Dr. Miguel Peñarrocha, Presidente de SECIB
Contribuir en lo posible a la mejora de la Sociedad Española de Cirugía Bucal (SECIB), tras numerosos años vinculado a la misma, es la principal tarea e ilusión del Dr. Miguel Peñarrocha, recientemente nombrado presidente de la organización. Desde su nuevo cargo, y consciente de la inexistencia de «remedios milagrosos», nos detalla, entre otros relevantes asuntos para la profesión, su intención de continuar trabajando para perfeccionar el conocimiento y las habilidades en Cirugía Bucal de los profesionales en beneficio de una mayor salud bucodental.
—¿Qué le hizo postularse como candidato a la presidencia de SECIB?
—Los compañeros de SECIB me invitaron a presentarme. Después de tantos años en la Sociedad, muchos de sus miembros ya son amigos, por lo que es una oportunidad magnífica para estrechar lazos y contribuir en lo posible a la mejora de la Sociedad.
—Tras sus años de vinculación con la misma, ¿cómo afronta esta nueva responsabilidad, tanto desde el punto de vista profesional como personal?
—Con la ilusión de poder ayudar a los compañeros odontólogos de nuestra Sociedad que practican la Cirugía Bucal, en un momento en el que la profesión en España tiene numerosas complicaciones. Y para que nuestra mejora como colectivo se traduzca en el mejor tratamiento quirúrgico posible a nuestros pacientes, que es nuestro fin último y, personalmente, la actividad que más me gusta. Las clínicas dentales debieran ser sociedades profesionales y sería adecuado, dada la plétora de dentistas existente, que cada profesional tenga solo una clínica. Además, en España, cualquier persona puede abrir una clínica como una sociedad mercantil y luego contratar dentistas. Eso es permitir que la salud sea un puro asunto comercial, con la búsqueda únicamente de rendimientos económicos por parte de las empresas.
Otro problema es el número de dentistas. Al ser este un país de autonomías sin normas con respecto a estas cuestiones, cada una hace lo que quiere, y no hay control del número de profesionales que van a poder ejercer en España. Esto no solo sucede en la Odontología, también en la Medicina y en muchas otras profesiones. Estas son cuestiones básicas para evitar la frustración enorme de un profesional que no puede trabajar en lo que se formó con ilusión y esfuerzo.
—¿Quiénes le acompañan en la Junta Directiva?
—Tengo la suerte de contar en la Junta con personas con mucha experiencia, vinculadas a la Cirugía Bucal y a la SECIB desde hace muchos años, que participan en tareas de docencia y que tienen actividad clínica en la Cirugía Bucal. Como vicepresidente contamos con el Dr. Daniel Torres, catedrático de Cirugía Bucal de la Universidad de Sevilla; claramente dedicado a la docencia, a la investigación y a la mejora de la Cirugía Bucal. La Dra. Amparo Aloy es la secretaria de la Sociedad y es profesora asociada de Cirugía Bucal y odontóloga de la Fundación Lluís Alcanyis de la Universitat de València. El tesorero es el Dr. Jordi Barrionuevo, profesor del Máster de Cirugía Bucal e Implantología Bucofacial de la Universidad de Barcelona. Como vocales tenemos al Dr. Antonio López, vinculado a SECIB desde hace muchos años y profesor contratado doctor de Cirugía Bucal en la Universidad de Salamanca; la Dra. Raquel González, profesora contratada doctora de la Universidad CEU-UCH de Valencia y el Dr. José Manuel Somoza, profesor asociado en el Departamento de Cirugía de la Universidad de Santiago de Compostela.
—¿Cómo recuerda sus inicios en la Sociedad y cuáles cree que han sido los principales logros de la misma hasta la actualidad?
—La SECIB se gestó en las reuniones de los profesores universitarios de Cirugía Bucal, hace más de 20 años. Fue impulsada por los profesores Cosme Gay Escoda y Manuel Donado. Desde entonces, ha pasado de ser un grupo de profesionales con interés en la Cirugía Bucal a una Sociedad de más de 2.000 profesionales.
—En su opinión, ¿por qué es necesaria una Sociedad como ésta?, ¿qué puede aportarle al profesional?
—La riqueza de una Sociedad se basa en la calidad y cantidad de sus socios. Debemos hacer entender a los odontólogos que trabajan especialmente en Cirugía Bucal que, en España, la SECIB es la Sociedad que se alinea con sus intereses desde el punto de vista del conocimiento, para mejorar su formación y para defender sus derechos como profesionales y posibles futuros especialistas en Cirugía Bucal. Para que los odontólogos se aproximen a la Sociedad y sigan vinculados a la misma como socios activos y participativos, la SECIB les ofrece una mejora en su formación a través de congresos, cursos modulares, seminarios, la revista de Medicina Oral, etc.
