Dra. Patricia Valls, presidenta del Colegio Oficial de Dentistas de Valencia (ICOEV)
La Dra. Patricia Valls es la primera odontóloga que asume la presidencia del Colegio de Dentistas de Valencia, un dato que refleja el cambio generacional de la profesión y al que da más relevancia que al hecho de que sea la primera mujer en desempeñar dicho cargo. La mejora, por un lado, de la comunicación con los colegiados, a través de la integración de las nuevas tecnologías y, por otro, de la prestación de servicios, son los objetivos prioritarios de su equipo de gobierno, unos propósitos que afrontan desde la responsabilidad y el diálogo con sus compañeros.
—LLeva usted varios años involucrada en la actividad colegial, ¿de dónde surgió este interés?
—Cuando acabé la carrera, una compañera me animó para que entrara a formar parte de la Junta del Centro de Estudios Odontoestomatológicos de Valencia, el organismo en el que se apoya el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos provincial (ICOEV) para la formación continuada. Así, fui nombrada vocal, cargo que mantuve con dos presidentes diferentes hasta que el Dr. Pascual Martínez me llamó para formar parte de la Junta Directiva del Colegio. Corría el año 2003, estaba muy vinculada al Máster de Odontopediatría de la facultad y era una forma de ayudar a los compañeros. Este fue mi primer paso en la actividad colegial y los sucesivos presidentes del colegio siempre han contado conmigo (fue vocal con el Dr. Andrés Plaza y vicepresidenta con el Dr. Enrique Llobell). Tengo la convicción de que es importante que la gente se involucre para alcanzar logros.
—¿Qué le ha aportado a nivel profesional su participación en la vida colegial?
—Conocer la profesión desde otra perspectiva. La nuestra es una profesión solitaria. Te metes en la actividad de tu clínica, en una microburbuja, que te impide conocer la problemática general de nuestra actividad. Por eso, formar parte de las diferentes Juntas de Gobierno del ICOEV me ha permitido percibir los problemas de la profesión desde la primera línea, además de estar en un observatorio privilegiado desde donde ver cómo ha evolucionado la Odontología los últimos veinte años, que ha sido mucho.
—¿Cómo decidió dar un paso más y optar a la presidencia del ICOEV?
—En esta decisión las claves han sido el apoyo del Dr. Llobell, presidente del ICOEV durante los últimos ocho años, y el buen grupo de trabajo que se integró en la candidatura. Fueron ellos los que me animaron para encabezar la lista, presentando un proyecto que sigue la línea de trabajo realizado por la Junta anterior y marcado por el sentido de la responsabilidad y el diálogo entre todos los compañeros.
—¿Cuáles son los objetivos prioritarios que se han marcado de cara a los próximos cuatro años?
—Tenemos mucho interés en integrar las nuevas tecnologías en el Colegio con la finalidad de mejorar el contacto y la comunicación con los colegiados. Ésta creo que es la gran asignatura pendiente de los colegios profesionales. Además, otro de nuestros grandes propósitos es mejorar la prestación de servicios.
«Los odontólogos debemos tener unos valores éticos y deontológicos inquebrantables. Hay líneas rojas que no debemos cruzar»
—Me imagino que la actividad formativa también será fundamental en su gestión.
—En Valencia, tenemos la suerte de contar con el Centro de Estudios como pilar fundamental de la formación continuada, una organización que funciona realmente bien. Además, informamos a nuestros colegiados de los cursos de formación del Consejo General de Dentistas de España. Dentro de la Junta tenemos como vocal científico al Dr. Carlos Labaig, un profesional que sirve para vehicular todas las propuestas formativas para el colegiado valenciano. Asimismo, no nos podemos olvidar de la gran labor desarrollada a nivel de relaciones institucionales. En este sentido, tenemos firmados convenios de colaboración con las más destacadas sociedades científicas del país, que organizan periódicamente cursos en el colegio.
Además, no nos podemos olvidar tampoco que nuestra ciudad, Valencia, por infraestructuras y ubicación, entre otras muchas razones, es sede habitual de congresos nacionales de muchas sociedades científicas.
—¿Cuáles son los principales problemas que el profesional de Valencia traslada al Colegio?
—Habría que distinguir entre los problemas de la Odontología y los problemas de los odontólogos. Desde el Consejo General de Dentistas se está llevando una lucha importante para solucionar los problemas de la Odontología y estoy plenamente convencida de que pelearán aún más.
