El blanqueamiento dental es un tratamiento estético que hoy en día cuenta con una muy amplia demanda, sobre todo en la época primaveral y estival. Pero éste siempre requiere que su explicación, prescripción y evolución estén supervisadas por un dentista, a pesar de que en algunas ocasiones son los propios pacientes quienes intentan hacerlo por su cuenta, sin la vigilancia de un profesional.
Por esta razón, el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) alerta de que los dientes son órganos vivos con sistema nervioso, circulatorio y linfático, por lo que todo blanqueamiento debe estar supervisado por un dentista que vele por la salud e integridad de nuestra dentadura.
«Desde el COEM insistimos en que solo los dentistas tenemos el conocimiento, la formación y la destreza para poder diagnosticar, indicar y manejar un blanqueamiento dental. Aunque existen otros profesionales que trabajan en el ámbito de la Odontología, sólo los dentistas pueden y deben prescribir un tratamiento dental», señala el Dr. Bruno Baracco, odontólogo experto en Estética Dental y vocal de la Junta de Gobierno del COEM.
Los peligros de los trucos caseros
En este sentido, los trucos «caseros», el mal uso de productos para el blanqueamiento y el desconocimiento de los usuarios, pueden causar efectos secundarios graves en la salud bucodental del paciente. «Muchos de estos ‘trucos’, aunque eliminen las manchas de los dientes, contienen partículas de mayor grosor, que aceleran el desgaste de nuestro esmalte», afirma la Dra. Isabel Giráldez, odontóloga experta en Estética Dental y colaboradora de la Fundación COEM.