Una de las competencias como higienistas dentales es concienciar de la importancia que tiene una buena salud bucodental y fomentar la educación para la salud. Entre las enfermedades que más prevalecen en la infancia está la caries dental, por esto los profesionales de la salud debemos ofrecer herramientas educativas y preventivas logrando que la motivación de los padres juegue un papel importante en la salud de sus hijos.
Alguna de las dudas más frecuentes que se plantean los padres son: ¿cuándo erupcionan los primeros dientes temporales?, ¿es importante la lactancia materna para el desarrollo de la boca del bebé?, ¿cuándo hay que empezar a cepillar los dientes?, ¿hasta cuándo es recomendable el uso del biberón? Dentro de la educación para la salud bucodental resolveremos esas dudas.
La salud bucodental del bebé
Numerosos estudios y profesionales explican la importancia de la leche materna como alimento para el bebé, ya que proporciona numerosos beneficios nutritivos e inmunológicos. Además, supone un vínculo muy importante entre madre e hijo.
Por otro lado, la lactancia materna favorece el correcto posicionamiento de las arcadas dentarias, ya que la succión del pecho ayuda a que la mandíbula avance en su posición y a un correcto posicionamiento de la lengua. La leche materna no causa caries, pero puede producirla si una lactancia materna nocturna se prolonga, es a demanda y existe ausencia de higiene bucal.
Por esto es muy importante comenzar con la limpieza de las encías desde el nacimiento, una vez al día utilizando una gasa húmeda. A los 6 meses erupciona el primer diente temporal, por lo que es obligatorio comenzar la higiene bucal dos veces al día con un cepillo o dedal de silicona para limpiar los dientes, encía, lengua y mejillas.
Las caries en los dientes de leche
Según el el Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife, el avance de la caries en niños con dentición temporal es más agresivo que el que se produce sobre la permanente, ya que la pulpa que aloja el nervio de las piezas está más próxima al esmalte.
Además, el daño causado por la caries en una pieza temporal puede repercutir en el definitivo y, no solo eso, también causar problemas de maloclusión. Por lo que, aunque se trate de un diente de leche, hay que tratar esta patología.
El papel del biberón nocturno y el chupete
Una vez erupcionado el primer diente de leche es recomendable que se evite el uso del biberón nocturno con cualquier líquido que no sea agua. Además, el biberón debe limitarse a los 12-18 meses de edad. Cerca del primer año hay que intentar que beba los líquidos de una taza. Es muy importante que el niño no se quede dormido con el biberón ingiriendo un líquido que no sea agua. Los azúcares refinados deben evitarse antes de los dos años.
El uso del chupete debe limitarse a los 18-24 meses ya que puede producir una alteración en la posición de la lengua y ocasionar maloclusiones. Otras medidas importantes que los padres deben tomar son eliminar alimentos con sacarosa entre comidas, reducir al máximo la ingesta de pan de molde, embolsados y refrescos.
Para que el bebé tenga una salud bucodental eficiente desde sus primeros meses de vida, no es aconsejable compartir utensilios con él, ya que se pueden transmitir bacterias de la boca. Acciones como soplar la sopa o usar la misma cuchara puede ser perjudicial para los dientes del menor.
En los primeros años de vida se producen caries y traumatismos en los dientes de los niños, que pueden derivar en problemas más graves si no se llevan a cabo las pautas anteriormente citadas. Problemas como la dificultad en la masticación, disminución del apetito, dificultad a la hora de dormir y pérdida de peso se producen cuando la salud bucal no es la adecuada.
¿Provoca la leche materna caries?
La leche materna es un alimento rico en componentes muy beneficiosos para el bebé. Pero como todo alimento, puede dejar restos en los dientes de leche, provocando una acumulación de bacterias que provoque caries. Sería la conocida como caries del lactante o del biberón y para evitar que aparezca hay que mantener una adecuada higiene bucal desde bebés, sobre todo tras la última toma por la noche.
Es decir, hay que limpiar las encías con una gasa humedecida en agua tras cada toma, incluso cuando aún no han erupcionado los dientes. O si ya han salido las primeras piezas, usar un cepillo de dientes para bebés, pequeño y suave, y una cantidad de pasta que sólo manche el cepillo.
La importancia de la figura de los profesionales
Para que no se produzcan infecciones que desencadenen en enfermedades sistémicas, hay que acudir al odontólogo antes del primer año de vida. De esta manera el odontólogo o higienista indicará a los padres todas las herramientas para prevenir que el niño/a padezca caries dental.
Los higienistas bucodentales tienen la función, entre otras, de preservar la salud bucodental del bebé a corto y largo plazo. Para ello es fundamental que los padres o personas a cargo del menor reciban instrucciones odontológicas y orientación temprana sobre este tema.