Dentoral, una DSD CLINIC
Formación técnica y humana es una de las máximas que define el funcionamiento de Dentoral. Y es que el principal activo de este centro son las personas y su satisfacción. Así nos lo explica el Dr. Jesús Creagh Zorrilla, director general de Dentoral Centros Odontológicos desde el año 2000, quien, de la mano de un experimentado grupo de profesionales, dota a sus centros de Sevilla de la más alta tecnología, tal y como demuestra su transformación en clínica certificada en la utilización del concepto Digital Smile Design (DSD). Todo ello, acompañado de una intensa actividad formativa, con su propio centro de formación en la capital hispalense, y con el objetivo de lograr «la fórmula de trabajo perfecta» que, en sus propias palabras, no está muy lejos de alcanzar.
Especialistas en diseñar sonrisas. En esta breve frase podría verse resumida la principal seña de identidad que marca todos y cada uno de los servicios que se prestan en Dentoral, centro odontológico situado en Sevilla y dirigido por el Dr. Jesús Creagh Zorrilla, y que comprenden toda la gama de tratamientos dentales con el valor añadido de un trato personal, humano y profesional. «Tras mi licenciatura en el año 2000, sabía que quería hacer Odontología Integral y trabajar de manera interdisciplinar, ya que siempre he concebido a los pacientes como un todo. Lo primero que tuve claro es que no me debía centrar en una única especialidad, dado que para poder realizar tratamientos multidisciplinares debía adquirir un conocimiento de todas las áreas y, de este modo, seleccionar los pasos a seguir de una manera lógica que permitiese simplificar los protocolos de actuación», nos cuenta el Dr. Creagh al referirse a los orígenes de su clínica.
Ahora, cerca de 20 años después, puede afirmarse que Dentoral cuenta con los últimos avances tecnológicos para que el paciente pueda visualizar el resultado del tratamiento recomendado por el centro antes de iniciarlo. Y es que la aparición en el mercado de las nuevas tecnologías, como los escáneres intraorales y faciales, el CBCT, las fresadoras, el láser, al igual que el trabajo con flujos digitales, está provocando, en opinión de su director general, «una fractura en la Odontología que en muy poco tiempo establecerá una diferencia notable entre lo que es una clínica tradicional y una clínica moderna. Parte de esa evolución la he vivido en mis propias clínicas, por lo que he debido adaptarme a las nuevas exigencias del mercado y, así, tratar de seguir a la vanguardia y satisfacer las necesidades de mis pacientes. La adaptación a estas nuevas tecnologías ha cambiando el modo de trabajar de todo el equipo. Ha supuesto un proceso de adaptación con una curva de aprendizaje importante, pero, sin duda, con grandes beneficios, no solo económicos, lo que ha permitido incrementar el número de pacientes, de tratamientos y, lo más importante, resultados predecibles y en menor tiempo.
3D, el primer paso
Pero todo proceso de adaptación y de obligada adecuación a los nuevos procesos de trabajo surgidos dentro de la clínica, tiene un origen, que en el caso del Dr. Creagh, vino de la mano del 3D. «Mi primer contacto con el mundo digital fue en el año 2002, cuando obtuve la certificación en Invisalign®. Fue un gran cambio el poder mostrar a los pacientes un modelo virtual con los dientes en 3D, el cual podíamos mover aleatoriamente para, de esta forma, poder mostrar distintas perspectivas y evolución del movimiento planificado. Ello supuso un paso muy importante en la evolución de mi consulta, pero adolecía de integrar de manera exacta ese ClinCheck® con la cara del paciente, ya que los modelos quedaban en el ‘aire’, los dientes muy bien alineados, pero el resultado último no lo sabríamos hasta el final (planos canteados, líneas medias no centradas…), obligándonos a hacer muchos más refinamientos de los que a día de hoy tenemos que realizar».
