La Comisión Europea ha realizado numerosos llamamientos a todos los ciudadanos y empresas de la UE en caso de que el denominado Brexit, la salida del Reino Unido del espacio comunitario, se produzca de forma abrupta y sin control, lo que ocurriría el próximo 31 de octubre, dejando reducida la Europa común a veintisiete miembros.
En la sexta comunicación de la Comisión referida a este tema, publicada en Bruselas el pasado 4 de septiembre, se hace hincapié en la necesaria preparación dentro de los ámbitos que requieren una vigilancia específica, como «los derechos de los ciudadanos, los trámites fronterizos y el comercio, los medicamentos, los productos sanitarios y las sustancias químicas, los servicios financieros y la pesca». Es decir que los productos dentales, como sanitarios que son, exigen una observación «continua y específica» ante esa posible salida del Reino Unido sin acuerdo.
Desde España hay mucha información, hay análisis y estudios realizados en los sectores del turismo, automovilístico y pesquero, pero poca concreción en otras parcelas, y la industria dental es una de ellas. Genéricamente, los productos dentales, como el resto de las mercancías que entran o salen de la UE, están sujetos a supervisión y procedimientos aduaneros que, tras el Brexit, se aplicarán a las que se intercambien entre la Unión y el Reino Unido. No obstante, hay determinadas mercancías cuya importación/exportación entre el RU y la UE estará sujeta a una serie de «prohibiciones y restricciones» con el objetivo de proteger la salud y la seguridad de los ciudadanos europeos, entre las que figuran determinados productos agroalimentarios, pero también los medicamentos y los productos sanitarios.
En el sector dental español existe el convencimiento de que el Brexit no afectará a las exportaciones hacia el Reino Unido, dada la gran demanda de productos que se da desde las Islas. «Si frenan las importaciones, perderíamos todos, ellos y nosotros», comenta Jesús García Urbano, CEO del laboratorio de ortodoncia Ortoplus.
Centro de atención telefónica
La Comisión recuerda que «todas las empresas que comercien con el Reino Unido, tanto en bienes como en servicios, se verán afectadas por un escenario de Brexit sin acuerdo», por lo que ha creado un centro de atención telefónica para las Administraciones de los Estados miembros, pero también para aquellos ciudadanos y empresas que quieran saber más sobre la forma de prepararse ante ese escenario de ruptura unilateral que pretende el primer ministro británico, Boris Johnson. Se ha habilitado el teléfono gratuito 00 800 6 7 8 9 10 11 para responder a cuantas preguntas se planteen.
