Los dentistas de Castellón inciden en no descuidar la higiene oral en verano, hidratarse bien, limitar las bebidas azucaradas y realizar una revisión dental de vuelta a casa.
El Colegio Oficial de Dentistas de Castellón propone una serie de pautas para esquivar los peligros veraniegos sobre los dientes y lograr así que esta época del año no les pase factura. La caries, la gingivitis y los traumatismos; junto con sus consecuencias más comunes como la halitosis, el sangrado y la hipersensibilidad, son los problemas bucodentales más frecuentes en verano.
¿Cómo hacerles frente? Así arrancan las recomendaciones prácticas del CODECS para unas vacaciones saludables:
Kit de viaje bucal: En verano se viaja más, se pasa más tiempo en la calle y las comidas y cenas fuera de casa son más comunes. Muchas veces ello conlleva una cierta relajación en la limpieza dental. Un kit de viaje bucal ayudará a mantener esta práctica en cualquier lugar. Basta con incluir un cepillo plegable para poder llevarlo en el bolso; hilo dental; cepillos interdentales o interproximales, muy útiles para la limpieza diaria de implantes y aparatos de ortodoncia; y enjuagues bucales. Si usas férula, métela en la maleta, pues de regreso a casa es posible que ya no se ajuste. Un pack mini pero efectivo. No olvides el cepillado tres veces al día durante al menos dos minutos inmediatamente después de cada comida principal, sobre todo antes de dormir. Descuidar este gesto puede aumentar el riesgo de acumulación de placa bacteriana y dañar el estado de tus encías.
Cuida lo que comes, y lo que bebes: En verano aumenta el consumo de bebidas alcohólicas, azucaradas y carbonatadas, y de zumos que generan ácidos en la boca que pueden dañar el esmalte dental. La dentadura queda más desprotegida ante el ataque de bacterias causantes de la caries y crece la hipersensibilidad por la ingesta de alimentos o bebidas frías. Hidratarse correctamente es una forma efectiva de contrarrestar los efectos perjudiciales de este tipo de bebidas: dos litros de agua al día y una apuesta por verduras, hortalizas y frutas, de alto contenido hídrico, es una buena fórmula. Luego están los helados: uno de esos clásicos del verano al que no tenemos por qué renunciar si lo disfrutamos con cabeza, manteniendo nuestra rutina y hábitos de higiene oral y evitando aquellos con muchos ‘toppings’, que multiplican aún más los azúcares y se adhieren a los dientes.
Hidratación: El CODECS incide en la importancia de la hidratación en cualquier época del año, pero especialmente en los meses de más calor. Si se está hidratado, el flujo y la calidad de la saliva serán las óptimas. Y la saliva es el primer protector de la boca: frena la caries, diluye los azúcares, mantiene constante el PH de la boca y aporta el calcio y fosfato necesarios para remineralizar el esmalte. Además, una boca seca es más proclive a infectarse e inflamarse porque segrega menos saliva.
Protector labial: Proteger la piel del sol cuando vamos a la playa o a la piscina es un hábito adquirido. Pero, ¿qué hay de los labios? Usar protector solar labial es clave, porque las quemaduras en esta parte del cuerpo pueden afectar a la salud oral.
Más riesgo de traumatismos: Las piscinas y el auge de deportes al aire libre disparan el riesgo de traumatismos dentales. El CODECS recomienda actuar rápido: conserva el fragmento de diente en suero salino, o en su defecto agua, agua con sal o leche. En caso de avulsión, recupera el diente sujetándolo por la corona (nunca por la raíz), y no lo limpies ni enjuagues. Acude de forma urgente a un dentista para poder llevar a cabo el tratamiento más adecuado.
Revisión dental tras las vacaciones: A la vuelta de las vacaciones, visita a tu dentista para realizarte una revisión y confirmar que todo está en perfecto estado.