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«Llega una nueva Odontología que hará más apasionante el ejercicio de nuestra profesión»

Dr. Fernando Autrán, docente y experto en Estética Dental

Fernando Autrán es uno de los referentes nacionales en el campo de la Estética Dental, tanto a nivel clínico como académico. Aunque asentado en Barcelona, en unas semanas inaugura un centro de formación en Madrid, motivo por el cual aprovechamos para charlar con él sobre los avances de esta disciplina, en la que la tecnología CAD-CAM ha abierto importantes horizontes, y de cómo ve el presente y futuro de la profesión como vicepresidente del Colegio de Odontológos y Estomatólogos de Cataluña (COEC).

—Usted es uno de los referentes nacionales en la Odontología Estética, un campo que ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años. ¿A qué se debe este desarrollo?
—Vivimos en una sociedad en la que el culto al cuerpo y a la imagen no para de crecer. Aunque a finales del siglo pasado ya se experimentó un avance en la demanda de tratamientos estéticos, actualmente es impensable creer que cualquier tratamiento dental, que solucione la función, no vaya acompañado de un excelente resultado estético. Además, muchas personas no quieren aparentar la edad que tienen. Y una boca sin desgastes, con dientes blancos y alineados es sinónimo de salud y de juventud. Una sonrisa bella y atractiva es la mejor tarjeta de presentación que podemos mostrar.

—¿Cuáles son las tendencias actuales en el área de la Odontología Estética?
—La tendencia es que los tratamientos sean muy poco invasivos. La población ha tomado conciencia de lo importante que es conservar sus dientes, a ser posible, intactos. Por ello, uno de los requerimientos que más escuchamos en nuestras clínicas por parte de los pacientes es que no les tallemos los dientes. Así, trabajamos con técnicas mínimamente invasivas, lo cual no es un problema hoy en día, gracias a la eficacia de la adhesión dental.

Hay otro factor muy importante que últimamente estamos observando cada vez más y con cierta preocupación: los grandes desgastes. Pacientes, cada vez más jóvenes, que por causas multifactoriales sufren grandes erosiones y desgastes en sus dientes. Acuden a las consultas para tratamientos estéticos de sus dientes anteriores cuando en realidad son pacientes que deben tratarse como rehabilitaciones orales completas.

Estos casos hace unos años eran dramáticos ya que los tratamientos eran muy invasivos.

Afortunadamente, en este momento podemos tratar a estos pacientes que acuden pidiendo estética, pero que en realidad necesitan una rehabilitación completa de alta complejidad, con tratamientos adhesivos, técnicas mínimamente invasivas y donde la filosofía de la adición, en lugar de la sustracción, nos da pronósticos muchísimo más predecibles y optimistas.

—¿Qué cualidades debe reunir un profesional que quiere dedicarse a la práctica de este campo?
—En primer lugar, tiene que formarse muy bien, lo que exige constancia y fuerza de voluntad. Es importante estar constantemente al día en técnicas y materiales.

También saber escuchar. La Estética Dental, si bien está basada en una serie de reglas y parámetros, en análisis y patrones de la sonrisa, de alguna manera, es opinable. Todos los tratamientos tienen un cierto margen de interpretación. Así, hay que entender e interpretar cuáles son las expectativas del paciente y ser capaces de llegar e cubrirlas. Y, por último, una buena dosis de paciencia. La curva de aprendizaje es lenta, los resultados van llegando, pero no son inmediatos.

—¿Qué formación le recomienda a un joven interesado en hacer carrera en este campo odontológico?
—Lamentablemente la Estética Dental no es una asignatura importante en los programas de pregrado. En casi todas las facultades es una asignatura optativa y de poca duración. Es decir, muchos dentistas recién graduados no tienen conocimiento alguno de esta disciplina, y los que se forman en ella, suelen adquirir conocimientos escasos. Por ello, es necesario formarse una vez terminada la carrera.

Los profesionales con 20 o más años de carrera, no sólo no estudiamos la asignatura de Estética Dental, sino que ni siquiera existía. Por ello, mi recomendación es que todos los dentistas adquieran una formación básica. La oferta actualmente es muy amplia y variada: desde cursos monográficos de un día a másteres universitarios de tres años con dedicación exclusiva.

