Instalados como estamos en la impresión 3D ha habido quien ha querido personalizar al máximo el cepillo de dientes con la creación de un modelo impreso en metal hasta convertirlo en un auténtico objeto de lujo. Nada menos que 1.500 euros de nada cuesta cualquiera de las versiones del modelo MIO –las hay para diestros o zurdos, de acero o de titanio, en terminación mate o galvanizado–, una simbiosis entre diseño italiano y tecnología alemana que convierten este instrumento de higiene en una pieza de joyería. ¿Las cerdas tendrán una duración normal? Porque cambiar cada tres meses de cepillo a 1.500 € la unidad se antoja un tanto demasiado.