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Creatividad ante la incertidumbre (y II)

Definitivamente ser creativo es un «estilo de ser», una manera de vivir, una elección. Es algo que sucede a partir de una decisión que debes tomar y que en estos tiempos que vamos a comenzar a vivir de la era post Covid es imprescindible, si quieres, no sobrevivir, sino súper vivir.

La creatividad está dentro de ti, es algo que va intrínseco al ser humano. No se puede ser humano y no ser creativo. Podemos, eso sí, bloquear la creatividad. Sin embargo, la gran noticia es que podemos desatar este don divino que nos distingue del resto de seres vivos.

Muchas personas me están preguntando últimamente: Pero, ¿es tan necesaria la creatividad? ¿para qué me sirve desarrollarla?.

La pregunta es fácil de responder: «Si no eres creativo, no te adaptas y te quedarás obsoleto», punto.

El para qué, deberás descubrirlo tú mismo: ¿Cuál es el propósito por el que estás aquí? Esta respuesta te revelará tu misión y tu propósito en la vida, y en consecuencia entenderás de una manera profunda la necesidad urgente de alimentar tu creatividad para poder cumplir ese propósito.

Decía en la primera parte de esta artículo que vivir sin creatividad y bajo el yugo del miedo, es como vivir deshojando una margarita. Pues bien, desarrollar la creatividad es vivir bajo los «cuatro pétalos de un trébol». Sí, ya sé que el trébol de cuatro hojas representa la buena suerte, y es que la mala suerte existe, pero la buena suerte se busca.

Así que déjame decirte cómo se busca la buena suerte a través del trébol de cuatro hojas.

El primer pétalo del trébol es aprender a gestionar el miedo. Así de simple. Y sí, ya sé que decirlo es fácil, pero es lo que toca. En este nuevo escenario ganará quien mejor gestione sus miedos.

 Te recomiendo que te descargues gratuitamente mi libro Stop al Virus del Yuyu, una guía práctica de estrategias para gestionar el miedo. Aquí vas a aprender cómo hacerte cargo de esta emoción tan poderosa. Recuerda lo que digo en la portada de mi libro: «Tener miedo no es malo, lo malo es que el miedo te tenga a ti».

Una de las cosas que hoy quiero resaltar entre todas las estrategias para gestionar el miedo es la lectura. La lectura cura la ignorancia y créeme si te digo que el miedo se ceba en la ignorancia… en consecuencia, la creatividad queda absolutamente bloqueada.

El segundo pétalo para desarrollar la creatividad son tus competencias. Es decir, lo que sabes hacer de manera integrada en tu identidad.

Una competencia es el resultado de la suma del conocimiento, la habilidad y la capacidad. Esto sólo se consigue leyendo, estudiando…, por eso te insistía en este tema y lo más importante: practicando lo leído. Porque, como decía Aristóteles, «quien lee y lee y no practica, es como quien ara, ara y nunca siembra».

Aprender no es acumular conocimiento, sino acumular experiencia. Es atreverse a poner en práctica a través de la acción lo que lees y estudias.  Saber mucho y no ponerlo en acción tiene un nombre, analfabetismo funcional y es una lástima ver cantidad de jóvenes que se han dejado las pestañas pegadas a la bombilla de un flexo, pero que son incapaces de buscarse la vida por sí mismos. Se requiere creatividad para súper vivir en este mundo nuevo.

Te dejo aquí tres preguntas que te pido que te sientes y te las respondas de manera honesta.

  • ¿En qué he sido bueno hasta ahora?
  • ¿Qué competencias tengo ocultas?
  • ¿Qué estoy dispuesto a hacer para incorporar estas competencias?

Quizá sea importante recordarte que lo que te trajo hasta aquí, no tiene por qué llevarte más lejos.

El tercer pétalo de la creatividad es la flexibilidad cognitiva. Sí, ya sé que suena muy rimbombante, pero lo que quiero decir que debemos ser más flexibles con lo que pensamos, con lo que creemos. Somos el resultado de lo que pensamos. Lo que somos y vivimos es el espejo de nuestras creencias. Nuestro mundo interno crea nuestra vida.

Si lo que crees es rígido, la tempestad de la vida te hará frágil. Sí, exacto, como el tronco que no es flexible y que se siente fuerte, pero que a la primera de cambio, ante un huracán, es arrancado de cuajo de sus raíces.

Sin embargo el sauce, se inclina, se adapta a la fuerza de ese viento tremendo y su flexibilidad le salva la vida. Así debemos ser en estos tiempos. El artista Picasso, decía que «desaprender es mucho más complicado que aprender», porque es necesario soltar maneras de pensar que no nos son útiles en este nuevo mundo.

Una manera de pensar arcaica hará de ti un ser anquilosado y atrapado en el ayer…, roto y desarraigado, y nada funcional en esta era post-Covid.

Te dejo aquí de nuevo  tres preguntas que te harán reflexionar sobre este pétalo.

  • ¿Qué pensabas/creías antes de la era post-Covid, qué te servía pero ya no te sirve?
  • ¿Qué manera de pensar podría fastidiarte en estos tiempos?
  • ¿Qué debería pensar/creer para ser más adaptativo a estos tiempos?

Dedica un buen rato a pensar en estas preguntas y analiza bien tus respuestas. No quieras sostener en tu mente un software que ya no es funcional ni operativo.

Somos lo que pensamos. Así que si tu manera de pensar no te sirve para lograr aquello que deseas, cambia la manera de pensar. Ya sé que suena fácil y no es que lo sea. La mayor dificultad a la hora de cambiar tu manera de pensar es todo lo que ya crees que es verdad, que es así…, tus conclusiones.

El cuarto pétalo del trébol para crearte la buena suerte es vivir con pasión. Déjame decirte una cosa que ya sabes… En realidad sólo te lo voy a recordar: de aquí no salimos vivos. Así que explícame las razones por las que habría que vivir sin pasión.

Enamórate de lo que haces, no hagas aquello que no te conecte contigo. No estoy diciendo que no hagas la parte más fea o desagradable de tus actividades o de tu trabajo. Evidentemente hay que hacer todo lo necesario para lograr tus sueños y no todo lo que hacemos es apetecible o agradable. Pero esto no quita que no lo hagas con pasión.

Pasión es ponerle ganas a la vida, no es hacer lo que te gusta o lo que te dé la gana.

Pasión es darlo todo, no es quedarte con algo para luego.

Pasión es poner tu atención en lo que haces, sea trabajar o estar con tu familia.

Pasión es ser consciente de que cada segundo cuenta. Que el dinero va y viene, que la salud va y viene…, pero el tiempo va y no vuelva jamás.

Pasión es redimir la vida al máximo.

Pasión es reírte de ti cuando fallas y aprender para mejorar en la próxima.

Pasión es poner el foco en lo que verdaderamente te importa.

Pasión es vivir ocupándote y no preocupándote. Decía Winston Churchill: “si de algo me arrepiento en mi vida, es de haberme preocupado de miles de cosas que no ocurrieron nunca”.

Aprende a gestionar tus miedos, descubre y potencia nuevas competencias, adáptate a través de tu manera de pensar a esta nueva era post-covid y vive con pasión.

Esta es la fórmula de la buena suerte, esa suerte que potencia en ti la creatividad y hará de tu vida una historia que merezca ser contada.

 

 

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