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«He alcanzado mucho más de lo que nunca soñé»

Dr. Mariano Sanz, Premio Dentista del Año 2018

Sinónimo de ciencia, educación, investigación y Periodoncia, el Dr. Mariano Sanz sigue siendo la persona que más ha influido en el desarrollo de esta disciplina en las últimas décadas. Referente mundial y embajador de la marca España para la profesión, suma a su larga lista de reconocimientos nacionales e internacionales el otorgado ahora por el Consejo General de Dentistas de España como Premio Dentista del Año 2018. Incombustible en su tarea docente, faceta que le proporciona sus mayores satisfacciones, el Dr. Sanz confirma en esta entrevista su intención de continuar muchos años liderando la investigación.

—¿Qué significa para usted, en este momento de su trayectoria, recibir por parte del Consejo General de Dentistas el Premio al Dentista del Año?
—Significa mucho, ya que, en este caso, quienes me reconocen son mis compañeros de profesión, no tanto por mis méritos académicos o científicos, sino como dentista. Me siento muy orgulloso de serlo y, desde que me gradué como médico estomatólogo en 1983, nunca he dejado la práctica profesional. Además, me siento muy orgulloso de seguir formando especialistas en Periodoncia y de tratar de inculcar la importancia de la excelencia clínica, el rigor profesional y el cuidado de los pacientes.

—Doctor «Honoris Causa» por varias universidades (Gotemburgo, Coimbra…), profesor en la Universidad de Oslo, Medalla de Oro de la European Association of Osseointegration (EAO), presidente de SEPA y de la Federación Europea de Periodoncia (EFP), decano de la Facultad de Odontología de la UCM, presidente de la Conferencia de Decanos, catedrático en Periodoncia… y un largo etcétera de logros profesionales a lo largo de su carrera… ¿Cómo se consigue todo esto Dr. Sanz?
—Todo ello se consigue con determinación, con tiempo y con mucho trabajo. Por supuesto, es fundamental tener una buena formación, tanto académica, como clínica. Yo siempre les indico a mis estudiantes que es importante la excelencia clínica, pero sin una sÓlida formación básica, el recorrido será muy corto. Existe la tendencia de pensar que por colgar unos bonitos casos clínicos en internet y por hacer fotos muy limpias y cuidadosas de casos clínicos seleccionados, se alcanzarán oportunidades de éxito profesional. En mi opinión, realizar una cuidadosa selección y ejecución de los casos es importante, pero significa muy poco si uno quiere alcanzar el liderazgo profesional. Para ello hay que tener unos objetivos claros, mucha determinación y, sobre todo, formarse de un modo riguroso y reglado para poder aportar ese hecho diferencial que demuestre tu capacidad de liderazgo.

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El Dr. Mariano Sanz asegura que «todo joven que consiga una buena formación y sepa adaptarse a un mundo cambiante, triunfará como odontólogo o periodoncista».

—¿Cómo se logra compatibilizar la investigación, con la docencia y la práctica clínica? ¿Ha tenido que hacer muchos sacrificios personales a lo largo de su carrera para poder con todo?

—Los sacrificios personales son obvios, sobre todo, con la familia a la que dejas de dedicar un tiempo precioso, pero también son importantes los sacrificios tuyos propios, el no tener ningún fin de semana para ti, el no poder ir a comer con los amigos, no poder acudir a un acontecimiento deportivo o social, y el perder muchas oportunidades porque estas trabajando en algún lugar del mundo. Sin embargo, he sido muy afortunado, tengo una maravillosa familia que me quiere mucho, tal como soy, y que nunca me ha puesto en situaciones límite, sino todo lo contrario, siempre he contado con su apoyo incondicional.

—De todas las parcelas que ocupan su trabajo, ¿cuál diría que le aporta más satisfacciones?
—Creo que la faceta docente, el poder compartir mis inquietudes y preocupaciones con mis estudiantes, darles todo lo que sé y poder enseñarles todo lo que tengo. Al mismo tiempo, me encanta tener su aprecio y su agradecimiento. Son sentimientos difíciles de expresar, pero que te dan una enorme satisfacción y, sobre todo, es muy gratificante el sentir que tu acción formativa como profesor haya podido cambiar su vida profesional.

319_Protagonistas—Si pudiera viajar en el tiempo ¿qué cambiaría, quitaría o añadiría de su trayectoria profesional? ¿Se imagina ejerciendo otra profesión?
—Me hubiera encantado ser escritor. Me encantaría transmitir a través de una novela o de un ensayo mensajes que aprecien y disfruten quienes los lean. Puede ser que como disfruto tanto leyendo, siempre me pongo en el papel del escritor como fuente de tanto placer, como el que yo siento al leer un buen libro.

—¿Quiénes han sido sus mentores o referentes a lo largo de su extensa trayectoria?
—Fundamentalmente los que me acompañaron en el pasado Congreso de SEPA, celebrado en Valencia, los profesores Michael Newman, Jan Lindhe y Niklaus Lang. Ellos han sido ejemplos de inteligencia, de amor a la profesión y de liderazgo a lo largo de sus vidas. Nunca he dejado de aprender a su lado.

—¿Qué motivos le llevaron desde los inicios de su carrera a decantarse por la Periodoncia? ¿Y por qué decidió irse a Estados Unidos a estudiar?
—Cuanfo fui a formarme a Estados Unidos no existían en España, ni en Europa, programas de formación postgraduada reglada. Tuve la gran suerte de contar con el apoyo de mi padre, Mariano Sanz Martín, que a través de su amistad con Fermín Carranza (padre) me presentó a su hijo que era el director del Departamento de Periodoncia de la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles). Me animó a visitarle y, tras la primera visita, quedé tan entusiasmado que busqué los medios para hacer una estancia larga y me quedé en su departamento tres años formándome como periodoncista y como investigador, bajo la tutela del profesor Michael Newman. En aquellos años (1985-1988) España tenía bases militares americanas (Torrejón, Rota, etc…) y en contraprestación el Gobierno de Estados Unidos ofrecía becas para realizar formación postgraduada allí. Conseguí una de aquellas maravillosas becas y aquella estancia me cambió, ya que no solo pasé uno de los mejores periodos de mi vida, sino que me aportó una formación y una visión que aquí en Madrid no existía.

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