Otra función importante de la SECIB es la de defender a los socios para que puedan conseguir las mejores condiciones posibles para la realización de su trabajo, así como facilitar el contacto enriquecedor con otros profesionales que trabajan en el mismo ámbito.
—Desde su nuevo cargo, ¿cuáles serán sus primeras medidas?, ¿qué aspectos concretos considera que pueden contribuir a esa mejora que comenta?
—Seguir con lo que hizo la Junta Directiva presidida por mi predecesor el Dr. Eduardo Valmaseda, que hizo muy bien su trabajo. Aquí no hay remedios milagrosos. Continuaremos luchando para que nuestro sistema político limite el número de odontólogos, regule la docencia de posgrado y reconozca la especialidad de Cirugía Bucal. Además, seguiremos trabajando para mejorar el conocimiento y las habilidades en Cirugía Bucal de nuestros socios, para que los pacientes reciban el mejor tratamiento posible, facilitando así la tarea de todos los odontólogos. Nuestro fin último es aportar a los pacientes los mejores tratamientos y generar más salud bucodental.
—Usted ha desarrollado buena parte de su carrera como docente, ¿cómo ve el campo de la Cirugía Bucal y de la Implantología dentro del actual panorama formativo nacional?
—España está como los países desarrollados, con muchísima actividad en la Implantología Oral. Es cierto que se podría regular mucho mejor la profesión y la actividad, para proteger a los pacientes y a los profesionales, valorando al odontólogo y a la clínica dental como sociedad profesional, no permitiendo en este sector las sociedades mercantiles. Un odontólogo debe tener el fin de luchar por la salud de los pacientes y hace un juramento al final de su licenciatura. En cambio, una sociedad mercantil solo se debe a tener el máximo de beneficios económicos, siendo ese su objetivo y su obligación. Las leyes deben proteger a los ciudadanos para que tengan las mejores opciones posibles para vivir en salud, y ese escenario lo facilitan más las clínicas profesionales que las sociedades mercantiles.
—Entonces, ¿cómo plantea la estrategia formativa de SECIB?
—La SECIB reúne a profesionales de la Odontología española especialmente, con intereses comunes en el aprendizaje de las habilidades de la Cirugía Bucal. Esto comprende: la anestesia oral, la conservación de los dientes mediante cirugía periapical, las extracciones de los dientes incluidos, el diagnóstico y tratamiento de las infecciones orofaciales, quistes maxilares y la Implantología oral, con el gran desarrollo que experimenta cada día. Estos contenidos también son importantes para el futuro de cualquier profesional de la Odontología. Aunque en la Cirugía Bucal parezca que tenemos un campo pequeño en la cavidad oral, no es cierto. Nuestra profesión tiene gran cantidad de matices y zonas de aprendizaje y mejora. La formación continuada es necesaria para todos. La SECIB nace con una clara vocación de servicio para la mejora del conocimiento de los odontólogos con especial dedicación a la Cirugía y a la Implantología Bucal para hacer mas fácil la vida de los profesionales y de los pacientes.
Por lo tanto, seguiremos avanzando en la creación de guías de práctica clínica para facilitar y unificar los procedimientos de Cirugía Bucal. Nuestro mundo actual es cambiante y muy competitivo, exige hacer cursos atractivos para adaptarse a los nuevos tiempos. El sistema educativo sanitario español no regula ni se ocupa de la formación posgraduada. Esa carencia existente en la organización de profesiones sanitarias intenta ser parcialmente paliada por distintas organizaciones de la profesión y por sociedades como la SECIB, para que los odontólogos españoles sigan realizando dignamente su tarea de sanar a sus pacientes. No estamos en un mundo aislado y, el conocimiento no tiene puertas. Hay muchas sociedades científicas dentro y fuera de España, con las que compartimos muchos intereses. El acercamiento y la unión con ellas será siempre enriquecedor.
—¿Llegaremos a ver el reconocimiento de la especialidad de Cirugía Bucal en España?
—La mayoría de países europeos disponen de la especialidad en Cirugía Bucal (menos España, Austria y Luxemburgo) y es uno de los objetivos fundamentales de la SECIB, equiparar a España con el resto. Esto potenciaría que los especialistas en Cirugía Bucal pudieran obtener plazas en el sistema sanitario público, mejorando la salud pública de los españoles.
—¿Cómo resumiría los principales avances que se han producido en la Cirugía Bucal de hoy?
