. Su función mayormente es la de relajar la musculatura masticatoria o incluso recolocar los cóndilos mandibulares, entre otras.
Alteraciones funcionales
En el caso de problemas de la articulación temporomandibular funcionales se debe equilibrar la oclusión restituyendo los dientes perdidos y eliminando los contactos prematuros o anómalos. Para ello en ocasiones se precisa rehabilitar mediante prótesis toda la oclusión.
Desde el COBDI indican que existen otros métodos para mejorar la posición de los huesos bucales, como la ortodoncia o las limaduras dentales.
Alteraciones orgánicas
En la patología orgánica de la ATM puede ser preciso recurrir a técnicas invasivas como la artrocentesis (punción y «lavado» de la articulación) y cuando las articulaciones mandibulares se ven afectadas y los otros tratamientos no han podido solucionar el conflicto, se recomienda la aplicación de diversas técnicas quirúrgicas, teniendo en cuenta que su éxito arroja resultados variables.
Remedios para la alteración de la ATM
Algunas acciones recomendadas por parte del COEA y la revista del Consejo, a llevar a cabo en casa para aliviar el dolor causado por la disfunción de la articulación temporomandibular, son las siguientes:
- Usar una bolsa de hielo para aliviar el dolor.
- Aplicar calor húmedo para intentar que desaparezca el espasmo muscular y el dolor.
- Si no funciona, tomar aspirinas, analgésicos recetados o medicamentos miorelajantes y antiinflamatorios.
- Ingerir alimentos blandos. De esta manera la articulación se fuerza menos, al no tener que ejercer tanta presión masticando.
- Aprender técnicas de relajación para hacer en casa y ayudar a controlar la tensión muscular sobre la mandíbula. Incluso consultar con algún especialista para eliminar el estrés.
Desde Gaceta Dental apostamos por una información para el paciente que sea veraz y provenga de la mano de profesionales y expertos. Esperamos que este artículo te haya servido de ayuda y no dudes en dejar tus comentarios.