Premio Relato Corto Gaceta Dental 2021
Los vi, lo juro. Los niños corrían por la calle con la cara tapada y sus madres los adoctrinaban para no compartir.
Vi gente enfadada porque querían alejar sus cuerpos y, a veces, sus almas.
Vi a un corzo corriendo en medio de una avenida y patos en las piscinas de las casas.
Vi cómo se revaluaba la celulosa y el alcohol, mientras se devaluaba la vida y vi, también, a la gente buena tener miedo.
Vi adolescentes amarse con la mente, vi que no se tocaban y no gritaban en los bancos y no había cáscaras de girasol en el suelo, ni rock en su pelo, ni asfalto en sus suelas.
Y al final un amasijo de imágenes. No entendí nada, lo juro otra vez.
[A saber: bollos de pan, sábanas, máscaras, olor a limpiavidrios y a látex, pantallas y luces, soledad y ternura, diazepam, arcoíris de acuarelas. Halos de hogar. Las ramas de las plantas se metían por las ventanas de las casas y las personas se hacían pequeñas.
Guantes. Aplausos y velas. Un médico talaba un ciprés. Las ardillas valientes dirigían las calles. Mamá también sabía dibujar. Tiempo. Tiempo.]
Te vi bailar en una ventana, pero no era tu baile y no eran tus colores. No advertí un dolor certero. Estabas sola y tenías un perro, un perro y el pelo gris. Tú siempre tan presumida, ¿qué puede haber pasado para que no te tiñas, princesa? Cosas raras, ¡carajo!
– Ya, para. Qué sueño tan extraño. No vuelvas a dormir la siesta en el sillón dental.
– Sabes que en verano hago turno continuo, más ahora que es el mundial. ¡México’86!
– ¿Quién juega?
– ¡La final querida!
QUÉ SUEÑO TAN EXTRAÑO. NO VUELVAS A DORMIR LA SIESTA EN EL SILLÓN DENTAL
Alemania/Argentina. Preparamos el Endomethasone y los pins que tengo que terminar la endodoncia de Carlos.
– Ya lo tienes preparado.
Se está terminando el cigarrillo en la sala de espera y ya pasa. Mañana vuelves a casa a mediodía, tu sueño me ha asustado.
– No. Que mañana soñaré que todo está bien. Que aprendimos y somos mejores.