Según un estudio de GSK Consumer Healthcare, la Covid-19 ha provocado que uno de cada cinco usuarios de prótesis dental en Estados Unidos y Rusia esté usándola menos que antes de la pandemia.
Hablar, comer, sonreír y besar con total normalidad son muchos de los objetivos que busca el paciente en una prótesis dental. Este elemento bucodental ofrece al usuario la suficiente confianza y comodidad para mostrar una sonrisa completa y sana. Pero pensar que este es el único beneficio que conlleva llevarla es un error. El uso continuado de la prótesis dental ayuda a mantener el equilibrio de la dentadura y protege la encía evitando consecuencias graves en la salud.1 No usarla puede causar en el paciente problemas fisiológicos, funcionales y psicológicos, e incluso económicos.
Efectos sobre la salud
No llevar la prótesis genera con el tiempo cambios en las facciones: se adelanta la mandíbula, los pómulos se acentúan… Esto genera problemas estéticos, pero también importantes cambios en la estructura facial que pueden derivar en dificultades para la alimentación. Además, usarla habitualmente evita el incremento de la presión sobre los dientes restantes y su deterioro, ayudando así a la mejor conservación de éstos. La prótesis evita que los dientes remanentes se inclinen y desplacen hacia los espacios, por tanto, si no se usa la prótesis de manera continua es probable que tenga que crear y adquirir una nueva para la nueva disposición de los dientes.
Durante estos últimos meses y desde que la Covid-19 ha llegado, un 21% de los usuarios de prótesis dental están usándola menos que antes de la pandemia según un estudio llevado a cabo en septiembre por GSK CH entre la población de Estados Unidos y Rusia. “La pandemia del Covid-19 sin duda ha impactado de una manera directa nuestras vidas; una menor socialización fuera de casa y el uso de la mascarilla que oculta la boca, ha provocado que los usuarios de prótesis hayan disminuido el uso de estas mismas” afirma Helen Tomlinson, directora general de GSK Consumer Healthcare España. “Ahora más que nunca, es importante incidir en la protección y prevención de los usuarios de prótesis dental e informar y ofrecer al paciente todas las herramientas necesarias para que mantenga buenos hábitos de salud y autocuidado, siempre contando con la ayuda y recomendación del profesional odontólogo”.
Para que la prótesis dental cumpla su función siempre de la manera adecuada, además de usarla habitualmente y con regularidad, ésta debe ser ajustada y revisada por su dentista de confianza anualmente.
Asimismo, es recomendable usar un fijador o adhesivo junto con la prótesis para conseguir mayor estabilidad y fuerza de mordida, mayor comodidad y evitar la entrada de alimentos entre la prótesis y la encía. Corega ofrece diferentes adhesivos para satisfacer las necesidades de cada usuario de prótesis y una fijación 3D sujetando la prótesis desde todos los ángulos.
Y, por supuesto, en estos momentos en los que la higiene es más importante que nunca, es esencial desinfectar al menos una vez al día la prótesis con limpiadores específicos para eliminar los gérmenes, bacterias y hongos. Limpiadores específicos como los de Corega, con una fórmula que consigue acabar con el 99.9% de las bacterias causantes del mal olor* sin dañar la prótesis, para conservar la prótesis dental limpia y fresca y ayudar al usuario a mantener una correcta higiene bucal todos los días.