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«La osteoporosis no parece ser causante de la pérdida de implantes osteointegrados en la cavidad oral»

Dr. Guillermo Machuca, director del Grupo de Investigación Odontología en Pacientes Especiales, Médicamente Comprometidos y Hospitalaria de la Facultad de Odontología de la US

Un grupo de investigación de la Facultad de Odontología de la Universidad de Sevilla, encabezado por el doctor Guillermo Machuca, ha publicado un estudio del que se desprende que la osteoporosis no es causante de la pérdida de implantes ostointegrados en la cavidad oral. El doctor Machuca nos habla de la tecnología aplicada en la elaboración de dicho estudio y de los logros obtenidos, así como del panorama nacional de las investigaciones en el campo de los pacientes especiales y de sus necesidades.

—¿Quiénes componen el grupo de investigación que usted dirige?
—En general el grupo de investigación lo componen profesores de la asignatura y del programa de máster propio, entre ellos, María Ángeles Serrera Figallo, Concepción Murillo del Castillo, Lizett Castellanos Cosano, José Ramón Corcuera Flores y José María Delgado Muñoz.

Se trata de personas de enorme valía y capacidad emprendedora. A pesar de su juventud, dos están acreditados como profesor contratado doctor y otros dos como profesor ayudante doctor por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA). Esto no es más que el reflejo de una labor ardua relacionada con la docencia en grado y postgrado y con la investigación.

—¿Es la universidad hispalense muy activa en el campo de la investigación?
—La Universidad de Sevilla tiene una gran cantidad de grupos de investigación que pugnan entre ellos en resultados, proyectos financiados y publicaciones de calidad. La realidad es que nosotros somos un pequeño grano de arena en la inmensa playa que constituye la investigación en mi universidad. Nuestra aspiración es lograr parecernos alguna vez a los mejores.

—Recientemente, se ha publicado en el Journal of Periodontology un estudio de su grupo que revela que la osteoporosis no es causante de la pérdida de implantes. ¿Puede concretarnos más datos sobre esta investigación?
—El estudio concluye que la osteoporosis no es causante de la pérdida de implantes osteointegrados en la cavidad oral. Frente a esto, se apunta que los pacientes que han sufrido una periodontitis previa, aunque haya sido tratada con éxito, son más propensos a desarrollar este problema. También la colocación de implantes en sitios en los que ha sido necesaria una regeneración del tejido óseo son más propensos.

—¿A cuántos pacientes se ha estudiado?
—Se ha analizado la evolución de un total de 67 pacientes, de entre 60 y más de 70 años de edad, con 212 implantes a lo largo de dos años.

—¿Cuáles han sido los datos más relevantes que han obtenido?
—Es sumamente importante que, a través de una simple ortopantomografía oral, se pueda saber el grado de osteoporosis de un paciente, y más aún el corroborar que no es probable que el padecimiento de un cuadro de osteoporosis contraindique la colocación de implantes en los pacientes que lo necesiten.

El doctor Machuca asegura que el interés general en el tema de pacientes con necesidades especiales está por debajo de otros como la Implantología o la Ortodoncia.
El doctor Machuca asegura que el interés general en el tema de pacientes con necesidades especiales está por debajo de otros como la Implantología o la Ortodoncia.

—¿Qué aporta su estudio respecto a otros previos?
—Aunque los estudios de densitometría ósea son los más utilizados para determinar si un paciente tiene osteoporosis o no, un reciente estudio de nuestro grupo sobre las mujeres osteoporóticas con fracturas óseas patológicas ha demostrado que la osteoporosis se puede identificar de manera fiable a través de una radiografía panorámica utilizando índices morfométricos como el índice cortical mandibular (MCI). Este índice permite que los pacientes pueden clasificarse en tres grupos de acuerdo a su grado de osteoporosis: los que no presentan la patología, el grupo al que se detecta osteopenia, y los que padecen osteoporosis propiamente dicha.

