La seguridad del paciente es un área de conocimiento que se ocupa de estudiar los riesgos intrínsecos de la asistencia sanitaria con el fin de prevenirlos. En el caso concreto de la Odontología se sirve de datos y conocimientos establecidos en otras especialidades, junto con una metodología de trabajo específica.
La seguridad del paciente se ha convertido en una de las máximas preocupaciones de la asistencia sanitaria en los últimos años. No obstante, su retraso dentro de la práctica dental respecto al resto de las profesiones sanitarias propició la creación, con el apoyo del Consejo General de Dentistas y la Universidad Complutense de Madrid, del Observatorio Español para la Seguridad del Paciente Odontológico en España (OESPO), encargado de fomentarla y de prevenir cualquier tipo de riesgo derivado de la asistencia dental.
Su misión principal es recoger información sobre procedimientos, materiales y situaciones clínicas potencialmente peligrosas, clasificar esta información y estudiarla para, finalmente, proponer diversas medidas que eviten o disminuyan la posibilidad de aparición de dichos riesgos. La información procede de diversas fuentes científicas y legales pero, sobre todo, de las comunicaciones que profesionales y pacientes hacen al OESPO en relación con problemas de seguridad clínica ocurridos durante la asistencia dental. La clasificación y estudio de los riesgos y la propuesta de medidas preventivas corre a cargo de diversos grupos de expertos procedentes de sociedades científicas y de universidades. «El OESPO dispone de un sistema de notificación anónimo, tanto para el paciente como para el profesional. Es anónimo porque, a menudo, la gente tiene miedo a notificar al pensar que el Observatorio es un organismo sancionador, y no lo es en absoluto. Nos interesa saber qué eventos adversos se están produciendo para implantar medidas de mejora», asegura la Dra. Elena Labajo González, secretaria del OESPO.
El objetivo fundamental de la seguridad del paciente es, en definitiva, advertir los daños evitables motivados por la asistencia odontológica, y detectar y minimizar, lo más precozmente posible, los daños inevitables. Adoptar la cultura de la seguridad del paciente implica dar prioridad a esta seguridad por encima de otras consideraciones y objetivos de la práctica asistencial. Toda la seguridad del paciente gira alrededor de un término: el de evento adverso, un daño sufrido por un paciente a consecuencia de un tratamiento sanitario, independientemente de los efectos de la enfermedad de base.
Para activar este debate, tan imprescindible como, en ocasiones, desconocido reunimos a los máximos responsables de OESPO en un desayuno de trabajo organizado por GACETA DENTAL.