Productos desarrollados por odontólogos españoles para los odontólogos del mundo
Hay experiencias que merecen ser contadas, sobre todo, cuando muestran la capacidad y entusiasmo de profesionales de nuestro país en el desarrollo de innovaciones para mejorar su profesión y la salud de sus pacientes. Hace cinco meses conocí la aventura que han vivido cuatro odontólogos españoles para desarrollar diversos productos vanguardistas en Endodoncia, partiendo de la oferta comercial actual y de sus necesidades como profesionales. Si “la experiencia es algo que vale mucho dinero y, por ello, es mejor que la paguen otros”, vale la pena leer este artículo, pues describe todas las dudas y dificultades que tuvieron y cómo las resolvieron para poder materializar sus ideas en un producto disponible hoy para la comunidad odontológica de todo el mundo. Afortunadamente, no ha sido la primera ocasión en que esto ocurre, ni tampoco será la última.
Todo surgió cuando cuatro profesionales de la Endodoncia de nuestro país, José María Aranguren, Rafael Cisneros, Francisco de la Torre y Roberto Estévez, reunidos por el afán de comunicar sus conocimientos en su Academia de Formación, Endoformación, hablaron de las modificaciones e innovaciones que habría que introducir en los instrumentos rotatorios disponibles para conseguir desarrollar productos que garantizaran una Endodoncia más sencilla, eficaz y segura. Lo que empezó como una conversación de café, en breve, se convirtió en una discusión acalorada: eran muchos los cambios que había que aplicar y muy inciertos los pasos que había que dar para hacerlos posible.
Buscando el producto ideal
El primer producto en la discusión fue un sistema de instrumentación de rotación continua. La instrumentación manual sigue siendo importante entre los profesionales de nuestro país, más que en los de nuestro entorno. Uno de los motivos es que los odontólogos generalistas que hacen Endodoncia no se sienten seguros con la instrumentación rotatoria.
Revisando las características y beneficios que les ofrecían los sistemas comerciales actuales, hicieron una lista de las que ellos quisieran disponer en un sistema innovador, más efectivo y seguro. Una vez definidas, las testaron con otros compañeros y llegaron a la ‘lista de la compra’ (Figura 1).
Realizados una serie de estudios que les dieron más información sobre las necesidades de desarrollo e innovación, vieron que era un proyecto inabordable para ellos. Muchos de estos proyectos han muerto en esta etapa, privando a la profesión de dispositivos, productos y servicios necesarios. Pero la casualidad permitió un giro en esta historia.
Tratando de conseguir aliados para materializar sus ideas y proyectos, contactaron con un distribuidor local de productos especializados en Endodoncia que, tras conocer el proyecto, pensó que éste era brillante y en el que merecía la pena invertir, aportando los medios y experiencia necesarias para que la ilusión se transformara en realidad.
Las premisas básicas que debería reunir cualquier acuerdo viable para continuar juntos serían:
– que aportara valor al profesional que hace Endodoncia.
– que su precio fuera el más bajo posible para facilitar su adopción por todos los profesionales de nuestro país o de cualquier parte del mundo, aunque su nivel adquisitivo fuera mucho menor que el nuestro, y
– que los beneficios, una vez generados, se reinvirtieran en continuar con el desarrollo que aportaran valor al profesional y sus pacientes.
Teniendo en cuenta estos importantes postulados aceptó el reto industrial de materializar el proyecto y transformar en productos tangibles las nuevas e innovadoras propuestas desarrolladas por estos profesionales, creando el socio industrial: la empresa Zarc4endo. Se inició entonces la búsqueda de una infraestructura de desarrollo puntera, con capacidad y disposición de testar nuevas ideas, cambios metalúrgicos, conicidades etc., para fabricar un sistema que cumpliera las expectativas (Figura 2).
Había exigido probar el comportamiento de diversas metalurgias y conocer las propiedades de aleaciones aún no usadas en Endodoncia. Surgió así un sistema con dos aleaciones integradas, la ‘Blue’ ya vieja conocida, y la ‘Pink’ una nueva aleación incorporada a la Endodoncia que confería a la lima Z1 del sistema, bautizado como BlueShaper®, propiedades aún no conocidas (Figura 3). Surgió así el primer sistema de doble aleación de la historia.
Fase de pruebas de red colaborativa
Pero aún quedaba mucho camino por recorrer. Había que testar el comportamiento en diversas pruebas preclínicas, antes de empezar a tratar pacientes (Figura 4).
Tras un trabajo frenético, desarrollado durante ocho meses, se hicieron los cambios y ajustes necesarios y se definió completamente el producto que se había de producir, tras lo cual, se fabricaron los primeros prototipos. Tras hacer los estudios de las pruebas físicas en diversos laboratorios e instituciones universitarias, y confirmando que los resultados de las pruebas físicas mejoraban ampliamente las propiedades buscadas, se pulieron algunos aspectos menores y, tras la primera producción limitada, se confirmaron las pruebas preclínicas y las especificaciones para la producción masiva (Figura 5).
