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«La revolución en Implantología es el uso de los biomateriales y las células madre»

Análisis de las últimas tendencias y líneas de investigación

La Implantología es una de las parcelas de la Odontología que mayor desarrollo científico está experimentando en los últimos años. Según los expertos convocados a este desayuno de trabajo organizado por GACETA DENTAL las principales líneas de investigación, presentes y futuras, que rodean a esta disciplina se basan en tres pilares: el diseño del implante, los biomateriales y el empleo de las células madre, avances que se dirigen a conseguir la regeneración del tejido óseo y a progresar en uno de los caballos de batalla de la profesión, la periimplantitis.

Investigación en implantes. Este fue el tema que se trató en el habitual desayuno de trabajo que organiza GACETA DENTAL. En esta ocasión, y para hablar del rumbo actual de las principales líneas de investigación que se manejan en el campo de la Implantología, así como de dónde se lleva a cabo o los principales obstáculos a los que se enfrentan los investigadores, asistieron a este encuentro los doctores José Luis Calvo Guirado, catedrático de Odontología y director de la Cátedra Internacional de Investigación en Odontología de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM); Manuel Fernández Domínguez, jefe del Servicio de Cirugía Maxilofacial del Grupo Hospital Madrid y director del Departamento de Odontología de la Universidad San Pablo CEU; Luis Blanco Jerez, doctor en Odontología y profesor titular y responsable de la asignatura Líneas y Métodos de investigación en Implantología en la Universidad Complutense de Madrid; Daniel Cárcamo del Río, cirujano oral y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y Juan López-Quiles, doctor en Medicina, especialista en Cirugía Maxilofacial, profesor en la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Comité científico de GACETA DENTAL.

Como moderador del debate, el doctor López-Quiles planteó las primeras cuestiones interrogando a sus contertulios acerca de las principales líneas abiertas en la investigación en torno a los implantes, que concentraron en tres aspectos: el diseño del implante, el desarrollo de los biomateriales y las posibles aplicaciones de las células madre.

Periimplantitis

Para el catedrático en Odontología, José Luis Calvo Guirado, «los diferentes grupos de investigación están trabajando en dos líneas muy marcadas: una muy centrada en el diseño del implante, –al que antes nadie le daba mucha importancia–, y una segunda línea que se ocupa de los biomateriales, junto a una tercera línea paralela, la de los antibióticos, encargada de intentar solventar un problema muy difícil de frenar, la periimplantitis».

En palabras de Daniel Cárcamo del Río «con el tiempo, los protocolos han ido cambiando, una vez que nos hemos dado cuenta de que todo funcionaba en la parte ósea, se ha ido trabajando hacia el diente en su conjunto, no hacia el implante. El siguiente paso es la periimplantitis».

De la misma opinión se mostró el doctor Manuel Fernández Domínguez para quien «es necesario hablar de la periimplantitis porque no podemos olvidar que la complicación más importante es el fracaso del implante y la periimplantitis está en primer lugar, motivada bien por la contaminación de la flora bacteriana que se aloja en la cavidad oral o por la sobrecarga oclusal. Dentro de su tratamiento, la opción más resolutiva y la más prometedora es la de la regeneración guiada, la regeneración ósea».

Células madre

Para el director del Departamento de Odontología de la Universidad San Pablo CEU la investigación futura radica en los biomateriales, la osteoinducción y las células madre. Respecto a estas últimas, Fernández Domínguez aseguró que «curiosamente las células madre de origen dental representan una línea muy prometedora en investigación para regeneración ósea por su plasticidad, por la capacidad de generar hueso en el diente, tejido adiposo…

De izda. a dcha. los doctores José Luis Calvo Guirado, Manuel Fernández y Daniel Cárcamo en un momento del desayuno.
De izda. a dcha. los doctores José Luis Calvo Guirado, Manuel Fernández y Daniel Cárcamo en un momento del desayuno.

Son unas células muy generosas en cuanto a que sus potenciales aplicaciones se dirigen más allá del diente y que superan a las de médula ósea tradicionales».

Por todo ello, el doctor Fernández Domínguez se inclina por centrar la investigación en el uso de las células madre. «Donde realmente puede tener más repercusión su uso en el campo de la Odontología y de la Implantología Oral es en la regeneración ósea, más que en la regeneración del diente en sí».

