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«Debemos ofrecer al paciente una Odontología Multidisciplinar»

Sidney Kina-August Bruguera clínico y protésico, en equipo

La especialización y las exigencias crecientes de los pacientes provocan que la relación entre los profesionales de clínica y del laboratorio sea cada vez más estrecha y determinante. Así lo destacan, Sidney Kina y August Bruguera, dentista y protésico de larga trayectoria, que han sumado experiencia y conocimientos en una jornada formativa que se acaba de celebrar con gran éxito de asistencia
en Madrid.

—La estética ha ido ganando protagonismo en el sector odontológico en los últimos años. ¿A qué se debe esta tendencia?
—SK. Desde siempre la estética ha sido una preocupación para dentistas y pacientes, pero en la actualidad se dan las condiciones idóneas para realizar los trabajos con mucha más perfección gracias a la evolución de los materiales restauradores, especialmente composites y cerámica. Esta realidad hace que cada vez haya más dentistas y protésicos centrados en conseguir una sonrisa perfecta para sus pacientes.

AB. La estética es algo inherente al ser humano desde tiempos ancestrales y la Odontología ha sido, es y será una pieza más de esta industria. El concepto estético en Odontología existe desde el principio, lo que cambia es el patrón estético y las edades en las que éste es aplicado. Hoy la sociedad demanda estética desde edades muy tempranas mientras que años atrás esto no sucedía hasta bien entrada la edad adulta, lo que genera una demanda muy superior en el sector. Además antes el patrón estético era mucho mas permisivo y hoy la presión social es muy alta en ese sentido.

—Funcionalidad y estética, ¿cómo puede encontrar el profesional el equilibrio perfecto?
—SK. Existe un error en pensar que la estética tiene un fin en sí mismo. En verdad, la estética forma parte de un binomio inseparable con la fisiología que establece la relación entre forma y función. Cada vez que hacemos una restauración dental, ésta tiene una relación directa entre la funcionalidad y la estética o viceversa.

AB. Los profesionales tienen la obligación de encontrar este equilibrio. Es inconcebible una Odontología que desprecie la función. Hemos de ser conscientes que los dientes ante todo son parte fundamental del sistema digestivo y que fueron creados para ser eficaces y resistentes. Sus connotaciones estéticas han sido generadas a posteriori por los seres humanos no por la naturaleza, por eso nuestro primer objetivo tiene que ser preservar lo que la naturaleza nos dio, la función.

—¿Cuáles son las técnicas restauradoras minímamente invasivas más innovadoras a día de hoy?
—SK. Las técnicas adhesivas son las que nos ofrecen las mejores posibilidades de innovar en el campo de la Odontología Restauradora.

AB. La cementación adhesiva ha revolucionado la Odontología Estética dándonos un sinfín de oportunidades restauradoras mínimamente invasivas. Hoy podemos llegar a rehabilitar estética y funcionalmente a un paciente sin la necesidad de preparar un solo diente y eso es la máxima expresión de una Odontología mínimamente invasiva.

—¿Cuáles son las pautas para manejar el color de cada caso de una forma precisa?
—SK. Sin duda, este sigue siendo uno de los más grandes desafíos en la relación clínico-laboratorio. Lógicamente cuanto mayor es la diferencia entre los colores más grande será el reto, siendo el clínico el que tiene que ajustar correctamente su preparación dando al técnico el espacio suficiente para bloquear el color de preparación y llegar, de la forma más sencilla, al color correcto de restauración.
La comunicación del color es la fase más difícil. Sabemos, por ejemplo, que existe una variación cromática increíble entre las guías de color, incluso del mismo fabricante. Por eso, es muy importante la comunicación entre clínica y laboratorio.

AB. Responder de una forma escueta a esta pregunta es imposible, pero de una forma breve podríamos decir que la manera más fiable de tomar un color sería utilizando las guías de dentina de la marca de cerámica con la que será restaurado ese diente. El motivo es simple: las guías estándar como puede ser Vita (cito a ésta porque es la que usa el 95% del mercado) no nos aporta precisión alguna porque sus colores presentan muchas diferencias entre sí. Es decir que si comparo un A1 de una guía con otro A1 de otra guía podemos encontrar diferencias importantes e insalvables. A eso hay que sumarle que cada marca comercial después fabrica un color de dentina que no tiene nada que ver con estas guías. Por eso, sólo tomando directamente el color con la guía de la marca de cerámica que vas a usar, nos aproximaremos al color real.

—¿Qué materiales están ofreciendo los mejores resultados en el campo de la estética?
—SK. En realidad, el resultado estético no tiene una relación directa con el material, pero sí con el modo en que es aplicado: la indicación correcta, su manipulación, etc.

AB. En general, pienso que las cerámicas, pero no soy de los que desprecia el composite porque lo considero una opción muy válida.

—El éxito de los casos depende mucho del trabajo en equipo entre clínica y laboratorio, ¿cómo ha avanzado en los últimos años la relación entre ambas partes?
—SK. La filosofía del tratamiento rastaurador integrado, centrado en el paciente como foco principal, ha transformado la prótesis dental. Actualmente, dentista y técnico, asociados en una acción común de conectividad y cooperación, tienen mayor previsibilidad y confort en sus decisiones.