—El avance en las Ciencias Básicas, en los materiales y en el instrumental que disponemos, hace que la Cirugía Bucal avance claramente. Por entrar en detalle, las técnicas anestésicas han mejorado y siguen haciéndolo; se han incorporado nuevos instrumentos para la extracción de dientes incluidos, haciendo menos traumáticos y con menos complicaciones estos procedimientos; la cirugía periapical con el cambio de escenario tecnológico, debido a la incorporación de endoscopio y microscopio, ha conseguido tasas de éxito muy elevadas y la Implantología se ha beneficiado de nuevos conceptos en la osteointegración y en el sellado de los implantes por el tejido conectivo. También se han mejorado los diseños de implantes, sus tasas de éxito, y hemos avanzado en limitar la periimplantitis y en el conocimiento de los métodos de regeneración ósea.
—¿Qué destacaría de su extensa labor investigadora y en qué líneas de investigación está involucrado en la actualidad?
—Las líneas que he trabajado a lo largo de mi vida han sido: dolor orofacial, extracción de dientes incluidos, anestesia local, cirugía periapical, e Implantología oral. En la actualidad me dedico a las mismas líneas, si cabe, más centrado en la cirugía periapical (conservar dientes en un momento social en el que, por la propaganda televisiva de las cadenas comerciales, nuestra sociedad se está haciendo «extraccionista», no valora los dientes naturales y parece sobrevalorar los implantes) y a la Implantología, especialmente a los implantes en grandes atrofias maxilares y la carga inmediata.
—¿Cómo animaría a los estudiantes para que se decantaran por la investigación? ¿Qué haría que esta opción profesional resultara más factible?
—La investigación en Cirugía Bucal es necesaria. En España hay muchos profesionales con ideas y formación para desarrollar una investigación de alto nivel. Sería necesario que esta estuviera más considerada y ayudada con suficientes medios económicos; tanto la investigación básica de alto nivel en Cirugía Bucal o la de clínica, que intenta protocolizar y mejorar los procedimientos que realizamos con nuestros pacientes. Los cirujanos bucales repetimos muchas veces nuestros procedimientos terapéuticos, buscando la excelencia cada día. Es una actividad que combina el «pensar que vamos a hacer» con la realización de la actividad quirúrgica manual. Esto, al final engancha. Cuando tratamos a nuestros pacientes nos sumergimos y abstraemos en las intervenciones, intentando mejorar los procedimientos y capacidades, y disfrutando de este quehacer.
—Continuando con la investigación y en el supuesto de que le fuera concedido un deseo ¿cuál elegiría?
—En España, la investigación costeada por los organismos públicos está sufriendo la situación económica del país, con claros recortes. Además, la Odontología y la Cirugía Bucal, al no estar plenamente integrada en el sistema de salud (por los enormes costes que ello generaría), no tiene los recursos que sería deseable tener. En la España actual no se dispone de suficientes fondos públicos para realizar la investigación que se podría hacer en otras circunstancias. La industria, las organizaciones profesionales, los odontólogos y cirujanos bucales contribuyen, dentro de sus posibilidades, a la investigación en Odontología y en Cirugía Bucal. Si me concedieran un deseo, sería mejorar la SECIB y la Cirugía Bucal en España.
—¿Cómo afecta la irrupción de la Odontología digital en la Cirugía Bucal y en la Implantología?
—La Cirugía Bucal y la Implantología mejoran cada día con el enorme avance del conocimiento que tienen las Ciencias Básicas y Aplicadas. La aparición de la tomografía computarizada de haz cónico, los escáneres intraorales y las impresoras digitales han llegado para quedarse y facilitar el trabajo del odontólogo y del cirujano bucal, así como mejorar los tratamientos que hacemos a nuestros pacientes.
Más personal…
• Nacido en… Chelva (pueblo de Valencia, con 500 casas cristianas, 500 judías y 500 árabes).
• Aficiones… Pintura y viajes.
• Deportes… Kung Fu.
• De no haber elegido esta profesión… Pintor.
• Un lugar… Mi pueblo.
• Música preferida… The Beatles, The Rolling Stones, Joan Manuel Serrat, Mecano, Flamenco…
• Viajes en cartera… Sicilia y Alaska.
Perfil profesional
• Licenciado en Medicina y Cirugía
(Universitat de València).
• Doctor en Medicina y Cirugía (Universitat de València).
• Médico Especialista en Estomatología
y en Neurología.
• Máster en Cirugía e Implantología Bucal (Universidad de Barcelona).
• Fellow of the European Board of Oral
Surgery.
• Catedrático de Cirugía Bucal de la Facultad de Medicina y Odontología de Valencia.
• Director del Máster de Cirugía e Implantología Bucal (Universitat de València).
• 4 tramos de investigación ANECA.
• Investigador del Instituto IDIBELL.
• 16 libros publicados: 50 capítulos de libros, y 4 monografías on-line.
• Artículos publicados: 500.
• Premios científicos: 25.