Para el doctor Luis Blanco, el proceso es muy complejo, «hay que diferenciar en cómo trabajamos los tejidos celulares para experimentar en animales de cuando queremos dar el salto a su utilización en humanos, donde tenemos que aplicar criterios muy restrictivos para evitar contaminaciones. Como siempre les digo a mis alumnos, de individuo a órgano hay un mundo, de órgano a tejido hay otro y de tejido a célula otro.

Si sometemos a las células a mundos distintos, estas se transforman y eso lo tenemos que controlar. Ese es el gran problema».

Melatonina como inductor

En este punto de la conversación, el catedrático José Luis Calvo Guirado quiso referirse también a otros materiales, como las sustancias osteoinductoras. «Yo tengo una célula madre y la quiero inducir a algo, la quiero transformar, y para ello tengo algunos materiales que me pueden ayudar. Nosotros hemos estado trabajando en las células madre con melatonina, no solo para que transforme el osteoblasto, sino también para inducir al implante, esos implantes en los que el hueso es de mala calidad y necesito que el osteoblasto madure más rápido, de 21 a 12 días. Y eso lo hace solamente la melatonina».

Además, el doctor Guirado quiso mencionar el alto nivel de investigadores existentes en España en torno a esta hormona como inductor de la regeneración tisular, tales como la doctora Isabel Fernández Tresguerres, «la reina de la melatonina» o los doctores Pablo Galindo, que comenzó con esta hormona en la regeneración ósea, y Mariano Sanz y David Herrera, líderes de España en la investigación en Odontología relacionados con la Periodoncia y los biomateriales.

Calvo Guirado insistió, asimismo, en que en las líneas de osteoinducción en las que se está trabajando actualmente hay mucho por desarrollar, diferenciando entre la parte de investigación clínica y la experimental. A este respecto, el doctor Daniel Cárcamo del Río aseguró que, aunque a velocidades diferentes, llega un momento en el que se van encontrando los dos mundos. «Lo que se busca es una interacción y esta nos da una idea de hacia dónde está girando todo. Va muy rápido para ser una ciencia médica y entiendo que va por el buen camino», afirmó.

Ahondando en la influencia de los avances tecnológicos y retomando el tema de la innovación, Cárcamo del Río destacó de forma positiva una nueva tendencia, la transformación de los archivos «stl» de los escáneres en modelos tridimensionales, de manera que «es posible realizar la cirugía manualmente fuera de la boca, colocar los implantes donde se debería, es decir, no dejar nada al azar, que es probablemente lo que mejor resultado aportará para afrontar los casos de periimplantitis con los que nos vamos a encontrar en diez o quince años».

Por su parte, el doctor Manuel Fernández Domínguez aludió también a la influencia del paciente. «Es innegable que podemos disminuir riesgos con protocolos y con mayores controles, pero también es verdad que la exigencia del paciente también es cada vez mayor. Antes a un paciente muy periodontal le realizabas las extracciones y unos meses después le colocabas los implantes. Hoy no. Son implantes inmediatos post-extracción y, al margen de la estética inmediata, se trata de un paciente con una enfermedad periodontal severa y estás asumiendo un riesgo adicional. El resultado es que pierdes menos hueso, entre otra serie de ventajas, pero asumes un riesgo de contaminación bacteriana adicional».

Según el doctor Daniel Cárcamo del Río «es cierto que nosotros mismos buscamos una excelencia. Existen muy buenos clínicos e investigadores o ambas cosas, pero se pierde un poco la noción del perfil psicológico del paciente, que es importantísimo».

Comités éticos

A la hora de hablar sobre los principales obstáculos con los que los investigadores de la materia se encuentran, todos coincidieron en que el problema fundamental es la falta de financiación. Además, algunos de los participantes se refirieron a las trabas de los comités éticos. Así, el doctor López-Quiles aseguró que «si no hay un laboratorio farmacéutico al que le interese ganar dinero con alguno de los productos a los que nos estamos refiriendo, no puedes investigar. Por ejemplo, es una problema muy grande que no podamos conseguir melatonina para investigar en clínica. Algo tan sencillo que ya se ha comprobado que funciona, no podemos hacer ningún ensayo clínico porque a ningún laboratorio le interesa algo que ya no tenga patente. Y tú tienes que justificar ante el comité de ética de dónde sale y qué trazabilidad tiene».

