Las medidas de seguridad adoptadas durante la pandemia han dado como resultado la implementación de servicios como la teleodontología. Un sistema que ha permitido minimizar la asistencia presencial de los pacientes en los centros médicos para reducir la transmisión viral durante la crisis sanitaria.
Un estudio publicado por el British Dental Journal, dedicado a evaluar las ventajas y desventajas de este servicio, ha concluido que la teleodontología podría extender su potencial más allá de la pandemia. Según los datos que arroja el análisis, nos encontramos ante un campo emergente que permitiría mejorar aspectos como:
– El desplazamiento de los pacientes.
– La reducción de las listas de espera.
– La eliminación de las asistencias presenciales innecesarias.
El estudio, realizado por Christopher K. Wallace, Charlotte E. Schofeld, Lucy A. L. Burbridge y Katherine L. O’Donnell, se llevó a cabo en el área de Odontología Pediátrica del Newcastle Dental Hospital a lo largo de un mes, un período en el que tuvieron lugar un total de 653 citas de teleodontología.
Como resultado, se ha visto que el implementar la consulta telefónica como primer punto de contacto entre el equipo odontológico y el paciente ha reducido el número de citas presenciales requeridas en más de un tercio.
La teleodontología no solo tiene un carácter consultivo
El servicio a distancia no solo tiene un carácter consultivo, sino que también es útil para acciones como:
– Realizar clasificaciones iniciales y evaluaciones remotas.
– Monitorizar tratamientos mediante la transmisión y almacenamiento de datos, vídeos e imágenes.
– Incidir en la prevención.
– Mejorar la relación con el paciente.
Entre las 653 citas de pacientes que tuvieron lugar en el período de estudio, un 79% tuvo un primer contacto exitoso. Un 21% tuvo contactos iniciales fallidos, si bien entre estos últimos un 10% pudo tener un segundo contacto telefónico óptimo. Tras estas consultas, un 3% de los pacientes requirió de una valoración presencial urgente; un 15% de una valoración presencial prioritaria; un 59% de una cita habitual de rutina y un 21% fue dado de alta.
Uno de los puntos clave del estudio incide en la importancia de tener en cuenta los detalles demográficos de los pacientes a la hora de implementar el servicio, ya que parte de ese 21% de contactos fallidos se debían a números de teléfono erróneos o desactualizados.
Desventajas de la teleodontología
Pero la teleodontología también conlleva algunos obstáculos como, por ejemplo, la interpretación remota. Para ello, resulta fundamental que exista un servicio que evite barreras entre quienes no hablan el idioma o tienen problemas de audición o comunicación.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que hay un grupo de pacientes que no puede acceder a la teleodontología o disfrutarla de forma eficiente, por no poseer ordenador o teléfono, por tener dispositivos de mala calidad, por la existencia de ruidos o por la ausencia de conexión a internet.
Por último, el estudio del British Dental Journal hace hincapié en que la falta de interacción cara a cara resulta desagradable para algunos pacientes, que catalogan la opción telemática como un servicio “despersonalizado” y que dificulta la comunicación.
Riesgo de diagnósticos erróneos
Más allá de estos puntos, los autores también advierten sobre el riesgo de establecer un diagnóstico erróneo o de la posibilidad de una mala gestión posterior del paciente. Y es que la precisión de un diagnóstico telemático puede verse influida por la calidad de las imágenes que se reciben, los dispositivos informáticos del dentista y del paciente y la voluntad de cooperación de este último.
En consecuencia, es importante que los dentistas solo evalúen a pacientes de forma remota si creen que la atención puede ser la adecuada y que pueden dirigir a los pacientes a otros servicios locales de ser necesario.
En definitiva, la teleodontología es un sector emergente y en expansión que puede aportar nuevas formas de contacto y muchas ventajas en el ámbito sanitario. Tal y como señala el estudio, la mejora de los protocolos de priorización de pacientes y de clasificación para incluir consultas telefónicas o en vídeo, los criterios de derivación, la documentación asociada a cada cita o la posibilidad de realizar auditorías colaborativas con otras unidades especializadas son cuestiones que todavía están por perfeccionar, y que pueden convertir a este servicio en un gran complemento clínico más allá de la pandemia.
Fuente: Dentistry