El Instituto de Biomecánica (IBV) ha aumentado su acreditaciones ENAC (Entidad Nacional de Acreditación) para ensayos de implantes quirúrgicos. En concreto, ha conseguido dos nuevas acreditaciones para realizar ensayos de carga dinámica para implantes dentales endoóseos y para ensayos de resistencia a la flexión de placas óseas.
El primero corresponde a la norma ISO 14801, para implantes dentales endoóseos, que son aquellos soportados por tornillos fijados en el hueso de la mandíbula. Se trata de un ensayo de carga dinámica, donde se simulan las condiciones de carga de estos implantes en las condiciones del “caso más desfavorable”. Su objetivo es determinar la resistencia de fatiga a flexo-compresión.
El ensayo consiste en la simulación del posicionado fisiológico del implante dental y posterior aplicación de cargas cíclicas hasta determinar el límite de fatiga del implante, que resiste un total de 5 millones de ciclos.
El segundo ensayo se basa en las normas ISO 9585 y ASTM F382. Busca garantizar las propiedades mecánicas mediante la determinación de la resistencia y la rigidez a flexión de las placas óseas.
De esta manera, el IBV se consolida como la “entidad de referencia en el ámbito de los ensayos de implantes quirúrgicos, ya que es la única a nivel nacional que cuenta con ellos”, asegura Carlos Atienza Vicente, director del Área de Mercado de Salud del IBV.
Garantías de los laboratorios acreditados
Desde que el pasado 26 de mayo entrase en vigor el nuevo Reglamento Europeo de Producto Sanitario (MDR), los Organismos Notificados que certifican la Evaluación de la Conformidad para el marcado CE de los productos sanitarios son cada vez más rigurosos en la aceptación de los ensayos y pruebas de evaluación de su seguridad y funcionamiento.
Desde IBV “decidimos apostar hace dos años por las acreditaciones ENAC para demostrar nuestra competencia técnica en ensayos de implantes quirúrgicos”, añade Carlos Atienza.
Estas acreditaciones de ENAC “garantizan la seguridad de los usuarios respecto a las propiedades ensayadas por el IBV, siempre que los fabricantes cumplan con el resto de requisitos fijados por las autoridades competentes para estos tipos de productos sanitarios”, concluye Atienza.
Por último, los laboratorios acreditados demuestran que disponen de los recursos humanos y materiales necesarios, de la experiencia y la capacidad de proporcionar un servicio adecuado a las necesidades de sus clientes mediante un proceso de evaluación riguroso, transparente y con plena aceptación internacional: el proceso de acreditación.