Del mismo modo, el doctor Calvo Guirado considera que «para la parte experimental esos comités de ética probablemente te pongan menos pegas, mientras que en la parte clínica es casi imposible».

GACETA DENTAL reunió a cinco expertos para tratar el tema de la investigación en Implantología con motivo del «Especial Implantes» que realiza anualmente.
GACETA DENTAL reunió a cinco expertos para tratar el tema de la investigación en Implantología con motivo del «Especial Implantes» que realiza anualmente.

Por el contrario, el doctor Luis Blanco aseguró no haber tenido esa gran complicación con los comités éticos. En su opinión, estos deben ser simplemente estrictos, analizar si la documentación presentada es correcta, sin tomar partido. «En el caso de las células madre sí nos han solicitado documentación complementaria sobre la eliminación de residuos humanos para evitar el riesgo de que se utilicen activos celulares de manera no autorizada, pero personalmente no puedo quejarme de nuestro comité, ni en lo que se refiere a ensayos clínicos, ni en los concernientes a ensayos puramente experimentales con tejidos humanos», concluyó Blanco.

¿Dónde, cómo y con qué?

Otro de los asuntos que se acometiron en este desayuno fue determinar dónde y con qué medios se llevan a cabo las investigaciones en lo que a Implantología se refiere, así como el papel desempeñado por la industria.

En este sentido, los recursos materiales son básicos, tal y como aseguró el doctor Fernández Domínguez, para quien «desde el punto de vista estatal, la investigación está muy limitada y cada vez es más difícil de conseguir. Además, «las becas PFIS (Contratos Predoctorales de Formación en Investigación en Salud) existentes en la actualidad favorecen a grupos ya desarrollados, con lo que para los emergentes, salvo que haya becas pre-competitivas en las universidades, son de muy difícil acceso».

Por otro lado, «tenemos carteras de investigación con empresas de implantes, pero algunas están relacionadas con los biomateriales y otras no, lo que condiciona la investigación», continuó Fernández Domínguez.

Como tercer factor, el director del Departamento de Odontología de la Universidad San Pablo CEU se refirió al tiempo y a los recursos humanos necesarios para poder llevar a cabo estas investigaciones. En cuanto a dónde se realizan, afirmó que fundamentalmente se concentran en la Universidad, lugar en el que se reclutan alumnos post-doctorales que tienen esa vocación y que se unen a un plataforma de investigadores que ya han desarrollado una línea de trabajo.

«Aunque la investigación, en general, no está apoyada, esta tiene que ser un trabajo en equipo, porque con individualidades no es suficiente», aseguró el doctor Fernández Domínguez. Además, prosiguió, «la investigación no depende solo del cirujano que es capaz de hacer una técnica quirúrgica en laboratorio o a nivel clínico, ni de la industria que proporcione los medios, los implantes, los biomateriales…, depende del estudio histológico que se va a hacer después, una parte básica que normalmente es muy costosa y para la cual hay poco personal cualificado».

También son varios los problemas en opinión del doctor Daniel Cárcamo, «primero tienes que encontrar la mano de obra, segundo, que esta sea vocacional y tercero, contar con los recursos necesarios. La investigación tiene que ser financiada. En la Universidad Rey Juan Carlos, el doctor Luis Vázquez está impulsando una línea de trabajo de investigación en colaboración con el animalario de la universidad y fomentando el trabajo conjunto con alumnos de otras carreras», apuntó.

Especialmente crítico se mostró el doctor López-Quiles, al afirmar que «a todo el mundo se le llena la boca hablando de investigación, pero nadie aporta dinero. Lo que hacemos la mayoría de las veces es autofinanciado. Hay quien compra hasta el material para ponérselo en su laboratorio».

Para el doctor Luis Blanco «es imprescindible la colaboración entre industria y universidad y tendremos que trabajar para seleccionar los proyectos que vayan a funcionar».

Por su parte, el doctor Calvo Guirado quiso poner el acento en la importancia de las uniones, «hacer sinergias potencia mucho la investigación. En vez de competir hay que estar unidos. Hay que establecer redes porque los grupos de investigación solos funcionan muy poco».

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