Un investigador del Instituto Politécnico Nacional de México (IPN) ha creado un dispositivo mecánico con impresión 3D que permite corregir deformaciones craneales, ya sean congénitas o generadas por algún traumatismo. Su diseño – único en su tipo – brinda a los pacientes un mayor nivel de confort que los aparatos convencionales, ya que su peso es un 50 por ciento menor y no tiene barras frontales, por lo que mantiene despejada la visión del usuario.
Delfina Gómez Álvarez, secretaria de Educación Pública, ha destacado que a partir del trabajo colaborativo, la comunidad científica aporta soluciones o alternativas que dejan huella.
Por su parte, el director general del IPN, Arturo Reyes Sandoval, ha subrayado que, a través de la formación de investigadores altamente calificados, el Politécnico muestra a través de resultados el compromiso que tiene con la sociedad.
El doctor Juan Alfonso Beltrán Fernández, titular del proyecto realizado en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) Unidad Zacatenco, explicó que el dispositivo se fabricó bajo la industria 4.0, ya que todas las piezas que lo integran (barras, arcos y tornillería) se imprimieron en tercera dimensión en un material plástico y luego se digitalizaron con un escáner en 3D. Posteriormente, las imágenes se enviaron a una empresa extranjera con el plano de diseño para que las imprimieran con la misma técnica, pero esta vez en titanio.
También recalcó que al haber sido fabricado en 3D, el peso del dispositivo se redujo casi un 50 por ciento. “Un dispositivo convencional de este tipo pesa alrededor de 403 gramos, mientras que el diseñado por el IPN pesa 204 gramos; de esta forma también se disminuye la cantidad de material que se usa para elaborarlo, lo cual repercute en brindar mayor comodidad al usuario y en la reducción de costes”, puntualizó.
El profesor del IPN y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel I destacó que, para adaptar el distractor, el especialista clínico realiza una cirugía microinvasiva que permite fijarlo con tornillos especiales a la cabeza y al maxilar superior del paciente. El especialista lo va ajustando mensualmente, y durante cuánto tiempo será necesario este tratamiento dependerá de la edad de la persona y del grado de deformidad.
El doctor Beltrán Fernández – quien cuenta con 12 años de experiencia en el diseño y fabricación de distintos tipos de prótesis y dispositivos ortopédicos -, refirió que debido a su coste, los distractores craneales son escasos en los centros hospitalarios, lo cual reduce la posibilidad de brindar tratamiento a quienes lo necesitan. Por eso se iniciará en breve el trámite de la patente de esta nueva tecnología para ofrecerla como alternativa.
El dispositivo se diseñó por solicitud del doctor Mauricio González Rabatú, Jefe del área de Cirugía maxilofacial del Hospital Regional “1º de Octubre”, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), quien se mostró satisfecho con el resultado final, ya que el distractor es altamente funcional, y brinda al usuario una visión sin obstáculos «porque no tiene la barra frontal como los aparatos comerciales, por lo que se evita la desviación de los ojos”, expuso.
Y es que, tal como llevamos informando desde Gaceta Dental desde hace mucho tiempo, la impresión 3D en el sector dental y sanitario es un importante recurso que se utiliza cada vez más a favor de soluciones más innovadoras y en muchos casos, más económicas.