El protésico dental condenado es propietario de varias clínicas dentales y tiene pendientes otros dos procedimientos por posibles delitos de intrusismo y lesiones.
El Colegio de Dentistas de Las Palmas, actuando como acusación particular, ha logrado una sentencia firme condenatoria en el caso de un delito de intrusismo contra un protésico dental, propietario de varias clínicas dentales, por ejercer como dentista sin tener la titulación para ello y atribuirse la condición de odontólogo de la que carece.
La resolución, dictada el 20 de abril por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, confirma la aplicación del tipo penal que lleva aparejado pena de prisión y condena al intruso a la pena de seis meses de prisión. Asimismo, le obliga a indemnizar a la paciente, en concepto de responsabilidad civil, con la cantidad de 3.850 euros que esta le había abonado como parte del tratamiento, y al pago de las costas.
El condenado, que en la actualidad tiene pendiente otros dos procedimientos penales por posibles delitos de intrusismo y lesiones, según los hechos probados, llegó a explorar la boca de la paciente, a tomarle mediciones e impresiones a fin de efectuar un trabajo protésico, y a intentar extraerle un implante sin lograrlo, colocándole, finalmente, una funda y un puente.
Teniendo el tratamiento a medias y sin conseguir ser atendida, la perjudicada contactó con el Colegio de Dentistas de Las Palmas, descubriéndose entonces la falsa identidad del supuesto dentista, lo que motivó a la paciente a presentar una reclamación y a la entidad colegial a actuar como acusación particular.
Reclaman un cambio normativo que prevenga el delito de intrusismo
El Colegio de Dentistas de Las Palmas, puesto que en España no es necesario ser dentista para abrir una clínica dental, viene reclamando un cambio normativo que establezca que la mayoría del patrimonio social y del número de socios en las clínicas dentales correspondan a socios profesionales dentistas. De este modo, «podrían evitarse actuaciones en contra de la protección de la salud por parte de quienes buscan hacer negocio en el sector y obtener beneficios sin atender a la ética deontológica», señala Francisco Cabrera Panasco, presidente del Colegio de Dentistas de Las Palmas.
La entidad colegial reivindica, asimismo, el endurecimiento de las penas mediante un tipo agravado para el intrusismo asociado a las profesiones sanitarias puesto que, según señala Cabrera Panasco, «la comisión de este delito, mientras la norma no cambie, seguirá siendo provechosa para los intrusos e, incluso, les animará a reincidir». «Consideramos –añade– que siendo la Odontología una profesión sanitaria y pudiendo ponerse en riesgo la salud e incluso la vida de las personas, las penas por intrusismo son realmente ridículas».
Revisión de las penas
El delito de intrusismo sólo impone pena de cárcel cuando el acusado se atribuye públicamente la cualidad de profesional mediante el uso de un título que no posee. Sin embargo, el hecho de ejercer las funciones propias de la profesión de dentista sin estar titulado para ello, está penado con multas de seis a doce meses.
La entidad colegial ha interpuesto varias querellas por intrusismo, lo que hace que, en la actualidad, existan otros seis procedimientos penales en diferentes partidos judiciales, por esta misma causa, en la provincia de Las Palmas.
Llama la atención que, el mismo día en que se dictaba sentencia condenatoria contra el falso dentista, se celebrara un juicio por un posible caso de intrusismo donde, nuevamente, el Colegio de Dentistas de Las Palmas actuaba como acusación particular. Al igual que ocurriera en el proceso anterior, ante la queja de la paciente, se descubrió que el supuesto dentista no figuraba como colegiado. De ahí, que la institución recalque la importancia de la denuncia por parte de la ciudadanía «para erradicar la lacra del intrusismo».