Fue entonces el momento de obtener los permisos necesarios para la realización de las pruebas clínicas y solicitar la autorización de comercialización en España y resto de países. Tanto para ello como para la documentación necesaria, se pidió la participación de innumerables endodoncistas españoles que, de forma desinteresada, participaron en esta aventura (Figura 6).
Simultáneamente a toda esta investigación y desarrollo, se contactó con otros grupos de odontólogos en otros países del mundo para compartir los hallazgos y pedir su colaboración en el desarrollo de BlueShaper®. Como resultado de estas conversaciones, se estableció un acuerdo con el Dr. Sergio Kuttler y el International Dental Institute en los Estados Unidos sobre la colaboración en el desarrollo y comercialización de SyAct®, revolucionario sistema para la irrigación de conductos radiculares en base a la activación por luz de micro y nano-burbujas, técnica revolucionaria y que demostró una eficacia en la eliminación de bacterias y biofilms del 99,99% (Dr. Anil Kishen, 2018). En diversos estudios se considera este enfoque como el sistema de irrigación del futuro.
Plan de negocio
Llegó el momento de establecer el ‘plan de negocio’ para garantizar que el conocimiento del producto se extendiera en el territorio de la forma adecuada y que se consiguiera la penetración deseada en el mercado, siempre con la máxima de que su precio fuera el menor posible, garantizando su rápida adopción por los profesionales y teniendo en cuenta la recuperación de la inversión realizada. El acuerdo alcanzado consistió en que los beneficios se reinvirtieran en continuar con el desarrollo y la innovación en Endodoncia y especialidades y segmentos del mercado relacionados.
Comenzó entonces la contratación del personal técnico, de formación, marketing, relaciones con los líderes de opinión, comercial, etc., para desarrollar todos los elementos de comunicación y comercialización necesarios para conseguir los objetivos a corto, medio y largo plazo de la empresa. Se definió como uno de los elementos clave de comunicación de los productos de la empresa la implicación, previa a la comercialización, del máximo número posible de endodoncistas y generalistas que hicieran endodoncia en sus consultas. Solo con una base amplia de profesionales testando los productos, la empresa podía estar segura de que aportaban el valor requerido y satisfacían las necesidades tanto de profesionales como de pacientes. Esto despertó, además, el interés de diversas universidades españolas donde se han realizado y siguen desarrollando estudios, como en la Universidad Europea de Madrid, Rey Juan Carlos, Católica de Valencia, etc.
Gracias a esto, aunque la inversión en material y medios técnicos necesarios para su desarrollo fueron importantes, no solo se testó el material sino que se consiguió la confianza necesaria de los clínicos y se generaron infinidad de casos para compartir tras su lanzamiento.
Se obtuvo, de esta manera, un sistema de instrumentación rotatoria sencillo, rápido, eficaz, eficiente (magnífica relación calidad/precio) y seguro, BlueShaper®, el primero en el mundo incorporando la aleación ‘Pink’ y con una doble aleación, que complementan sus propiedades y que, juntas, satisfacen las necesidades del odontólogo y sus pacientes en cada situación (Figura 7).
Ya solo queda que aquella idea, fruto de una discusión entre compañeros de profesión, reciba la acogida deseada en el mercado, permitiendo de este modo la consolidación de una empresa española, joven e ilusionada, con un fuerte componente innovador y enfoque en el desarrollo de productos del odontólogo para el odontólogo.
Así es BlueShaper®
Las características de este sistema, diseñado íntegramente en España por endodoncistas españoles para sus compañeros de profesión en todo el mundo, son:
- Es el único sistema que presenta dos aleaciones: ‘Pink’ y ‘Blue’.
- La aleación ‘Pink’ presente en el primer instrumento (z1) le confiere la resistencia a la torsión suficiente para avanzar en conductos más estrechos o calcificados.
- La aleación ‘Blue’, presente en los demás instrumentos, aumenta la resistencia a la fatiga cíclica, consiguiendo respetar la anatomía original en conductos con gran curvatura.
- Su versatilidad permite adaptarse a todo tipo de conductos, respetando la dentina peri-cervical y/o la forma original del conducto.
- Ausencia de memoria de forma: característica fundamental que lo define frente a otros sistemas comerciales, que permite precurvar el instrumento previo paso a su introducción en el conducto, consiguiendo mayor accesibilidad en conductos de acceso complicado con apertura limitada y respetando al máximo la forma original.
Otras características relevantes que presenta el producto desarrollado, son:
- El sistema contiene limas de conformación coronal y limas de acabado.
- Su movimiento es rotatorio continuo con una velocidad constante entre 350-500 rpm y un torque alto.
- Se puede emplear con cualquier motor de endodoncia convencional.
- Además presenta un sistema de puntas de papel y puntas de gutapercha adaptadas a las limas de acabado.