—¿Qué consejos le daría a un estudiante antes de elegir un programa?
—Que empiece por una formación básica en las técnicas y disciplinas más comunes: Cursos de composite, estratificación, carillas de cerámica, incrustaciones, blanqueamiento, análisis de la sonrisa, etc. Mi consejo es que sean cursos siempre prácticos, con asistencia. Es decir, tiene que haber un profesor cada cuatro o cinco alumnos para ayudar y supervisar los trabajos. También es muy interesante que los cursos tengan cierta continuidad y un hilo conductor para no confundir a los alumnos. Nosotros, por ejemplo, tras cada curso creamos un grupo de chat con todos los alumnos y profesores para poder seguir haciendo consultas, aclarar dudas, ampliar información y, lo más importante, compartir experiencias y casos clínicos, en definitiva, crecer juntos. Eso da una enorme confianza a los exalumnos ya que no se sienten solos ante el peligro, sino arropados y acompañados en los nuevos retos. Y, por último, los cursos deben hacerse escalonados. Es decir, empezar por técnicas básicas para después pasar a otras más avanzadas. A quienes quieran hacer de la Estética Dental el centro de su ejercicio profesional, les recomendaría un programa tipo máster de inmersión total y de larga duración.

—¿Cuáles son los principales retos que debe afrontar este campo odontológico?
—Sin duda alguna, llegar a cumplir las expectativas de los pacientes en cuanto a realizar tratamientos con el mínimo coste en tejido dentario. Las técnicas mínimamente invasivas, en especial en este campo, permiten tratamientos en ocasiones 100% reversibles y, en muchísimos casos, con un alto grado de reversibilidad parcial.

Por otro lado, tenemos que ofrecer tratamientos con un altísimo porcentaje de predictibilidad en los resultados. Antes de empezar cualquier tratamiento en sí, tenemos que haberle mostrado, con el mayor grado de exactitud al paciente, cómo será el resultado final, y que el paciente lo apruebe. De esta forma, los resultados estéticos serán siempre muy predecibles y la satisfacción del paciente estará garantizada. ¿Es posible hacer todo esto hoy en día? Sin duda, sí es posible con la realización de técnicas avanzadas, y con la ayuda del CAD-CAM todavía más.

—¿Cuáles son los avances tecnológicos que más han revolucionado la disciplina estética en particular y la Odontología en general?
—El principal avance que ha hecho que la Estética Dental haya dado un salto tan importante es la adhesión. Esta ha hecho posible la minimización de los tallados y de las preparaciones dentales. Y, con ello, la preservación de los dientes es muchísimo mayor. Sin duda, la adhesión ha permitido que la Odontología, en general, y, en particular, la Estética Dental, se hayan vuelto mucho más conservadoras, menos invasivas y predominen los tratamientos aditivos por encima de los sustractivos.

El Dr. Fernando Autrán afronta con mucha ilusión la apertura de su nuevo centro de formación en la capital madrileña.

En un campo muy distinto, el otro gran avance que nos tocó vivir a los de nuestra generación fueron los implantes. Y ahora estamos viviendo un tercer cambio que está irrumpiendo de forma arrolladora y que cambiará, de manera drástica, la forma de hacer Odontología: el CAD-CAM. Hace ya mucho tiempo que existe en Odontología, sin embargo, en los últimos tiempos, es cuando se está colando en nuestras consultas, casi sin darnos cuenta. Es ya una realidad poder trabajar en una rehabilitación oral compleja, con flujo digital: desde el diseño de la rehabilitación, montaje en articulador virtual, los mock ups, comprobaciones e impresiones digitales hasta la confección de los insertos definitivos.

Lo que ahora está al alcance de unos pocos, en un lapso no muy largo de tiempo, será la forma de trabajar de la mayoría de consultas dentales. La complejidad técnica, la dificultad en el manejo de las máquinas y los complejos software están bajando a la par que los precios de los sistemas. Por ello, buena parte de estas tecnologías, ya las estamos incorporando a nuestros cursos, para que el alumno esté siempre formado en las tendencias más modernas y actuales.

Llega una nueva Odontología que hará mas apasionante, aún si cabe, el ejercicio de nuestra profesión.

—Al margen de su faceta como docente, es usted vicepresidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña (COEC), ¿cómo ve desde este cargo los problemas que afectan a la profesión?
—Es evidente que el momento que atraviesa nuestra profesión es muy complicado. Son muchos los frentes abiertos y los problemas que nos asaltan.

