No hay área dental que se escape al intrusismo, que afecta ahora incluso a la industria. Basándose en unos supuestos métodos científicos de las escuelas rusas (sic), la –también supuesta– doctora Katharina Friedrich anuncia la impartición de un ciclo de seminarios que permitirán a los asistentes conocer la técnica de la «regeneración de dientes por medio de la mente».
Las convocatorias, en Madrid y Barcelona, a tan sugerente método ya han sido denunciadas por el Consejo de Dentistas de España, porque ciertamente afectan de lleno a la práctica de la Odontología. Pero el anuncio no dejaría de ser una intromisión en el terreno de la industria dental, por ejemplo, en las empresas dedicadas a la fabricación de implantes o en los laboratorios protésicos. Si solo con la mente se puede hacer que los dientes se desarrollen no harían falta dentistas, pero tampoco implantes, ni coronas, porque los desdentados serán tratados por los discípulos de la –supuesta– doctora Friedrich.
Sirva esta descabellada noticia para tomar conciencia de las muchas amenazas a que se enfrenta la industria dental, como los plagios y falsificaciones que hacen algunos –muchos, demasiados– avispados de los productos perfeccionados y mejorados por las grandes marcas que invierten en investigación y desarrollo.
Es necesario que desde la Administración española se combata el intrusismo y la publicidad engañosa no solo en las profesiones dentales, sino también en la industria. Todos los materiales que se comercializan deberían pasar un exigente control de calidad e higiene porque también ellos son un riesgo para la salud de los pacientes.
