Desde el COELP nos responden
Son conocidos los beneficios nutritivos, inmunológicos y emocionales que la lactancia materna tiene para el bebé pero, según señala el Colegio de Dentistas de Las Palmas (COELP), no son menos importantes en el desarrollo bucodental del lactante. La lactancia promueve un adecuado crecimiento de los maxilares y estimula la respiración nasal del bebé: durante la fase de succión y deglución intervienen una serie de músculos maxilofaciales que producen movimientos anteroposteriores de la mandíbula, y esto conduce a un avance mandibular y a una relación favorable con el maxilar superior; además, se refuerza el circuito de respiración nasal fisiológico con una correcta sincronización, lo que produce una expansión del suelo de las fosas nasales y un correcto desarrollo transversal del maxilar superior.
Desde el Colegio de Las Palmas se insiste en que, tanto si se le da el pecho al niño como si no, es necesario remover los restos alimenticios con una gasa ligeramente humedecida o con un dedal de silicona después de cada toma. Cuando los dientes empiezan a erupcionar, debe usarse también un cepillo dental adaptado a la edad del niño y de cerda suave. No se recomienda el uso de dentífricos hasta los dos años de edad, ya que podría aparecer toxicidad por ingesta del producto. No obstante, es el odontopediatra quien debe indicar si procede, en cada caso, el empleo de estos productos y cuál debe ser la posología; además, será también el encargado del entrenamiento de los padres para que aprendan a realizar correctamente la higiene.
Por otra parte, entre las causas probables de la caries dental de aparición temprana se menciona la lactancia materna prolongada y a demanda como un factor de riesgo. Sin embargo, respecto a esta relación existe controversia y no parece haber una evidencia científica demostrada. La leche materna no produce caries, pero puede considerarse como un factor de riesgo si se asocia con una pobre higiene bucal, alimentos complementarios azucarados en la dieta, susceptibilidad individual, transmisión vertical de bacterias por parte de los padres, etc. Se recomienda disminuir la frecuencia de consumo nocturno de la leche materna o tras la erupción del primer diente; si se opta por prolongarla, es importante limpiar dientes, encías y mucosa oral después de cada toma. Por todo ello, el Colegio de Dentistas de Las Palmas insiste en la importancia de que los bebés sean revisados por el odontopediatra antes de cumplir el primer año, fundamentalmente con fines preventivos, y de que los padres reciban información sobre alimentación, hábitos e higiene.