—¿Qué tecnología se ha aplicado para desarrollar esta investigación? ¿Por qué se eligieron estas herramientas?
—Se han utilizado ortopantomografías orales y un sistema estandarizado de medición. Se trata de un método poco sofisticado, fácil de utilizar y extremadamente económico. Y por lo que se ve, fiable.

—¿Existen muchos más grupos en el ámbito nacional que centren sus investigaciones en el campo de los pacientes especiales?
—Hay varios y de gran calidad. En primer lugar, me gustaría recordar al de mi compañero y gran amigo el profesor Antonio Cutando Soriano, desaparecido recientemente y que ha dejado un hueco irremplazable en este campo.

Afortunadamente, en su Universidad de Granada, profesores de su escuela como Gil Montoya o Gómez Moreno seguirán trabajando a gran nivel. Son también muy interesantes los trabajos del grupo de Valencia con el profesor Javier Silvestre a la cabeza. O los de Murcia, con el profesor Oñate al frente. Los grupos existentes en la Universidad de Santiago de Compostela con los profesores Diz, Limeres y Seoane, entre otros, cuentan con un grana prestigio internacional. Todos ellos hacen que este complicado campo no constituya una anécdota en la investigación de nuestro país como ocurría hace unas décadas.

—¿Se le da mayor importancia en otros países de nuestro entorno?
—Aunque hay países como Inglaterra con más tradición y preocupación, la realidad es que, aunque parezca mentira, esta campo es minoritario en casi todos los países. Una anécdota muy interesante y que me llena de orgullo, es que la única revista científica indexada en el JCR (Journal Citation Reports) con factor de impacto, con contenidos específicos de pacientes especiales hoy día es española. Se trata de «Medicina Oral Patología Oral y Cirugía Bucal» que con tanto acierto dirige el profesor Bagán y que es órgano de expresión oficial de la Sociedad Española de Odontoestomatología para pacientes con necesidades especiales (SEOEME). Aquí los españoles sí hemos sido los primeros, pero denota un interés general en este tema por debajo de otros como la Implantología o la Ortodoncia.

—Desde el punto de vista de la investigación, ¿a qué enfermedades se están dedicando más esfuerzos y recursos?
—Según lo que alcanzo a conocer, la realidad es que, desde un punto de vista específico de la rehabilitación oral de pacientes especiales, no tengo conocimiento de grandes proyectos en marcha, puesto que siempre se ha considerado al tratamiento odontológico como algo secundario frente a otros campos. Quizás los asuntos relacionados con el diagnóstico precoz, tratamiento y rehabilitación de pacientes con cáncer oral recojan la mayor parte de los proyectos.

—¿A qué grandes retos se enfrenta la investigación en el campo de los pacientes especiales?
—Por un lado, el concienciar a las administraciones de la importancia que tiene para la sanidad pública (en términos de salud e incluso económicos) el mantenimiento de una correcta salud bucal en los pacientes frágiles. La Administración debería asumir que algunos de estos colectivos están en situación de abandono por su parte. Y esto es gravísimo. Otro reto sería poder establecer planes de actuación que incorporan elementos comunes del mayor número posible de enfermedades raras para poder dar respuesta institucional a las grandísimas necesidades de tratamiento de estos pacientes.

Para el doctor Machuca, uno de los grandes retos es concienciar a las administraciones de la importancia que tiene para la sanidad pública el mantenimiento de una correcta salud bucal en los pacientes frágiles.
Para el doctor Machuca, uno de los grandes retos es concienciar a las administraciones de la importancia que tiene para la sanidad pública el mantenimiento de una correcta salud bucal en los pacientes frágiles.

—¿Cuáles han sido los avances más importantes que se han producido recientemente en el conocimiento de este colectivo de pacientes a nivel odontológico?
—Desde mi punto de vista es que el gran número de publicaciones internacionales aparecidas con respecto a numerosos síndromes y enfermedades englobadas en el término «pacientes especiales» han hecho que se puedan poner en marcha protocolos de actuación en numerosos cuadros, que permiten a los profesionales poner con seguridad en tratamiento a pacientes que hace unos años era impensable tratar. Es por ello que debemos seguir publicando en todos los ámbitos, para que la seguridad y el número de tratamientos disponibles a estos pacientes se incrementen considerablemente.