En cuanto a los problemas de los odontólogos, éstos han ido cambiando con los años. Cuando terminé la carrera había una universidad pública y terminábamos solo sesenta por promoción. Y prácticamente todos abrimos clínica y comenzamos a trabajar como autónomos. Entonces, ese era el perfil de colegiado, con unos problemas específicos. Hoy en día, el abanico de colegiados es muy grande. Tenemos autónomos, asalariados, gente joven que tiene sus clínicas, pero que participan también en otras, etc. con lo cual ahora las acciones hay que enfocarlas para todas las tipologías de colegiados. Nuestra obligación es detectar los problemas de cada modelo de colegiado e intentar cubrir las necesidades de todos ellos. Es un gran reto que tenemos.
Enlazándolo con nuestra intención de mejorar la comunicación con el colegiado, vamos a lanzar una encuesta para dar voz a los profesionales de la provincia y, en función de sus demandas y necesidades, adoptar desde el Colegio las acciones y medidas oportunas.
Me gustaría que los colegiados se sientan con la libertad y el interés de ver el ICOEV como una entidad que está para ayudarles en todas sus necesidades. Queremos ser más útiles a nuestros profesionales.
—En los cargos de responsabilidad o mayor visibilidad del sector, refiriéndonos a presidencias de colegios o sociedades científicas, hay escasa presencia femenina, a pesar de que la profesión cada vez lo es más. ¿Cómo valora ser la primera presidenta del colegio valenciano?
—Era cuestión de tiempo, por lo que tú estás diciendo, porque en la profesión cada vez hay más mujeres estudiando Odontología. Nosotros en la colegiación tenemos el 64% de mujeres. Era lógico que llegara este momento. Por circunstancias he sido yo y estoy contenta de estar aquí.
También creo que mi presidencia representa el cambio generacional de la profesión. Hasta ahora los presidentes han sido todos médicos-estomatólogos. Este es un punto de inflexión y lo que marca la diferencia: no que sea mujer, sino que sea la primera odontóloga presidenta de nuestro colegio.
Además, que haya pocas mujeres en los cargos directivos no es por incapacidad sino por el coste personal que se tiene que pagar. La conciliación entre vida familiar y profesional es complicada.
A lo largo de mi trayectoria, no me he sentido infravalorada por ser mujer. Lo que sí es cierto es que ejercer cargos de responsabilidad o visibilidad supone un coste personal; un sacrificio que, a lo mejor, no todas las mujeres están dispuestas a hacer.
«La lucha contra el intrusismo es uno de nuestros caballos de batalla. Seguiremos trabajando para combatirlo»
—¿Quienes la acompañan en esta “aventura”?
—Si he dado el paso de presentarme como presidenta ha sido por el equipo que tengo a mi lado. Buenos compañeros que van a sumar en este proyecto. En la vicepresidencia, José Amengual; César Cuñat como secretario; José María Micó, tesorero, y Filomena Estrela, vicesecretaria. Además, José Monlleó, José Enciso, Gemma Martínez y Carlos Labaig como vocales.
Una pieza también muy importante es la Comisión Deontológica, más tal y como está la profesión hoy en día, y que está presidida por Enrique Llobell, y cuenta con Montserrat Catalá como secretaria, y como vocales están Pedro Buitrago, Adrián Lozano y Pascual Martínez. Hemos intentado que estén representadas todas las áreas de la Odontología. En definitiva, un gran equipo. Creo que estoy muy bien acompañada y respaldada.
—El joven odontólogo ¿participa en la vida colegial?
—La gente joven cuando termina sus estudios tiene el foco puesto en el mercado laboral o en mejorar su cualificación realizando un máster o curso de postgrado, pero aún no se ha enfrentado de verdad a los problemas de la profesión.
Los jóvenes que participan más activamente en las asociaciones estudiantiles odontológicas muestran más inquietud por los temas de futuro. Precisamente, hemos mantenido reuniones con ellos porque queremos impulsar su participación.
—Además de la plétora y los problemas de cara a la inserción laboral, el intrusismo profesional es otro de los grandes puntos negros de la Odontología. ¿Cómo se vive en Valencia?
—Desde el Colegio de Valencia hemos peleado mucho en este sentido. De hecho, el nuestro, es de los colegios más activos en cuanto a denuncias a intrusos, con muchos de los casos judicializados. Es importante que los colegios adopten acciones a este nivel y que denuncien en los juzgados, que es donde hay que tratar este tipo de casos. Pero también creo que hay una labor de concienciación en la sociedad, que debería ir en paralelo. Luchar contra el intrusismo es uno de nuestros caballos de batalla y seguiremos trabajando para combatirlo.