AB. Es lógico que cada vez dependamos más del trabajo en equipo porque el trabajo cada vez es más especializado y las exigencias de los pacientes son mayores, lo que implica un mayor esfuerzo. Hoy en día si ves los cursos y congresos podrás ver cómo cada vez más todas las especialidades están asistiendo juntas a éstos porque es la única manera que tenemos de ofrecer una Odontología aunténticamente multidisciplinar a nuestros pacientes.

—¿Qué factores son claves para una buena comunicación entre clínico y técnico?
—SK. Profesionalidad y amistad abren los canales de comunicación para la división de responsabilidades.

AB. La formación y, a poder ser, conjunta. Sólo hablando el mismo idioma nos podremos entender.

—¿Qué han supuesto los sistemas CAD-CAM para el mundo odontológico?
—SK. Nuevas fronteras y posibilidades. La fusión de las imágenes digitales con los prototipos CAD-CAM ha revolucionado la forma de hacer diagnósticos y los planteamientos clínicos.
La prótesis dental, con softwares más intuitivos y más inteligentes, ofrece mayor rapidez y precisión. Los materiales, por su parte, otorgan nuevas posibilidades con mayor resistencia y sin defectos estructurales. Para nosotros es un mundo de posibilidades por explorar.

AB. Desde mi punto de vista, cambios radicales en el proceso de fabricación, pero nada más… que no poco.

—¿Han sabido sumarse los profesionales españoles, tanto de clínica como de laboratorio, a esta revolución digital imparable?
—SK. El mundo entero vive ahora una revolución digital en la Odontología. Algunos, por cuestiones económicas y filosóficas, adoptan los cambios con mayor rapidez y otros con mayor cautela. La Odontología española, por lo que veo en mis viajes, está a la vanguardia persiguiendo la integración de todos los avances técnicos y científicos.

AB. La tecnología llegó primero al laboratorio, y los técnicos españoles lo entendieron y supieron implementarlo. Creo que nuestro país tiene un nivel tecnológico en los laboratorios muy superior al de otros países. En cuanto a los clínicos pienso que es ahora cuando la tecnología les empieza a interesar. Estoy convencido de que en los próximos años veremos cómo, de una forma masiva, las clínicas dentales implementarán el escáner intraoral y el diseño digital.

—Ambos son dictantes habituales de cursos, ¿qué les aporta esta faceta docente?
—SK. Ser docente te permite la actualización permanente de conocimientos. Además te da posibilidad de viajar y conocer muchos lugares, culturas y gastronomía diversas e ir haciendo amistades en todas partes del mundo.

AB. El hecho de tener que pensar en cómo solucionar un problema, cómo podemos transmitir un concepto complejo de una forma simple… hace que tu actividad profesional sea muy creativa. Es un motor, una motivación y esa sensación final de ver cómo la gente viene a tus cursos, se esfuerza y te supera es impagable.

—¿Han cambiado mucho sus respectivos campos desde que dieron sus primeros pasos profesionales?
—SK. Los conocimientos básicos, poco a poco, mudan en conceptos. Hablamos de oclusión, color, resistencia, anatomía, etc., en los que puede variar su interpretación pero no su esencia. No obstante, en términos tecnológicos, de materiales o técnicas clínicas sí que vivo otra Odontología. Pocos pasos clínicos de los que aprendí en la universidad se mantienen activos. Esto es maravilloso porque muestra la dinámica, la pasión y la evolución de nuestra profesión.

AB. ¡Mucho! Yo abrí mi laboratorio con 21 años y me sería muy difícil encontrar una similitud entre aquel laboratorio y el actual. Ni tecnológica ni conceptualmente.

—¿Son optimistas de cara al futuro del sector?
—SK. No podemos ser demagogos y decir que todo va bien. En especial, el número de odontólogos y técnicos complica seguir adelante profesionalmente. La competencia desleal y desenfrenada ha corrompido el mercado. No obstante, se debe reflexionar sobre esto y mejorar política, social y económicamente.

AB. Mientras que el ser humano tenga que masticar y sonreír habrá futuro, seguro. Tendremos que estar despiertos para ver cómo y por dónde, pero allí estaremos.

—¿Cuáles son los cambios más revolucionarios que auguran?
—SK. La bioingeniería está revolucionando el área de la salud. Los materiales que reproduzcan y reconstruyan fielmente los tejidos humanos representarán una revolución grande.

AB. Creo que los más revolucionarios vendrán de la mano de la biología. Pero aún falta.


Quién es Sidney Kina

• Cirujano-dentista en clínica privada en la ciudad de Maringá, Paraná (Brasil).
• Maestro en la Clínica Odontológica po la FOP/UNICAMP.
• Doctor en Prótesis Dental por la UNESP/Araçatuba.
• Autor de los libros «Invisível Restaurações Estéticas Cerâmicas» y «Equilibrium: cerâmicas adesivas case book».


Quién es August Bruguera

• Técnico dental con laboratorio y centro de formación privado en Barcelona.
• Cursó sus estudios en la Escuela Ramón y Cajal de Barcelona.
• Autor de los libros «Sombras un mundo de color» e «Invisible».
• Bisturí de oro 2003.
• Socio de honor de ACADEN
• Conferenciante Internacional.

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