¿Técnicos ingenieros?
Además, Ávila añadió que «siempre, detrás de la tecnología, hay una parte humana muy importante, sea la quirúrgica, la ortodoncista o la correspondiente al diseño de las restauraciones. Está claro que el know how es muy importante porque es fundamental para desarrollar el servicio final. Por eso creo que todos estamos de acuerdo en que la formación dada por las universidades y la formación privada en innovación es clave. Y algo muy importante, mentalizarnos en España en que los chavales aprendan inglés, estamos en un mundo global. Además, tenemos que ser conscientes de que los actores formativos tienen que contar con las bases académicas que están establecidas, pero con las herramientas de implantación digital. Fusionar la forma docente clásica con la digital del manejo del software».
En opinión del Dr. Somoza, «los técnicos tienen miedo a que los dentistas les quiten el trabajo, pero deberían temer más a los ingenieros, porque estoy viendo muchas clínicas grandes que en vez de contar con técnicos contratan ingenieros, y es un hándicap porque ese trabajo debería ser del técnico de laboratorio. Es un error que el ingeniero esté diseñando piezas. Sería importante el Grado de Ingeniería Técnica, es decir, un técnico de laboratorio con base de Ingeniería».
De cara al futuro
Para Ávila, «los actuales actores, franquicias, seguros, etc. tecnológicamente tienen una capacidad financiera muy fuerte, lo que también es una gran competencia para las clínicas privadas. Si ven una oportunidad de negocio la van a aprovechar. La tecnología puede ser una amenaza tanto para la clínica como para el laboratorio, por lo que hay que ser consciente de que es necesario reinventarse para buscar otras formas de relación. Y la legislación también debería proteger a todas las partes, porque a lo mejor hay un día en el que todas estas revoluciones tecnológicas ‘barran’ a toda una serie de profesionales».
Del mismo modo, el Dr. Pradíes quiso hacer la siguiente reivindicación: «como dentistas, y asociado una vez más al tema de las tecnologías, deberíamos reivindicar un cambio de modelo de negocio con respecto a nuestras relaciones con la industria, y me estoy refiriendo a algo que denominamos obsolescencia programada, que nos ‘machaca’ a todos los dentistas porque, tras hacer un gran esfuerzo económico, el material se queda obsoleto al cabo de los tres años y en Odontología no existe la posibilidad de un renting como en otros sectores». El Dr. Pradíes finalizó su intervención con un mensaje rotundo: «que no se equivoque nadie, quien manda aquí es la industria, y nos pongamos como nos pongamos, ya han decidido apostar por el flujo digital, tanto dentro como fuera de la consulta».
Tecnología versus costes
En cuanto a la relación entre la clínica y el laboratorio, José Ávila Crespo se refirió a la importancia de que «cuando se hace un análisis para implantar un flujo de trabajo en una clínica, es importante que los profesionales sepan hacer un business plan para poder valorar el coste social en su estructura de contar con una tecnología apropiada acorde con su volumen de trabajo o bien la posibilidad de contar con un centro de planificación donde realizar diseño de sonrisa, cirugía guiada, ortognática, planificación de cirugía mucogingival…, y tenerlo al día siguiente para poderlo mostrar a sus pacientes de una manera rápida y sin tener que invertir en dos o tres profesionales en la propia clínica. Es decir, el servicio que puede aportar el laboratorio para que la clínica no tenga que realizar esas inversiones continuas».
Avances al servicio del paciente
El Dr. Pradíes quiso concretar en tres los principales campos de la Odontología digital: «todo lo que se refiere a la magnificación y a la radiología, que es un aspecto básico en la digitalización, la tecnología CAD/CAM y el control del dolor. Tenemos que evolucionar con las nuevas tecnologías en este aspecto porque seguimos trabajando con métodos que son razonablemente arcaicos. Es inverosímil, por ejemplo, que en España sigamos con problemas de utilización del óxido nitroso, cuando es algo que se utiliza en todo el mundo. La tecnología nos permite tener un nivel de seguridad excelente en el uso de ese tipo de fármacos y, sin embargo, no están a disposición del dentista y no contribuyen, por tanto, a la comodidad del paciente, que es a quien nos debemos». En este sentido, el Dr. Mulas aseguró que «lo que tenemos que hacer como profesionales es escuchar las necesidades de los pacientes e intentar solucionarlas de la mejor manera posible. La Odontología y todas las ciencias en general evolucionan hacia eso: enfocar sus cuidados a las percepciones del paciente».
Docencia virtual
Adelantándose a un futuro más o menos cercano, y reconociendo que «es muy interesante ver la interrelación entre lo analógico y lo digital», Ávila Crespo hizo referencia «al empleo de realidad aumentada, navegación por satélite, nuevas técnicas de cirugía, telemedicina…», campo en el que según el Dr. Aranguren «se está avanzando mucho. Ya hay algunas universidades en España que están apostando por la docencia virtual y creo que va a tener un desarrollo muy grande en el futuro». En este punto, el Dr. Pradíes quiso referirse a un término que no se había tratado hasta ese momento, «la tecnología háptica. En la Universidad Complutense de Madrid llevamos ya algunos años trabajando con Simodont, un aparato que utiliza dicha tecnología capaz de simular la sensación de que estás trabajando sobre un diente virtualmente con la sensación del tacto, notas perfectamente cuándo estás en la dentina, en la pulpa…, porque lo estás sintiendo. Es un tipo de tecnología muy interesante», concluyó.
Los invitados, uno a uno
- Dr. Guillermo Pradíes. Profesor titular de Prótesis y Oclusión y director del Departamento de Prótesis Bucofacial de la UCM.
- Dr. Jacobo Somoza. Especialista en Odontología Estética, Facultad de Odontología de la UCM.
- José Ávila Crespo. Especialista en tecnología CAD-CAM del Laboratorio Ávila Mañas.
- Dr. José Aranguren. Profesor Asociado de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y director del Máster de Endodoncia Avanzada de la URJC.
- Fernando Folguera. Director del Centro de Formación Folguera-Vicent.
- Dr. Jonathan Mulas. Graduado en Odontología por la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX). Cofundador de la empresa tecnológica Icnodent.