Valor para el paciente
Todos estos nuevos protocolos de trabajo permiten a los profesionales ser más predecibles, menos invasivos y más eficientes, por lo que los mayores beneficiados son los pacientes. Y es que, tal y como asegura el Dr. Ortiz-Vigón, «en una sola visita de menos de una hora somos capaces de tener un registro digital clínico y radiológico de cada paciente sin riesgo de que se dañen, alteren y/o extravíen, sin generar ningún tipo de residuo y sin que los pacientes lo perciban como una experiencia desagradable, consiguiendo así la creación de valor compartido para el paciente, el medioambiente y la clínica. Es sorprendente que durante tantos años nuestro foco haya estado tan centrado en la excelencia del resultado final, ‘la foto para una conferencia’, y no se haya dado más importancia e incluso registrado la percepción subjetiva de los pacientes. Actualmente, tenemos unos pacientes cada vez más informados y, por lo tanto, con la capacidad de apreciar y valorar con un mayor criterio los adelantos tecnológicos y su repercusión sobre la calidad asistencial».
Cambio constante
La obsolescencia de la aparatología parece ser ya una batalla superada o asumida debido a que la clave está en concebirla como una parte elemental del progreso. Así lo explica el Dr. Ortiz-Vigón al asegurar que «no debemos luchar contra ella sino más bien considerarla una variable cuantitativa más en nuestro balance. Es cada vez más palpable que vivimos una época donde el cambio se ha convertido en una constante, por lo que, desde mi punto de vista, aquellos que sepan adaptarse mejor y más rápido tendrán una mayor ventaja competitiva». Además, y en lo que se refiere a la inversión necesaria para adquirir dicha aparatología, «en nuestro caso particular la inversión ha sido paulatina a lo largo de los años, por lo que no hemos tenido que hacer grandes desembolsos puntuales. Con respecto a la amortización, es algo que siempre se debe hacer con este tipo de activos aunque cada tecnología tiene un periodo diferente de liquidación y es recomendable dedicar algo de tiempo a analizarlo para no llevarnos sorpresas».
Siempre alerta
El Dr. Ortiz-Vigón afirma también que estar a la vanguardia de la innovación en la profesión, además de resultar estimulante, «es algo que te mantiene alerta de los nuevos lanzamientos». En este sentido, apunta a los arcos virtuales como una posible y futura adquisición, ya que «representan una tecnología que sería interesante implementar, si bien a día de hoy, requiere todavía más investigación para su implementación en el día a día de la clínica».
Por otra parte, añade, «nosotros mismos a través de Thinking Perio Research promocionamos, desarrollamos y coordinamos proyectos innovadores de investigación para testar nuestros protocolos de clínicos con el fin de mejorar la calidad asistencial de nuestros pacientes».
Una generación nativa digital
El Dr. Ortiz-Vigón reconoce, con respecto a su conocimiento de las nuevas tecnologías, que «durante mi etapa formativa solo tuve contacto con rudimentarios softwares de planificación de cirugía guiada. Gracias al Máster de Odontología Restauradora Basada en Nuevas Tecnologías de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), dirigido por el Dr. Guillermo Pradíes y en el que el Dr. Ignacio Sanz Sánchez me brindó la oportunidad de colaborar como docente desde sus inicios, tuve la oportunidad de conocer una gran variedad de nuevas tecnologías emergentes. La Dra. Esperanza Gross, que cursó este mismo programa, fue la encargada de iniciar y formar a todo el equipo en los últimos avances. Actualmente, los Dres. Nieves Albizu y Antonio Meaños, especialistas del mismo postgrado, junto a las Dras. Esperanza Gross y Lidia Zarzuela son los encargados de desarrollar y mejorar los protocolos de trabajo que nos permiten brindar el mejor tratamiento con la mayor comodidad a nuestros pacientes. Sin todo este equipo de primer nivel dudo mucho que hubiese sido capaz de alcanzar el grado de desarrollo en el que nos encontramos actualmente. Me considero un afortunado dado que cuento en mi equipo con especialistas con mucho más conocimiento que yo en Odontología digital. Los Dres. Gross, Albizu y Meaños son parte de la primera generación nativa digital en el ámbito odontológico. Toda su formación en la UCM se ha basado en las nuevas tecnologías digitales, por lo que es parte de sus habilidades core y han logrado la implementación de la tecnología casi de forma natural».
Innovación solidaria
¿Qué ocurre cuando se mezclan innovación y solidaridad? Que surgen iniciativas como Smile is a Foundation, una ONG sin ánimo de lucro co-fundada por el Dr. Ortiz-Vigón y PerioCentrum Bilbao y que promueve, organiza y coordina proyectos de ayuda humanitaria en el ámbito biosanitario. Nacida gracias al proyecto Sonrisas para Zimbabue, puesto en marcha en 2011 por Sergio Morante y Diego Romero, su objetivo es el impulso de actuaciones en el ámbito de la cooperación y el desarrollo internacional en países en vías de desarrollo, con el fin de cubrir las necesidades a las personas más vulnerables y sin acceso a la sanidad gratuita. En España, Smile is a Foundation lleva a cabo proyectos tales como Pro-boca el cambio y Dona sonrisas.
(Ver reportaje GD 319, págs. 122-129)
Ortiz-Vigón PerioCentrum Bilbao
¿Dónde está? C/ Alameda Urquijo, 2 48008 Bilbao
¿Quiéres saber más? www.ortizvigon.com / www.periocentrum.com/periocentrum-bilbao/