—Hablábamos antes de los cambios que ha experimentado la Odontología los últimos años. ¿Cuáles cree que han sido los más relevantes y significativos?
—Uno de los principales ha sido el aumento exponencial del número de profesionales. Hemos pasado por una crisis económica importante y el sector financiero ha visto en el sector dental una inversión. El hecho de que en España cualquier persona pueda poner una clínica dental, sin que sea dentista, es uno de los aspectos que más nos están perjudicando. El tema de la publicidad sanitaria sin regulación ni control es muy preocupante.
Recientemente, nos hemos reunido con la Consejería de Sanidad del gobierno valenciano, porque, tras el problema de IDental, van a tomar cartas en el asunto. De hecho, nos han convocado a todos los colegios sanitarios para presentarnos un proyecto concreto en este sentido.
«La creación de las especialidades oficiales sería buena tanto para los profesionales como para los pacientes»
—¿Considera que la creación de especialidades oficiales contribuirá a mejorar la situación de la Odontología?
—En el marco europeo, para equipararnos al resto de países, sí, evidentemente. Pero es otra asignatura pendiente. Hay que tener claro que las especialidades son buenas para la profesión y para los pacientes.
Tenemos que trabajar para paliar el daño en la imagen de la profesión que han provocado situaciones como la de IDental. Debemos trabajar para que nuestros odontólogos tengan unos valores éticos y de profesión inquebrantables, que hay determinadas líneas rojas que no se deben cruzar, y que nuestro objetivo fundamental, como profesionales, debe ser la salud de los pacientes.
—¿Qué ha hecho el colegio valenciano respecto a IDental?
—Llevamos mucho tiempo detrás de este caso por lo que sabíamos por compañeros y por las quejas de algunos pacientes que habían llegado a nuestra Comisión Deontológica. Ante estas evidencias lo primero que hizo el Colegio fue denunciar la situación ante la Administración y empezó a tener eco la noticia en prensa. Y a partir de aquí estalló ya el problema a nivel nacional.
Desde el colegio valenciano, pedimos a la Comisión Deontológica que aceptara las reclamaciones de los pacientes y atendimos los expedientes que pudimos. Paralelamente, se fue creando una bolsa de profesionales para realizar informes clínicos para que los pacientes que lo desearan aportaran a las financieras. No obstante, éste es un problema que supera el ámbito colegial autonómico. Personalmente, creo que incumbe más a la Administración que a los colegios. Nosotros ayudamos, pero llegamos hasta donde podemos. La pena es que quienes han pagado las consecuencias han sido los pacientes, los más desprotegidos.
—¿Cuál sería el logro o objetivo alcanzado del que se sentiría más orgullosa a la finalización de su mandato?
—Me encantaría decir que he podido solucionar los problemas de los odontólogos valencianos, pero creo que eso es demasiado ambicioso por mi parte porque no está solo en mis manos.
Además, me gustaría despedirme del mandato como una presidenta que ha hecho una buena gestión interna del Colegio y que los compañeros se hayan sentido atendidos y comprendidos por nosotros, por su Colegio.
Más personal…
• Nacida en… Valencia, aunque, para aquellos que les despierte curiosidad mi segundo apellido -Meyer-Thor Straten-, decirles que mi abuelo era alemán.
• Aficiones… Todo mi tiempo libre se lo dedico a mi hijo que tiene 10 años.
• Deportes… Cuando la agenda me lo permite, salgo a andar. También juego al tenis en alguna ocasión y esquío cuando se da la oportunidad.
• De no haber elegido esta profesión… Siempre he tenido vocación por la rama sanitaria. Mi padre era médico (pediatra) y mi madre es enfermera. Y, aunque en un principio, quería seguir los pasos de mi padre, finalmente me decanté por la Odontología.
• Una película… Me quedo con cualquiera de la saga de Star Wars.
• Música preferida… La música de los 80. U2, Los Secretos, The Waterboys, etc.
• Viajes en cartera… Cuando terminé la carrera, hice un viaje de cooperación con la Universidad de Valencia a Costa Rica, un país que me fascinó y me gustaría volver. También están en mi lista destinos Noruega, Nueva Zelanda… en general, viajes de naturaleza.