Otro aspecto a considerar es el comienzo de la integración del odontólogo en el equipo de salud hospitalaria para pacientes frágiles. El hecho de que el odontólogo no sea siempre un ente ajeno a la hospitalización es enormemente positivo.

—¿Tienen más estudios pendientes de publicación en cartera?
—En estos momentos tenemos en prensa tres estudios, uno sobre diabetes e implantes, otro sobre síndrome de Down e implantes y un tercero sobre restauración protésica sobre implantes en pacientes con osteoporosis. Esperemos que vean pronto la luz.

Líneas de investigación abiertas

El Grupo de Intestigación de la universidad hispalense que dirige el Dr. Machuca, «tiene abiertas, según nos explica, líneas de trabajo sencillas, relacionadas con conseguir mejorías clínicas para los colectivos de pacientes especiales, entre ellas:

Manifestaciones Orales de las Enfermedades Raras: en la que se han tipificado, recientemente, las características orales de los pacientes con síndrome Cri-du-Chat (Maullido de gato) que no se encontraban descritas. El estudio fue solicitado por la propia asociación que reúne a las personas que padecen el síndrome (ASIMAGA) y los resultados, publicados en revistas internacionales del máximo impacto, han sido muy satisfactorios para este colectivo. Los profesionales pueden encontrar ahora una referencia científica acerca de cómo es la cavidad oral de estos pacientes y qué pueden hacer para tratarlos. También se está trabajando en el desarrollo de protocolos para poder realizar la rehabilitación protésica con implantes en pacientes con coagulopatías hereditarias graves (hemofilias A y B graves, enfermedad de von Willebrand), algo muy necesario para estos pacientes.

Implantología en Pacientes Médicamente Comprometidos:

– Paciente Diabético: estamos llevando a cabo un interesante estudio en pacientes diabéticos, comprobando si los implantes de diámetro reducido con nuevas aleaciones más resistentes tienen una utilidad especial en este tipo de pacientes. Se trata de un estudio muy ambicioso financiado por la empresa Straumann. Este estudio ha sido, además, objeto de la tesis doctoral del Dr. José Cabrera Domínguez, que tiene una especial dedicación a este respecto.

– Pacientes con Síndrome de Down: en colaboración con la Clínica López-Giménez de Barcelona llevamos a cabo un estudio para ver los resultados de la colocación de implantes a largo plazo en pacientes con Síndrome de Down y parálisis cerebral. Los resultados están a la espera de ser publicados, y creemos que serán muy interesantes puesto que serán los primeros en ser publicados a largo plazo y con grupo de control.

– Pacientes con osteoporosis: se intenta determinar si la osteoporosis «per se» puede definirse como causa de pérdida de implantes o de riesgo de los mismos.

Manifestaciones Periodontales de la Menopausia: hemos estado trabajando en colaboración con el Hospital de la Mujer de la Ciudad Sanitaria Virgen del Rocío de Sevilla para valorar y relacionar si la situación de osteoporosis y sus tratamientos están directamente relacionados con el padecimiento de periodontitis crónica. El papel de la profesora Martínez Maestre ha sido fundamental en los interesantes resultados y las publicaciones obtenidas en este apartado.

Valoración de la Osteoporosis Mediante Pruebas Radiológicas Orales: se trata de una serie de estudios muy relacionados con la línea anterior. Se está estudiando la posibilidad de utilizar la ortopantomografía como prueba fiable para determinar el conocimiento de la situación de osteoporosis de los usuarios. Sería interesantísimo que con una prueba sencilla, incruenta y de coste poco elevado se pudiera establecer el grado de osteoporosis de los pacientes».

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