Como dentista en ejercicio, me molesta y preocupa profundamente que cualquier persona pueda abrir y dirigir una clínica dental, o mejor, tal vez llamarlo establecimiento odontológico. No debería ser así. Como miembro de la Junta de un Colegio soy muy consciente de que si no cambia la ley, lo tenemos muy difícil. Y las leyes las tienen que cambiar los políticos.

Muy a nuestro pesar, lo mismo sucede con la plétora profesional. La Administración es la única responsable de aprobar o no la apertura de nuevas facultades. Y se siguen abriendo.

Otro frente es la publicidad engañosa y descontrolada. La ley lo permite, y estamentos como el Tribunal de la Competencia sanciona a Colegios y presidentes de colegios con enormes cantidades de dinero en multas, en lugar de regular la publicidad.

Asimismo, la precariedad laboral en dentistas recién graduados, que caen en manos de empresarios con pocos escrúpulos, que se aprovechan de esa plétora para ofrecer trabajos trampa, con másteres inexistentes incluidos y sueldos vergonzosos. Y lo peor, es que algunos de esos empresarios son colegas nuestros. Una vez más, la ley lo permite.

Está claro que la raíz del problema está en las leyes y su interpretación, y en la Administración. Nuestra labor como Colegios y, por encima de estos, del Consejo General de Dentistas, es hablar con los políticos, y hacerles ver y entender que las cosas así no funcionan.

Desde el COEC trabajamos en este sentido, y me consta que en muchos otros Colegios de España también. Y, por descontado, el Consejo, que está haciendo una gran labor. Sin embargo, el camino es lento, desesperadamente lento, para los que vivimos la profesión día a día.

—¿Ve solución a estos desafíos –pongamos– a medio plazo?
—Para algunos de ellos sí. Por ejemplo, en el tema de la regulación de la publicidad en el sector dental se está avanzando bastante rápido. Ya se ha conseguido que varios grupos políticos estén haciendo propuestas de regulación de la misma instados y asesorados por los Colegios y el Consejo.

Fernando Autrán se muestra especialmente preocupado por el desánimo de los jóvenes dentistas.

En cuanto a las cadenas mercantilistas dentales solo tendremos que sentarnos a esperar a ver su caída. El público está empezando a darse cuenta del engaño publicitario en el que basan su oferta la mayoría de ellas. Son también conscientes del altísimo grado de denuncias que acumulan día tras día, no solo en Colegios, sino también en los Juzgados. Son ya miles de afectados en todo el país que están dando resonancia a los problemas que tienen los usuarios de este tipo de clínicas. Escándalos financieros que provocan cierres de cadenas dejando a pacientes con sus tratamientos colgados, estafas a gran escala, manifestaciones diarias de usuarios afectados frente a establecimientos dentales con presencia policial, etc.

El público cada vez se informa mejor. Los pacientes dejarán de ir. Y cuando eso pase, las grandes cadenas cerrarán.

—¿Cuál es el aspecto que le preocupa especialmente?
—El desánimo de los jóvenes dentistas. Ellos son el futuro. Si la presión puede con ellos y caen en el conformismo haciéndose cómplices involuntarios de las clínicas mercantilistas, habremos perdido la batalla. Ellos no tienen que ceder, ya que de ellos se alimentan precisamente los empresarios sin escrúpulos. Pero no podemos pedirles eso sin ofrecerles nada a cambio.

Aquí tenemos una gran responsabilidad los dentistas ya veteranos. Debemos ayudar a estas nuevas generaciones acogiéndoles en nuestras clínicas, con contratos serios y justos, ayudándoles en su formación dentro y fuera de la consulta. Tenemos que darles cabida como socios junior en nuestros equipos y dejar el egocentrismo para formar equipos de calidad, con lo que seremos la auténtica competencia a las clínicas baratas. Yo creo firmemente en este modelo. Estamos creando equipos con dentistas jóvenes muy bien formados. Con el tiempo, y una buena orientación a largo plazo, esas clínicas serán uno de los modelos a seguir.

