Desdentado por el Guinness… Un ciudadano indio, de la India, vamos, natural de Nueva Delhi para más datos, se ha extraído todas sus piezas dentales para conseguir una absurda marcar mundial, como casi todas las que recoge el libro Guinness World Records. Har Parkash Rishi, nombre del susodicho recordman, quería convertirse en el hombre capaz de introducirse más pajitas en la boca al mismo tiempo, por lo que no dudó en ser un desdentado para aumentar su capacidad bucal hasta permitir el acceso a 500 pajitas de las que se utilizan para sorber líquidos –horchata, por ejemplo– y, de propina, 50 velas encendidas. El hombre, de 74 años, no es la primera vez que hace el indio para figurar en el citado libro –uno de los más vendidos en todo el mundo–, en el que aparece hasta 50 veces, porque 50 son los récords que ha conseguido desde 1990. Entre otras ‘proezas’, es el único ser que tiene tatuadas 366 banderas en todo su cuerpo, además de haber repartido una pizza desde Nueva Delhi con destino en San Francisco, y permanecer durante mil y una horas subido a una motocicleta, experiencia que compartió con otros dos amigos. Ahora anda empeñado en tatuarse los rostros de líderes mundiales, a ver cuántos le caben. Unos disparates llevaderos, pero lo de los dientes… ¡Mira que hay que ser burro!
…al Guinness por ‘sobredentado’. La desdentada imagen de Rishi tras su estrambótica determinación contrasta con la fotografía de un paisano suyo publicada por el Guinness World Records. Porque el también indio Vijay Kumar ha sido reconocido como la persona que más dientes tiene en la boca. Hasta 37 piezas le han contado por lo que ha pasado a figurar con todos los honores en el llamativo libro de los récords, esta vez por obra y gracia de la naturaleza.
Sádico. En el caso de Rishi, al menos el hombre se mutiló voluntariamente, no como los sufridos pacientes de un supuesto dentista. En el juicio celebrado contra Jacobus van Nierop se ha sabido que este dentista holandés afincado en Francia torturaba a sus pacientes “por placer”. La bestia (in)humana se dedicaba a extraer dientes sanos –hasta ocho de golpe en una misma sesión– a sus pacientes, algunos de los cuales han sufrido daños irreparables en encías y mandíbulas. Ocho años de prisión le han caído a este sádico individuo que fue denunciado por 120 de las víctimas torturadas en su sillón dental. ¿Le pagarían, encima, por sus ‘servicios’? El libro Guinness, afortunadamente, no recoge ‘hazañas’ como la de este salvaje y despiadado individuo.
Ferretería bucal. El tercer y último caso de sadismo de la sección llega desde México. La radiografía de la izquierda ha aparecido en la cuenta de Facebook de un conocido dentista madrileño con la siguiente leyenda: “Alguien ha colocado tornillos de ferretería en la boca de un paciente”. El envío original tenía como remitente un dentista de México, quien completaba el tenebroso cuadro añadiendo la foto de la derecha, tomada con un teléfono móvil: «Implantes baratos? La planeación incluía colgar un cuadro en la boca ? Nunca lo sabremos», decía textualmente el odontólogo en su cuenta, sorprendido por la visión de un tornillo de ranura Phillips incrustado en la boca de un inadvertido e inocente sufridor. Hay que echarle mucha cara y más desvergüenza para ser capaz de colocar semejante tornillería en la boca de un ser humano. Resulta incomprensible que ocurran estas cosas. ¿El alumno aventajado de Sade se anunciará como clínica low cost?