Dentro de esta evolución, fue algunos años después, concretamente en el año 2006, cuando el Dr. Jesús Creagh realizó su primera cirugía guiada, con el sistema Nobel Guide®. Tal y como él mismo nos explica al mostrarnos las instalaciones de su clínica en Sevilla, «esto supuso una revolución en todas las cirugías de implantes que realizaba, ya que el hecho de poder colocar los implantes en la posición planificada en el software me permitía ser mucho más predecible en el paralelismo, angulación y distribución de los mismos. A medida que iban pasando los años y aumentaba la experiencia, me encontré que, pese a planificar los casos para cirugía guiada y aún habiéndolos colocado con férulas, a veces tenía limitaciones a la hora de hacer la prótesis. Esto se debía a que me guiaba siempre por el hueso sin tener una referencia de la restauración final y, mucho menos, de referencias faciales, lo que nos podía generar contratiempos al momento de restaurar protésicamente estos implantes y lograr un resultado óptimo. Si hubiera tenido una referencia inicial de la posición ideal de la corona clínica antes de empezar la cirugía, sin duda, habría manejado mucho mejor el posicionamiento del implante y reducido los tiempos de ejecución», asegura.
Además, por aquel entonces, otra de las máximas preocupaciones del Dr. Creagh era «ver cómo cada vez que realizábamos nuestros encerados diagnósticos para poder tener un proyecto inicial, observaba que las restauraciones finales pocas veces terminaban siendo exactamente igual a ese proyecto inicial que habíamos diseñado con el técnico de laboratorio y al cual le había dado la aceptación para poder seguirlo como guía en la realización del caso. Mi pregunta en estos casos era: ‘si no puedo dejar la restauración final igual que el proyecto diseñado con el encerado diagnóstico, ¿para qué encerábamos?’. Era uno de los factores más determinantes que surgían a diario y que, a día de hoy, al igual que los expuestos anteriormente, ya están resueltos gracias al uso de la tecnología digital».
y llegó el dsd.
Desde entonces, y tras asistir durante todos estos años a «innumerables» cursos de Oclusión, Ortodoncia, Cirugía, Periodoncia, Estética, etc… para intentar llegar a comprender cómo realizar una integración global y, de este modo, ofrecer la mejor opción multidisciplinaria a sus pacientes, el Dr. Creagh admite que «no fue hasta el año 2014 cuando empecé a indagar más profundamente y así asimilar qué supone Digital Smile Design (DSD), un concepto que consideraba exclusivo para marketing y carillas -debo reconocer que estaba totalmente equivocado-. Lo primero que tuve que eliminar de mi mente fue que para realizar un flujo de trabajo digital necesitaba hacer inicialmente una inversión de maquinaria en la clínica. Más que tener nueva aparatología, lo verdaderamente importante es entender los flujos de trabajo digitales. Esta ha sido la pieza clave que faltaba en mi rompecabezas clínico, lo que me ha permitido enlazar todas las especialidades con resultados predecibles. Esto me ha facilitado la planificación de los tratamientos, al poder discutir de manera visual con mi equipo multidisciplinar todos y cada uno de los casos, al igual que poder explicar a los pacientes de una manera más sencilla y totalmente entendible la planificación diseñada para su caso en particular, convirtiéndolos, así, en coautores de sus tratamientos y lograr, de este modo, el resultado estético óptimo esperado. Así se acabaron las sorpresas, todo comenzó a ser predecible y los resultados económicos empezaron a crecer exponencialmente», aclara.
Por todo ello, y a la hora de referirse a los logros más destacados en los últimos años, el director general de Dentoral asegura que «el avance más significativo ha sido transformar mi centro en ‘DSD Clinic’ (clínica certificada en la utilización del concepto de Digital Smile Design), siendo una de las cuatro únicas existentes en España y parte de las 45 que actualmente hay en el mundo. Aquí se trata a todos los pacientes con unos protocolos muy concretos adaptados a las demandas actuales, cambiando así la percepción de la Odontología por parte de estos. Lo que antiguamente era asociado a incomodidades, dolor, anestesia, molestia, etc., ha dado un giro de 180º donde los pacientes salen sorprendidos de esta nueva manera de abordar la Odontología. Uno de los grandes aportes del uso de este concepto ha sido el poder mostrarle al paciente el resultado final directamente en su boca y de manera totalmente reversible antes de iniciar el tratamiento (presentación emocional mediante la utilización del mockup motivacional) algo muy parecido a lo que han hecho los arquitectos e ingenieros durante muchos años; primero hacen unos planos, luego una maqueta y por último construyen el proyecto. Suena obvia esta metodología de trabajo, pero no ha sido hasta hace muy pocos años, que se ha incorporado esta técnica a la Odontología».