—¿Es optimista de cara al futuro de la profesión?
—Como diría un conocido presentador: «llámame loco», pero sí, soy optimista. Sinceramente y, aunque suene cursi, adoro esta profesión. Me lo ha dado todo. Primero, en la vertiente clínica y, en los últimos años, se ha sumado la parte docente. Es por ello que quiero aferrarme a la idea de que seremos capaces de superar los problemas que nos agobian tanto ahora. Constantemente veo jóvenes que vienen a formarse y están trabajando en sitios que no los merecen. Pero, al poco tiempo, estos jóvenes te mandan un mensaje diciéndote que les han cogido en tal o cual clínica «clásica» y que ahora sí que están bien, y disfrutan de su trabajo. Otros te cuentan que se han juntado tres o cuatro compañeros del Máster y han montado una clínica modesta multidisciplinar, pero que les está yendo muy bien. Alguno te llama para decirte que ha llegado a un acuerdo con un dentista de toda la vida, que está empezando a pensar en la jubilación, y quedarse con la consulta.

Cada vez que recibo una de estas llamadas o mensajes, soy optimista. Sigue habiendo ilusión, gente con ganas de hacer bien las cosas y con ganas de mejorar.

Por otro lado, está el nivel de los dentistas españoles. Siempre que voy a un congreso nacional, y veo a todos esos dentistas jóvenes, sobradísimamente preparados, mostrando unos trabajos impecables con unas presentaciones dignas de superproducciones de Hollywood, pienso que nada va a poder con nuestra profesión.

Todo esto junto con la labor, lenta pero incansable, de Colegios y Consejo, intentando hacer entender a la Administración y a los políticos cuál es el buen camino, me hace ser optimista.

—Este otoño Autrán Dental Academy inaugura sede en Madrid. ¿Con qué objetivos afronta esta nueva «aventura profesional»?
—Lo afrontamos con ilusión, con muchísimas ganas de hacer algo nuevo y distinto.

Efectivamente, estamos terminando la puesta a punto de nuestro nuevo centro de formación en Serrano 107, en el centro de Madrid. El pistoletazo de salida será la última semana de noviembre con un curso de una semana completa de duración que estrenamos para la ocasión: «Inmersión en composites y cerámicas en dientes anteriores».

El objetivo principal es acercar los cursos clásicos que Autrán Dental Academy da en su sede de Barcelona, más algunos nuevos e inéditos a aquellas personas que les resulta difícil y costoso desplazarse hasta allí.

Madrid tiene unas comunicaciones muy buenas con el resto del país. Si a ello unimos que es la región con mayor número de colegiados de España, era lógico que fuera el lugar escogido para ampliar nuestra oferta formativa. Por otra parte, al ser un centro de formación en exclusiva, sin atención a pacientes, hemos diseñado unas instalaciones fijas con puestos de trabajo modernos con todo lo necesario para hacer las prácticas, con equipos audiovisuales de vanguardia y con amplias zonas de relax para los descansos y las comidas de trabajo. Todo está pensado para el máximo aprovechamiento de los cursos, pero dando el máximo confort a los asistentes.

Aunque seguiremos manteniendo nuestra oferta formativa en Barcelona, esperamos, al incorporar la sede de Madrid, multiplicar por dos el número de ediciones al año de nuestros cursos emblemáticos que forman la Trilogía de la Estética Dental.


Apuntes profesionales

–Licenciado en Medicina y Cirugía y especialista en Estomatología por la Universidad de Barcelona.
–Diploma de Postgrado en Estética Dental por Baylor College of Dentistry de Dallas (Texas), Certificado Advanced Restorative of Esthetics por la Universidad de Texas, Diplomado en Odontología Estética por la AEED, Master Art of Direct Resin Bonding por el Center for Esthetic Excellence (Chicago) y USC International Esthetic Update (Los Ángeles).
–Postgrado en Implantología.
–Director Médico y socio fundador de Autrán Dental y Autrán Dental Academy (Barcelona y Madrid) con práctica privada en Estética y Cosmética Dental en exclusiva.
–Vocal de la Junta de la Societat Catalana d´Odonto-Estomatología y vicepresidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña (COEC).


Más personal…

• Nacido en: Barcelona.
• Estado civil: Felizmente casado.
• Aficiones: La buena mesa y los grandes champagnes. Leer y escribir, aunque no tengo tiempo.
• Un libro: Los pilares de la tierra y todo lo publicado por Stephen King.
• Música preferida: Rock sinfónico de los 70-80. Yes, Pink Floid, etc.
• Viajes en cartera: El Serengeti (si se puede).

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